Literatura y Música - José Agustín Goytisolo en Canciones

 

 

“Hace muchos años que se dice que el futuro de la poesía y de la literatura es malo, y es cierto porque la gente tiene prisa y leer una novela cuesta mucho. No le puedes meter 800 páginas a un tipo que tiene prisa.

Pero poner un casete en un coche u oír una canción en la radio es mucho más fácil, y en esa canción le puedes meter un poema que le deje clavado y tenga que aparcar el coche en la cuneta y ponerse a pensar. Una parte del futuro está ahí. Una canción tiene un poder que no tiene una novela: el poder ser memorizada entera”. En estos términos hablaba José Agustín Goytisolo, justo antes del estreno en 1994 del mítico espectáculo “La voz y la palabra”, sobre la simbiosis entre música y poesía, hilo conductor junto a la copiosa obra del poeta del erudito, rompedor y fascinante ensayo “Tu canción entre sus canciones. José Agustín Goytisolo y la música”, del profesor, músico y escritor Francisco Javier Ayala. Nacido en Barcelona el 13 de abril de 1928 de familia burguesa, empezó Derecho en la Universidad de Barcelona, y terminó sus estudios en la de Madrid. Su familia se vio brutalmente sacudida por la muerte de su madre Julia Gay víctima de un bombardeo del bando franquista sobre la ciudad en 1938. El hecho dramático afectó a todos los hijos, pero especialmente a José Agustín, que puso a su hija el nombre de la madre perdida. La poesía de José Agustín Goytisolo resalta por un dejo de ironía y de sarcasmo, que se ve compensado por la ternura y a veces por la tristeza. En sus canciones se ínterrelacionan individuo y colectividad, pues Goytisolo escribe por y para todos los que, como él mismo, vivimos en una sociedad que no nos gusta. Poseedor de uno de los lenguajes más depurados de la literatura en castellano de las últimas décadas, Goytisolo consigue que sus canciones y poemas tengan un aire de inmediatez y frescura, y queden grabados en el recuerdo de oyentes o lectores.
Como escritor, investiga por medio de la palabra, y se habla y se pregunta a sí mismo para luego hablar con los demás, para dialogar, expresar y ser comprendido. El compromiso social y la lírica de su lenguaje hicieron de la obra de José Agustín Goytisolo materia para canciones como “Palabras para Julia”, una de las casi 80 compuestas con la letra de sus poemas y que su viuda, Asunción Carandell, está reuniendo. “No hay ningún otro poeta con tantas canciones”, dice. Fue en 1967 cuando Paco Ibáñez comenzó en París a poner música a poemas de Goytisolo. La primera fue “Érase una vez” y que en muchos países suramericanos es cantada en las escuelas como si de una melodía popular se tratara. Según Goytisolo: “La primera vez que oí uno de mis poemas cantado por Ibáñez me quedé clavado, fue un amor a primer oído. Le dije: Pon música a todos los que quieras”. Uno de los hitos de la poesía de José Agustín Goytisolo se produjo en 1979 cuando publicó el poema “Palabras para Julia”, al que puso música y cantó Paco Ibáñez y más tarde Rosa León, Mercedes Sosa o Níquel. José Agustín, hermano de los también escritores Juan y Luis, dedicó ese poema a su hija, aunque era un homenaje a su madre, Julia Gay, que murió durante un bombardeo de aviones fascistas italianos en la ciudad de Barcelona en 1938. Asunción Carandell recuerda, en una entrevista con Efe, cómo un día apareció en su casa Paco Ibáñez con una guitarra, “se sentó muy tímido y se puso a tocar y a cantar el poema 'El lobito bueno', un tema que la viuda de Goytisolo considera “absolutamente actual”. Al igual que lo es, dice, “Me lo decía mi abuelito”, poema que también convirtió en canción Paco Ibáñez y en el que critica la educación individualista y competitiva.
José Agustín Goytisolo Gay, abogado de formación, desempeñó varios trabajos además de los de escritor, editor y traductor, como llevar la contabilidad de una empresa de electricidad o de creativo en un taller de arquitectura. De esos trabajos aprendió mucho, indica Carandell, que explica que Goytisolo “no era un poeta alado, sublime, sino muy práctico”, un escritor que reunió en 20 libros más de 600 poesías a lo largo de su carrera. Integrante de la llamada Generación de los 50, también conocida como la de “los niños de la guerra” o “poetas industriales”, por su poesía urbana y de “combate” durante la dictadura franquista, a José Agustín Goytisolo le interesaba la ciudad y su relación con la irracionalidad de la sociedad de consumo. Entre sus obras destacan “El retorno” (1955), “Salmos al viento” (1956), “Años decisivos” (1961), “Algo sucede” (1968), “Del tiempo y del olvido” (1977), “Los pasos del cazador” (1980), “Sobre las circunstancias” (1983) o “La noche le es propicia” (1992), entre otros. También ha recordado el esfuerzo de Goytisolo en establecer relaciones con los poetas latinoamericanos ya que creía que no había mucho conocimiento mutuo entre los diferentes países y cómo trajo los derechos de la poesía de Jorge Luis Borges, que prologó, al igual que hizo con Lezama Lima, con textos que no habían sido editados aún en España. Goytisolo frecuentó la amistad de escritores que acudieron a Barcelona como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, que vivía en París, Mario Vargas Llosa, José Donoso, Jorge Edwards, Néstor Sánchez, Augusto Monterroso, Augusto Roa Bastos, Alfredo Bryce Echenique, Sergio Pitol o Álvaro Mutis, entre varios.

 

 

Fuentes:

 

• Lavanguardia.com

• Cancionypoema.blogspot.com

 


































 


 



















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