El Figuralismo es una técnica de composición musical aplicada a la
música vocal, que estuvo activa entre los siglos XVI y XVIII, en consonancia
con los presupuestos estéticos del Renacimiento y del Barroco. Consistía en
subordinar la música al texto creando para la música una serie de figuras de
todo tipo (melódicas, rítmicas, polifónicas, texturales, etc.) que subrayaban
el sentido profundo del texto musicalmente, con el sonido. Esta técnica en
lengua inglesa recibe la gráfica denominación de “Word Painting”, que
literalmente quiere decir “pintar (musicalmente) las palabras”.
Por ejemplo,
las melodías ascendentes acompañan a textos que hablan de subir o ir hacia
arriba, mientras que una música grave y oscura acompaña a un texto sobre la
muerte. Esta técnica se remonta hasta la época del Canto Gregoriano en el
que se encuentran patrones melódicos cortos que expresan ideas emotivas y
significados teológicos. Así, en el patrón fa–mi–sol–la, las notas fa y mi expresan
la humillación y muerte de Cristo mediante un movimiento descendente, mientras
que el sol es la nota de la resurrección y el la, aún más arriba, indica la
ascensión. Cuando esta secuencia melódica se encuentra sobre el texto te libera
(por ejemplo, en el Introito del domingo de sexagésimo), indica que Cristo
libera a la humanidad del pecado a través de su muerte y su resurrección. Durante
el Renacimiento los compositores experimentaron con el Figuralismo en el Madrigal,
sobre todo en el italiano. Aunque esta técnica también se empleó en los demás
países, en los que se compuso bajo la influencia italiana. El uso de esta
técnica se desarrolló hasta tal punto y fue tan esencial al propio Madrigal,
que las figuras más habituales en este género renacentista se denominaron
madrigalismos. En este grupo de compositores se pueden observar diversas
técnicas, todas relacionadas aunque no del todo coincidentes. Por ejemplo, la
acción de subir, elevarse, así como el cielo o una montaña se representan con
melodías ascendentes y/o en el registro agudo. Por el contrario, la acción de
bajar, así como los conceptos del suelo, el infierno y la llanura se ilustran
con melodías graves, descendentes o sin curvas melódicas. El río y el vuelo de
los pájaros mediante melismas largos sobre una misma sílaba. La alegría con
notas rápidas, mayoritariamente agudas y la tristeza con recursos opuestos. En
general la tristeza recibe un tratamiento a base de melodías cromáticas.
La
música se detiene sobre textos que hablan de acciones como cantar, hablar o
bailar, ya sea repitiendo las palabras que hacen referencia, ya sea alargando
cada sílaba con más notas. Otros efectos de la voz humana como un susto o un
suspiro se representan con una aspiración profunda en tiempo fuerte y posterior
entrada a contratiempo; la risa mediante sucesivas notas sobre una misma sílaba
que muy probablemente deberían interpretarse staccato. La referencia a una
cifra o cantidad elevada se representa en música repitiendo una misma figura
musical y un mismo texto ya sea en una misma voz, ya sea -más habitualmente- en
imitación polifónica. Las acciones de perseguir, cazar, seguir, imitar... con
frecuencia son tratadas mediante la técnica del canon o bien contrapunto
imitativo. Por el contrario, la idea de unidad o unificación muy a menudo se
corresponden con un unísono. No obstante, el unísono también puede expresar
algo que es delgado, mientras que una textura polifónica homofónica se asocia a
algo que es grueso o ancho. El concepto de día se representa musicalmente con
notas más vivas y rápidas que la noche sobre todo si, como es habitual, se
sitúan uno inmediatamente detrás del otro, explotando el juego de la oposición.
Si bien, en otros casos se hace exactamente al contrario: ilustrando el día con
notas largas que dan una sensación de inmovilidad, mientras que la noche se
ilustra con notas rápidas. Lejos de ser un contrasentido, este tratamiento
musical del texto busca un efecto visual en vez del efecto sonoro. El Barroco
mantuvo una parte muy importante de los Figuralismos utilizados en el
Renacimiento. Uno de los ejemplos más bellos y a la vez más conocidos pertenece
a “El
Mesías”, de Haendel. En concreto al aria de tenor, cuyo texto dice “Todo
valle será elevado, toda montaña y colina bajará, el terreno escarpado se
volverá plano, y el escarpado una llanura”; Isaías 40:4.
En la melodía de Haendel,
la palabra “valle” se corresponde con una nota grave, “exalted” es una melodía
ascendente, “mountain” (montaña) forma un pico melódico, y “hill” (cerro) es un
pico más bajo, mientras que low es una nota grave. “Crooked” (escarpado' se
canta con una figura rápida de cuatro notas, sin embargo “straight” se canta
sobre una sola nota, inmóvil. Finalmente, “the rough places” se canta con notas
cortas y separadas, pero “llanura” se alarga a través de varios compases en una
serie de notas largas, como llanuras. Los cromatismos descendentes que ya existían
en el Madrigal como expresión de tristeza y de muerte en el Barroco
se codifican aún más como expresión de la muerte. Como tales aparecen en muchas
obras del Barroco de entre las que destacan dos por su popularidad. La primera
se encuentra en el bajo ostinato del “Crucifixus del Credo” de la “Misa
en si menor” de Johann Sebastian Bach, presenta esta
figura para el momento de la muerte de Cristo, combinada con la figura del
passus (notas repetidas sobre un ritmo monótono, expresando los pasos del
caminar) para representar precisamente esta palabra. La segunda es el bajo
ostinato del “Lamento de la reina Dido”, al final de la Ópera “Dido
y Eneas”, de Henry Purcell, titulado “When
I am laid”, donde la reina se suicida al saber de la muerte de Eneas. Algunos
de los teóricos que sistematizaron esta técnica fueron Nicolaus Listenius
(Rudimentos Musicae in gratiam studiosae iuventutis diligentes comportata,
1533), Heinrich Faber (Música poética, 1548), Joachim Burmeister,
(Música poética, 1606), Johann Andreas Herbst (Música
poética, 1643) y Johann Jakob Walther (1708).
La letra
describe qué acorde se toca mientras se canta. “It goes like this, / The
fourth, / The fifth, / The minor fall, / And the major lift”.
• Queen – “Another
one bites the dust”
Poco después de que Mercury
canta una línea sobre ametralladoras y balas desgarradas, el tambor imita el
sonido de una ametralladora disparando. Esto se usa un par de veces a lo largo
de la canción.
• Nancy Sinatra – “Bang Bang (My baby shot me
down)”
Mientras Sinatra canta el estribillo, la guitarra sigue con slides
descendentes. Esto se suma a la sensación de que la derriban y cae al suelo. Toda
esta canción de hecho es un ejemplo de música y letra perfectamente
entrelazadas, casi como si se tratara de un dueto. La guitarra es una
intérprete y Nancy la otra, cada una respondiendo y reaccionando entre sí.
• Owl City – “Fireflies”
La música no solo suena como lo que uno imaginaría que son las
luciérnagas revoloteando en el cielo nocturno, también cantan la palabra
“lentamente” de manera prolongada. Además, después de la línea “una bola de
discoteca que cuelga de un hilo”, la música se detiene por completo. Casi
sugiriendo que se rompe y cae cuando regresa el ritmo.
• Jack Johnson – “Never know”
Jack canta “knock-knock” en el minuto 2:22 como si alguien realmente
estuviera llamando a una puerta.
• The Mackayz – “Tea strike”
En el minuto 0:42 los coros cantan la palabra “high” de forma
ascendente, pasando de una nota baja terminando en una más alta.
• Wham! – “Wake Me Up Before You Go-Go”
Cada vez que aparece 'Wake me up” en la letra, la melodía aumenta con la
nota más alta de la frase siendo “up”. El segundo ejemplo es “I wanna hit that
high” (Quiero llegar tan alto) la palabra (y nota) más alta y dramática del
estribillo es en high.
• Britten – “Serenade for tenor, horn and
strings”
La frase inicial muestra un gran barrido hacia abajo, pintando el sol
cayendo hacia el horizonte: “El día ha envejecido, el sol que se desvanece”. La
siguiente línea utiliza pequeños pasos entre notas “solo tiene un pequeño
camino por recorrer”.
• Queen – “Killer Queen”
Se escucha un efecto simulando un rayo láser cuando la letra lo menciona.
• Justin Timberlake – “What Goes Around”
La letra de la canción dice: “What goes around, goes around, goes around
/ Comes all the way back around” desciende una octava y luego regresa a la
octava superior, como si estuviera dando vueltas en círculo.
• Johnny Cash – “Ring of Fire”
Hay un ejemplo de Figuralismo inverso donde canta “down,
down, down” con las notas ascendentes, y en “higher” canta bajando de una nota
más alta a una más baja.
• Jim Reeves – “He'll Have to Go”
La voz del cantante se hunde en la última palabra de la línea “Le diré
al hombre que baje el volumen de la rockola”.
• Mariah Carey – “Emotions”
El primer uso del Figuralismo es en la letra “más
profundo de lo que jamás he soñado”, donde canta bajando su tono hasta el final
del pentagrama, otro ejemplo también está en la letra “Me haces sentir tan alto”
con la palabra “alto” cantada con arpegios ascendentes.
• Warren Zevon – “Carmelita”
Cuando canta “I think I'm sinking down” (Creo que me estoy hundiendo),
su voz se hunde en la palabra “down”.
• Queen – “Somebody to Love”
Cada vez que aparece la palabra “Lord”, se canta como la nota más alta
al final de un pasaje ascendente. En la misma pieza, la letra “I've got no
rhythm; I just keep losing my beat” cae el ritmo para crear la impresión de que
se le ha acabado el tiempo.
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