Caboclinhos (Brasil)
La danza de Caboclinhos es una manifestación cultural propia de varias regiones de Brasil, especialmente del nordeste. El nombre “caboclo” se utiliza para designar a un aborigen o un cruce entre un aborigen y una persona blanca.
Los “Caboclinhos”
son hijos de los caboclos. Es una danza folklórica Caboclinhos que forma
parte de fiestas populares y celebraciones tradicionales, como las fiestas de
junio y los carnavales. El seco crepitar de las preacas (una especie de arco y
flecha, en el que la flecha, al dispararse, choca con la cara interna del arco
de madera y produce un sonido característico que resulta en un marcaje
colectivo del baile) anuncia la llegada de los Cabocolinhos. Son indios
ataviados con lujosos tocados de plumas de emú y taparrabos que corren y bailan
por las calles del centro, con sus trajes y adornos emplumados y decorados con
lentejuelas, abalorios y pedrería bordada sobre telas de lona, terciopelo o
lamé, que añaden aún más colorido y brillo en el Carnaval de Recife. Antiguamente
tenían la función de rendir homenaje a los reyes esclavos de Maracatu
en los cementerios, con posterior representación de danzas y cantos. Los
miembros visten faldas de plumas y usan tocados y collares llamativos. En
brazos y tobillos llevan diversos complementos. La actuación combina danza,
música y, en algunos casos, un recitativo. Los grupos de Caboclinho generalmente
desfilan por las calles, en complejas coreografías, con una rica variedad de
pasos. Las exhibiciones generalmente se encuentran en dos columnas de danzantes
que representan tribus indígenas en combate. Las dos líneas de bailarines evolucionan
danzando con pasos ágiles, y al mismo tiempo giran, saltan y se agachan, como
si tuvieran resortes en las piernas.
El origen de los Caboclinhos se remonta a
la mezcla de influencias indígenas, africanas y europeas en Brasil. Se cree que
esta danza surgió durante el período colonial, cuando diferentes grupos étnicos
interactuaban e intercambiaban sus culturas. La contribución africana también
es significativa en los Caboclinhos. Los ritmos pulsantes,
los tambores y los instrumentos musicales utilizados reflejan las tradiciones
de percusión africanas. Además, los movimientos fluidos y expresivos pueden
haber sido influenciados por danzas africanas. Finalmente, la influencia
europea se manifiesta en la forma teatral y coreografiada de los Caboclinhos.
La puesta en escena de batallas o enfrentamientos entre grupos de bailarines
puede haberse inspirado en elementos del teatro europeo. La música es un
elemento fundamental en la danza de Caboclinhos. La música de Caboclinho
tiene un sonido único y es básicamente instrumental, intercalada con cánticos y
gritos de guerra. El grupo de músicos de Caboclinho se identifica como baque,
trío, orquesta o batucada. Una armónica (o flauta recta) se acompaña de
instrumentos de percusión como el redoblante (caja de guerra), el surdo o bombo,
la “caracaxá” o una ganzá. Algunos grupos también utilizan un atabaque (o
conga), interpretado exclusivamente al ritmo indio conocido como macumba (o
macumbinha). Además de los movimientos coreografiados, la danza también implica
la representación de batallas o enfrentamientos simbólicos entre grupos,
retratando historias de valentía y resistencia. Estos enfrentamientos se
escenifican de forma coreografiada, con movimientos de ataque y defensa, que se
ejecutan de forma armoniosa y teatral. La presencia indígena es una de las
principales influencias en los Caboclinhos.
Los trajes y accesorios
utilizados en la danza hacen referencia a los pueblos indígenas, retratando
guerreros o líderes tribales. Los movimientos pueden haberse inspirado en
danzas guerreras indígenas. Con el tiempo, los Caboclinhos se
consolidaron como una manifestación cultural popular en varias regiones de
Brasil, con características regionales específicas. Cada región puede tener sus
propias variaciones y estilos, pero todas comparten la esencia de celebrar la
cultura y la identidad locales, manteniendo vivas las tradiciones y el espíritu
festivo del pueblo brasileño. La presentación normalmente comienza con el
abanderado (puede haber más de uno), seguido de dos bandas de caboclos y caboclas.
En el centro el jefe (responsable de la coreografía) y la jefa (o madre de la
tribu). El desfile también cuenta con la presencia del Pajé (o curandero,
consejero espiritual del grupo); Matruá (representa a un brujo); Capitán (jefe
de una de las alas); Teniente (jefe de la otra ala); Perós (hijos de la tribu)
y los baque caboclos. El rendimiento y la vestimenta difieren entre grupos,
varían de una región a otra o, a veces, dentro del mismo lugar. La nomenclatura
de los personajes también cambia, pero por regla general se encuentran reyes y
reinas, curuminos, jefe caboclo, maestre, capataz, pareja de jefes, curandero,
madre y padre de los curuminos, madre de la tribu, padre de la tribu,
bandeirista, chamán, pie de banderas, tiradores, teniente y capitán, caboclo
espía, brujo. abanderado, abanderado, caboclo delantero, tapuias, perós,
caboclo y cabocla. Finalmente, una característica importante de Caboclinhos
es la profunda conexión religiosa de los participantes con el culto Jurema,
basado en prácticas religiosas afroindígenas-brasileñas.
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