Taqwacore (EEUU)

 


Una de las nuevas formas que han surgido en los últimos años en los países imperialistas, en especial en EEUU, es la mezcla de la cultura musulmana con el Punk.

Una forma más libertaria de practicar el islam que a la vez se rebela contra las normas establecidas en ambas culturas. “The Taqwacores” cuenta una historia que se ha escuchado ya miles de veces: un joven algo outsider que se erige en narrador de los desfases, las preocupaciones y los problemas de su generación. Solo que en este caso hay un pequeño detalle que lo trastoca todo: los chicos son Punk y musulmanes. Y esas son dos palabras que no solemos ver unidas. Porque uno no puede ser religioso y dedicarse a beber, fumar, follar, y contravenir, en general, los dictados de su conciencia. Porque no es que estos chicos sean musulmanes de tradición, o de familia, pero pasen del tema. No. A ellos -a unos más que a otros- les preocupa crear un nuevo islam. Debaten sobre qué acciones son verdaderamente haram (lo prohibido) y cuáles son halal (lo lícito). Rezan a diario. Y deben enfrentarse, pues, a todas las contradicciones que les crea el hecho de drogarse en el mismo espacio en el que después se extenderán para orar. Y esa es probablemente una de las claves del éxito de este libro: resulta que la escena taqwacore no existe, o al menos no existía cuando Michael Muhammad Knight escribió este libro, pero puede imaginarse perfectamente. puede visualizarse a postadolescentes norteamericanos tratando de formar parte de un grupo, sintiéndose superrebeldes, tal y como han hecho y harán siempre los adolescentes. Hijos de inmigrantes perdidos en el choque entre dos culturas, estadounidenses de pura cepa atraídos por la ortodoxia de lo exótico, chiitas con las cabezas rapadas, las chicas desenfrenadas hablando de sexo con burkas, los musulmanes abiertamente gays y los chicos malos sudaneses que llaman a este lugar casa,
interpretan las enseñanzas del Corán de forma tal que tocar en bandas de Punk y ponerse hasta el cuerno es la mejor forma de demostrar su amor a Alá. Un número impresionantemente pequeño de imanes disfrutó la historia de Knight y el libro fue ampliamente censurado y boicoteado, lo cual sólo lo hizo más popular. La controversia también hizo que una existente subcultura islamopunk estallara por todo Estados Unidos. Los periodistas comenzaron entonces a referirse a todas las bandas Punk musulmanas como “Taqwacore”, lo que rápidamente hizo que muchos se molestaran. Entre todo esto alboroto, el director Omar Majeed hizo un increíble documental sobre la escena, Eyad Zahra mutiló de forma experta la novela para convertirla en un episodio de Skins, y el fotógrafo Kim Badawi sacó un excelente libro de mesa con fotos del movimiento. La palabra Taqwacore es una mezcla entre dos conceptos: la taqwa, que es el éxtasis que uno siente al ser cercano a Dios y le inspira tanto miedo como respeto, y el sufijo “core”, que en la escena musical denota que hay un elemento prominente del género Punk. Así, el Taqwacore sería la versión islámica del Punk. Si bien hay registro de bandas de Punk islámico desde incluso 1979 (como Alien Kulture) o de los años 90 (como Fun-Da-Mental y Asian Dub Foundation), no fue sino hasta la publicación de “The Taqwacores” que el género adquirió un nombre y una identidad propia que fue más allá de lo que el autor pretendía. De este modo surgió una expresión ecléctica y muy rica que permitió que muchos jóvenes musulmanes pudieran sentirse identificados con el mensaje de la novela de tener una forma libertaria de practicar su religión y rebelarse tanto contra su expresión tradicional como contra el sistema en general.
En las últimas décadas, bandas de Taqwacore se han expandido desde EEUU y Canadá hasta lugares como Pakistán e Indonesia, cada uno con su versión particular. Si el islam de por sí es una religión heterogénea donde no priman las interpretaciones fundamentalistas (esto porque depende de muchos factores, tales como el país de origen, la rama del islam que se practica, su interpretación dependiendo de qué escuela de jurisprudencia sea la hegemónica, etc.), el Taqwacore también expresa esta diversidad desde bandas que reivindican un islam más moderado hasta las bandas (que son más comunes en Indonesia) donde tienen una visión más tradicional. Algunas bandas que suelen listarse como Taqwacore son The Kominas, Al-Thawra, Diacritical, Vote Hezbollah, Fedayeen, Sarmust y Secret Trial Five, aunque estos últimos han rechazado que sean asociados con el género por considerarlo una limitante y causar actitudes islamófobicas contra ellos. Por otro lado, las letras de algunas de las canciones que las bandas suelen tocar van más allá de simplemente rebelarse contra el islam tradicional; ponen énfasis en temas como la exploración sexual, la lucha contra la islamofobia o el papel de la mujer. El género comenzó a expandirse tras los atentados del 11 de septiembre y la publicación del libro de Knight, pero ha tenido un nuevo auge tras la Primavera Árabe. Las expresiones de rebelión, tales como las de las mujeres en Argelia que van a la playa en bikini, dan cuenta de que algo está cambiando en la cultura islámica, que está viéndose afectada por un mundo cada vez más interconectado y que inevitablemente va a influir en su forma de pensar.

 

 

Fuentes:

 

• Libropatas.com

• Laizquierdadiario.mx

• Vice.com

 


 




























 


















 

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