Taepyeongmu (Corea)
La danza es un arte que tiene como materia básica los movimientos corporales. La danza tradicional coreana, especialmente en relación con sus pasos y movimientos de baile, condensa bien la calidad y la forma de la vida coreana y las expresa directamente.
Hoy en día prevalece en Corea una llamativa
danza occidentalizada, por lo tanto, la danza tradicional que contiene el espíritu
del pueblo y el sabor profundo de los movimientos corporales, debe ser
registrada y preservada. Taepyeongmu, la Danza de la Paz, es
un ejemplo glorioso de estándares populares en el repertorio de danza clásica. El
origen del Taepyeongmu es incierto en los registros. Sin embargo,
generalmente se cree que se deriva del Palgwanhoe (el Festival de los Ocho
Votos). El Palgwanhoe es un rito budista y estatal en honor al Rey
Celestial y cinco montañas y ríos famosos en el Período Goryeo. Existe la
presunción de que un rey o dios simbolizado baila y canta canciones, orando por
la paz y la prosperidad nacional como parte del Palgwanhoe. Tal vez, el
mismo rito evolucionó hasta el Taepyeongmu. Por siglos esta
proporcionó a la familia real y a la aristocracia un tipo de entretenimiento y
placer relajantes. Se sabe que Han Seong-jun, un destacado artista
de comienzos del siglo XX, adaptó estilos coreográficos de las danzas chamánicas
de la provincia de Gyeonggi, imprimiéndole así nueva vida al Taepyeongmu.
Muchas más piezas clásicas han pasado por sus manos. Él fundó la Academia
Joseon de Danza en 1934 y celebró un recital anual para las principales danzas
clásicas desde entonces hasta su muerte. Han trató de capturar la hermosa
postura y la elegancia de las danzas cortesanas. Sobre la base de su
investigación de las piezas cortesanas, él centró y reconstruyó su estructura
coreográfica para realzar su estética. Muchas de las piezas muy apreciadas que
existen hoy surgieron de sus manos. Han Yeong-suk, su nieta, continuó
con la maestría que aprendió de él. Sus ritmos son tan únicos que no se
encuentran en ningún otro baile y son complejos de dominar en un período corto.
Los patrones rítmicos básicos se clasifican en 6 tipos: nakgung (4 tiempos),
teobeolrim (10 tiempos), olrimchae (3, 12, 24 tiempos), dosalpuri (6 tiempos).
En consecuencia, sus técnicas de movimiento son muy complicadas e incluyen 22
tipos de movimientos de brazos, 15 tipos de pasos, 5 tipos de movimientos
corporales, etc., entre los que se consideran los más importantes diversos
movimientos de pies y gestos de pies. En resumen, el Taepyeongmu contiene la
esencia de la danza tradicional coreana en el sentido de que transmite el
principio estético de la dinámica interna en la quietud. De tal forma que esta
requiere no solamente de un estudio intenso de los complicados movimientos
corporales sino también de un buen sentido del ritmo. Sus artistas originales
incluían al Rey y la Reina, que bailaban en el Palacio Real por una buena
cosecha y el bienestar del país, así como para celebrar los logros del Rey. La
bailarina lleva puesta una falda azul oscura tejida sobre una falda roja, una
chaqueta cruzada larga con amplias mangas que tienen bordados florales
elaborados, hansam o mangas largas con diseño de arco iris, y un tocado negro
de trenza en espiral en la cabeza. Debajo de la voluminosa falda la bailarina
demuestra intrincados y a la vez sutiles pasos y posiciones de pies. Sus pies
con medias acolchadas deben seguir con destreza los rápidos ritmos y luego
disminuir la velocidad para los ritmos lentos. La belleza del Taepyeongmu
proviene de la delicadeza y pasos contenidos de la bailarina. Los patrones de
los pies incluyen pasos superpuestos de adelante hacia atrás o de lado a lado,
pasos dinámicos, caminar con las rodillas levantadas, y avanzar y regresar
sobre los talones. Incluso en los pasos dinámicos la bailarina no parece estar
apresurada. Los exquisitos movimientos de las manos se expresan a través del
despliegue lento de las mangas hansam en curvas en espiral, como si
permanecieran un momento en el aire logrando reducir la gravedad. La expresión
facial de la bailarina es restringida, mostrando un buen control de la energía.
La forma en que la bailarina trata de alcanzar el éxtasis calmo a través del
auto-hermetismo, logrando la simplicidad al dejar de lado las complicaciones,
junto con la tensión artística entre el movimiento y el reposo, ilustra la
plenitud de la vida en el goce y en la pena. Esta sofisticación intrínseca
cautiva los corazones de muchos espectadores. Es una estilización estética muy
diferente de cualquier otra que se pueda experimentar en occidente.
Fuentes:
0 comentarios: