Boi de Mamão (Brasil)
Parte del folklore catarinense, el boi (buey), protagonista de la fiesta del Boi de Mamão, cobra vida ante los ojos de niños y adultos, siempre acompañado de muchos cantos y otros personajes, como el vaquero, la cabra, la osa Maricota y la bernunça.
El Boi de Mamão, o Danza Boi de Mamão, es el
juego más popular y, por tanto, se ha convertido en la danza folklórica más
cultivada en la gran Florianópolis. Considerada una de las tradiciones
populares más antiguas de Santa Catarina, especialmente en las regiones
costeras, cobra mayor protagonismo entre Navidad y Carnaval. Entre las
manifestaciones folklóricas más practicadas por los florianopolitanos destacan
las llamadas Brincadeiras de Boi. Demuestran el carácter eminentemente rural
del inmigrante azoriano que llegó allí en la época colonial y que,
contrariamente a lo que podría imaginarse, está mucho más conectado con la
tierra que con el mar. Inicialmente, el Boi de Mamão se llamaba O
Folguedo do Boi Falso o Boi de Pano de la isla de Santa
Catarina y, recién en la década de 1930, recibió su nombre actual. Esto se debe
a que los niños, al carecer del cráneo original, utilizaron una papaya (mamão)
para hacer la cabeza del buey. Pero todavía existen algunos desacuerdos sobre
el origen del nombre. A diferencia de otros juegos que fueron llevados a la
isla de Santa Catarina por los azorianos, el Boi de Mamão es una
tradición común a otros estados brasileños, presenta algunas variaciones, con
diferentes tipos de presentación, pero similares en la historia oral de su origen.
Se ven muchas similitudes entre el Boi de Mamão y el Boi Bumbá,
o el Bumba
Meu Boi, sin embargo, para conocer el verdadero origen de la tradición,
es necesario viajar a Europa, en una región llamada Galicia, que, al sur, limítrofe
a Portugal. Galicia es una comunidad autónoma española, donde se registraron
las primeras referencias a la costumbre.
Presentada en forma de pantomima -una
especie de teatro gestual, con pocos diálogos durante el acto-, la obra
retrata, en tono cómico, una corrida de toros en plazas, según ritos ibéricos,
adaptados a las prácticas juveniles. La historia muestra la desesperación de
Mateus, un sencillo vaquero del interior de la Isla, quien al ver muerto a su
buey mascota, busca un médico y un curandero para resucitarlo. Al final, el
buey vuelve a la vida y todos lo celebran con cantos y bailes. Durante el
programa, aparecen varios personajes, entre ellos: • Bernunça: Un “dragón
malvado” con una boca gigante que se lanza hacia el público en un intento de
tragárselo. Según la tradición, Bernúnça se comía a los niños desobedientes o
no bautizados y el niño pasaba entonces a formar parte de su cuerpo. Su origen
se debe a la Coca, un monstruo que desfilaba en las fiestas católicas de la
región de Galicia, actual ciudad de Allariz. • La cabra: Otro personaje con un
origen muy curioso es el de la cabra. En España, cuando el toro se niega a
torear, es común en el argot entre los toreros profesionales llamarlo cabra. En
la representación del Boi de Mamão, la cabra entra
inmediatamente después del buey y representa el toro que no quiere torear. Y es
en ese momento que el canto grita “¡Es un chivo, es un chivo!”. • Maricota: Una
mujer muy alta que gira y balancea los brazos, alcanzando intencionadamente al
público. Cada animal tiene una melodía y un ritmo diferente a los demás y, en
consecuencia, un baile y una coreografía diferente. Los personajes están
elaborados con tela, esponja, papel maché, alambre, madera y materiales
diversos. El grupo compuesto por los elementos que forman el canto es dirigido
por el convocante y generalmente acompañado de acordeón y percusión.
Aunque
esto es raro, el acompañamiento musical también lo realiza un instrumento
característico llamado “orocongo”, hecho de un coco seccionado y recubierto de
cuero crudo, y una cuerda de viola, de la que se extrae el sonido con un arco
de madera, al que se fijan hebras de crin, una especie de violín. Según la
región en la que se presenta la obra, otros personajes varían, siendo los más
comunes: la Viuda, el Mono Tião, el Cavalinho, el Sapo de Caña, los demás
bueyes, los cuervos, el oso, los payasos y la jaruva. Los bailarines visten
trajes coloridos y máscaras de animales. La coreografía está marcada por pasos
específicos, movimientos circulares, zapateos y gestos teatrales. Durante el
baile se realizan juegos, diálogos humorísticos y peleas entre el buey y otros
personajes, como el cazador. La maricota, por ejemplo, es un personaje que
provoca risas e interactúa con el público. Hace unos cuarenta años, la fiesta
se realizaba en las calles de la ciudad, de junio a agosto. Hoy en día, las
raras presentaciones se limitan a eventos y fechas conmemorativas en lugares
más tradicionales, pero continúan conmoviendo y tocando los corazones de todos,
especialmente los niños. Además de los integrantes del grupo que visten
disfraces y dan vida a diferentes personajes, el canto es acompañado por tres
músicos con pandero, guitarra, armónica, incluido un cantante que narra la
historia.
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