Metal Prehispánico

 

En el universo está el planeta tierra, la tierra es nuestra casa, no tenemos otra casa, la tierra no es nuestra, en ella vivimos y de ella nos alimentamos, la tierra es nuestra madre. Así es parte de la filosofía y el pensamiento de muchos de los antiguos pobladores de las Américas.

El Metal Prehispánico es un subgénero del Folk Metal, que combina el Heavy Metal con los distintos tipos de folklore latinoamericano. Es difícil encontrar alguna banda que sea reconocida por el gran público, pero un ejemplo sería la banda mexicana Yaotl Mictlan, ya que incorpora instrumentos utilizados en el folk mexicano haciéndolo parte del metal. Otro ejemplo es la canción “La cantata del diablo”, del grupo de Folk Metal español Mago de Oz, que no sólo incorporó instrumentos nativos de América, sino que también incluyó una tonada maya en la canción y una letra sobre los dioses, haciéndolo un claro ejemplo de Metal Prehispánico. Existen muchos otros claros ejemplos, no sólo en México sino en Centro y Sur América, cuyo reconocimiento y popularidad son muy limitados, debido en gran medida al poco o nulo apoyo de los medios de comunicación. Las bandas de Metal Gótico mexicano tienen algo de influencia de este género ya que la mayoría suele incorporar violines y otros instrumentos con los que a veces llegan a tener tonadas folklóricas, por ejemplo, las bandas Anabantha y El Cuervo de Poe. En muchos países de Latinoamérica se ha empezado a explotar el potencial cultural que existe dentro de la escena metalera. Quetzalcóatl, Coatlicue, Hun Hanahpú e Ixbalanque, Pachamama; Incas, Mayas, Aztecas y tantos otros grupos indígenas, cada uno con sus propias leyendas, dioses y diosas. Historias, mitos y leyendas que nos han quedado de esas culturas ancestrales. En algunos países de América, las poblaciones aborígenes han sobrevivido a la infinidad de guerras e invasiones que han azotado al continente durante siglos.

¿De qué se trata el Metal Prehispánico? Instrumentos que varían desde el uso de ocarinas y flautas, teponaxtle, huehuetl o palo de lluvia por las bandas mexicanas, hasta charangos, quenas, zampoñas, sikus o bombos legüeros en bandas sudamericanas. Y se trata de letras basadas en historias, leyendas, mitología; en fin, todo el imaginario de las culturas mesoamericanas antes de la invasión europea. En estas tierras americanas perduran personajes como Atlacatl, el Rey de los Nonualcos, Tekun Umam y tantos más. Entre las bandas más destacadas del género podemos encontrar a Ndaaz (que en Chiricahua significa Heavy) unas de las pocas bandas de Metal Nativo Americano. Su música habla de temas socialmente relevantes de nuestras culturas ancestrales y de los problemas presentes que afectan a los pueblos de las Américas, desde Alaska hasta el fondo hasta la Patagonia. EK es una banda mexicana que canta en español. EK significa “negro” en el idioma de los mayas. Las letras de EK están basadas en las antiguas civilizaciones maya y azteca, utilizando instrumentos prehispánicos. Cabracan es una banda mexicana cuyo nombre viene de Cabrakán, el dios de las montañas y los terremotos en la cultura maya. Kabala, es una banda salvadoreña, formada por un grupo de jóvenes que hacían Heavy Metal y se encaminaron por los senderos del náhuatl. Chaska, proveniente de Arequipa (Perú), impresiona mucho por su creatividad, utilizando instrumentos de viento y mezclándolo con un melódico Death Metal con letras interesantes. “Ch’aska”, en quechua, designa a la estrella más brillante del cielo. Guahaihoque son de Cali (Colombia), y aunque sus letras son en inglés, su música se basa en la herencia cultural prehispánica. Tralkaukan, procedentes de Concepción (Chile), con líricas basadas en el pueblo mapuche. Cemican, de México, cuyo nombre en náhuatl significa “toda la vida, salud y sabiduría”. Kay Pacha, de Perú, fascinados por el tema de la cosmovisión andina, significa “mundo terrenal”. Arraigo, de Argentina, quienes fusionan Heavy Metal con ritmos folklóricos y melodías de Tango. Almafuerte, quienes cantan en contra del exterminio de los pueblos originarios.