Brincao (Bolivia)



El Brincao es la nueva cara del folklore cruceño. Este ritmo nació en Portachuelo, Santa Cruz, Bolivia. No se tiene conocimiento de documentos ni testimonios a ciencia cierta de su procedencia o del lugar en que pudo haberse interpretado inicialmente. Sin embargo, los pueblos de tierra adentro, que expresan su musicalidad a través de conjuntos autóctonos, tamboristas y bandas, comenzaron a darle ritmo y melodía de acuerdo a la herencia musical recibida de otros aires y géneros, como ser el Carnaval y el Taquirari. Hay testimonios de que esta música alegre fue escuchada e interpretada por varios músicos en las capitales provinciales a partir de la década del 70. La mayor referencia es el caso de  Adolfo Pavichi Velarde Peinado, un conocido intérprete y director de banda cruceño, quien en 1972 formo la Orquesta Pavichi, integrada por sus cuatro hijos y Nicolás Sosa. En 1975 grabaron su primer disco, en el cual apareció la canción “Surutu”, el primer Brincao conocido y grabado. Luego del primer álbum, el grupo pasó a llamarse Los Ángeles de Bolivia. En 1992 el trío Los Cambitas grabó el tema “Bailando Brincao”, cuya música folklórica es de compositor desconocido, mientras que la autoría de la letra corresponde a Armando Terceros. Esta canción tuvo una relativa difusión y ha sido poco conocida. Sin embargo ha contribuido a la difusión de este popular aire musical del Oriente boliviano. En julio de 1992 se conformó en Santa Cruz de la Sierra la orquesta Bolivia Band, integrada por la mayoría de los miembros de Los Ángeles de Bolivia. Dos años después grabaron su primer disco que incluía un popular enganchado de Taquirari, Chovena, Carnaval y los BrincaoSurutú” y “Perrita”.


La música del Brincao, así como su danza, fueron acogidos por la juventud y la niñez del nuevo milenio como un ritmo contagioso con una firme personalidad camba (población aborigen de los llanos). Por la variedad de instrumentos, el Brincao puede fusionarse con muchos otros ritmos. La instrumentación consiste en cencerro, shaker (especie de maracas) y timbales que se usan en la Cumbia. Entre los instrumentos armónicos, el groove del bajo puede variar mucho, desde la Cumbia, el Merengue, hasta llegar al Vallenato. La base armónica está dada por teclados, instrumentos de viento y de cuerdas, variando de acuerdo al arreglista musical. El Brincao tiene parentesco con ritmos amazónicos y pareciera ser primo de las “marchiñas” brasileras. Ha pegado fuerte en el Oriente boliviano por su carácter alegre, dicharachero y juguetón. Se ha incorporado a las bandas a las bandas carnavalescas y ha enriquecido el acervo cultural. El Brincao, dentro de la historia musical del Oriente de Bolivia, llegó para reemplazar a otros ritmos con historias más profundas como el “Huachambé callejero”, el mismo que a fines del siglo XIX se rebautizó como el “Ritmo de Carnaval”. El Huachambé se lo bailaba en las calles pero no era muy funcional para ser bailado en los recorridos callejeros. Otro ritmo incorporado a nivel urbano en Santa Cruz de la Sierra a principios del siglo XX fue el Taquirari, que durante un siglo acompañó al cruceño en sus espacios festivos, y que permite un desplazamiento libre para el baile en parejas, en ruedas, y permite su interpretación en los recorridos callejeros de las fiestas de carnaval. La historia del Brincao recién empieza, es relativamente joven y ha sido asimilado por sus peculiares características. La cultura musical cruceña ha incorporado de manera vigorosa, nuevas energías para la revitalización de sus inagotables fuentes inspiracionales.






Los Cambitas
 Bolivia Band














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