La provincia de Entre Ríos cumple
este miércoles 10 de septiembre 211 años de historia desde su fundación. El
aniversario se debe a que ese día de 1814 el Director Supremo de las Provincias
Unidas del Río de la Plata, Gervasio Antonio de Posadas, firmó
el decreto que dio lugar a su creación.
La música es uno de los ejes en
la serie protagonizada por Ricardo Darín. Con la pluma existencialista de
Javier Martínez como motor, desfilan Soda Stereo, Gilda, Carlos Gardel y más
rescates emotivos que ayudan a los personajes a tomar decisiones frente al caos
de lo desconocido.
Cuando el ministro de Guerra
Pablo Riccheri, que pasaría a la historia como el creador del servicio militar
obligatorio, tuvo en sus manos la partitura de una marcha militar cuyo título
era su propio apellido, se sorprendió. El autor era el uruguayo nacionalizado
argentino Cayetano Alberto Silva, un músico que aún no había llegado a
los treinta años. Silva se desempeñaba en bandas militares, además de haber sido
músico del Teatro Colón y que por cuestiones laborales se había radicado en
Venado Tuerto.
“Abrazos de agua”, el
documental que narra la epopeya internacional de Los Tiburones del Paraná
(un proyecto de inclusión entre más de 400 personas con y sin discapacidad,
único en América latina), que en 2012 unieron a nado Argentina y Uruguay.
“Dalleves, el Hombre, el Ciclista,
el Mito” no es solo una biografía; es un viaje cinematográfico que
desentraña la esencia de una leyenda del ciclismo, explorando cómo la voluntad
de un individuo puede trascender el deporte y convertirse en un faro de
inspiración.
El documental se abre con
imágenes aéreas sobrecogedoras de los paisajes que forjaron a Dalleves:
las colinas ondulantes de su infancia, los caminos polvorientos donde dio sus
primeras pedaladas. Una voz en off melancólica pero esperanzadora introduce al
espectador en el mundo del hombre antes del atleta, revelando los valores de
humildad y perseverancia inculcados desde pequeño a través de testimonios de su
familia y viejos vecinos.
La narrativa luego se sumerge en
la época dorada del ciclismo, usando una mezcla dinámica de imágenes de archivo
restauradas —vídeos de carreras llenas de dramatismo, fotografías inéditas que
capturan su mirada férrea, recortes de periódicos que celebran sus hazañas—.
Expertos ciclistas y periodistas de la época analizan sus tácticas geniales y
su inigualable resistencia. Los testimonios de sus rivales más acérrimos
sorprenden por su respeto, revelando no solo la ferocidad de la competencia,
sino la admiración mutua que existía en el pelotón. Esta sección ilustra cómo Dalleves
el ciclista no solo ganaba carreras, sino que las convertía en épicas
personales.
El tercer acto es donde Dalleves
se convierte en el mito. El documental explora el impacto de su figura más allá
del ciclismo. A través de entrevistas con aficionados de diversas generaciones
–desde octogenarios que lo vieron competir en vivo hasta jóvenes ciclistas que
lo idolatran hoy— se construye la narrativa de un ícono. Se abordan las
leyendas urbanas que lo rodean, sus gestos de humildad fuera de la pista y cómo
su figura simboliza la resistencia, la pasión y la capacidad de superar
cualquier adversidad. La banda sonora, emotiva y potente, acompaña las imágenes
finales de Dalleves en la actualidad, si fuera posible, o de los lugares
que lo vieron triunfar, dejando al espectador con la sensación de haber sido
testigo no solo de una carrera deportiva, sino de una vida extraordinaria que
se convirtió en una leyenda eterna. El documental es un tributo a la
resiliencia humana y al poder del espíritu indomable.
El sábado 31 de mayo a las 10 de
la mañana, se estrenó en la Casa del Bicentenario de Colón el documental “Dalleves,
el hombre, el ciclista, el mito”, con entrada libre y gratuita.
El sábado 21 y domingo 22 de
junio a las 17 horas, en Starlight, el cine de América Shopping de la ciudad de
Colón, se proyectó el documental con entrada libre y gratuita.
Título original: Dalleves,
el hombre, el ciclista, el mito
El 11 de julio de cada año,
Argentina vibra al compás de la batería, conmemorando el Día del Baterista Argentino.
Esta fecha no es arbitraria; se eligió para rendir homenaje a la memoria de Oscar
Moro, uno de los músicos más influyentes y trascendentales en la
historia del rock nacional, quien falleció un 11 de julio de 2006. Más que una
simple efeméride, este día es una celebración del pulso vital de la música
argentina, un reconocimiento a la destreza y pasión de quienes sostienen el
ritmo desde el set de percusión.
La Fiesta Nacional de la
Colonización, celebrada anualmente en la ciudad de San José, Entre Ríos,
es mucho más que un simple evento; es una vibrante conmemoración de los
orígenes de la localidad, un homenaje a los inmigrantes pioneros que forjaron
su identidad con trabajo y esperanza.
La Semana de la Dulzura es
una de esas tradiciones que, aunque no figuran en el calendario oficial de
feriados, está profundamente arraigada en la cultura popular argentina. Cada
año, del 1 al 7 de julio, las calles, oficinas y hogares se llenan de pequeños
gestos de afecto, simbolizados por el intercambio de golosinas.
El 17 de junio de 1821, en Cañada
de la Horqueta, Martín Miguel de Güemes sucumbía a una herida de bala
infringida, diez días antes, por las tropas realistas en connivencia con las
clases altas salteñas que lo detestaban.
Para comprender la música que
resonó durante la Semana de Mayo de 1810, es esencial pintar un cuadro del
paisaje sonoro del Virreinato del Río de la Plata en los años previos a la
efervescencia revolucionaria. La música en este periodo era un reflejo de la
sociedad jerarquizada y las influencias culturales predominantes. La música
religiosa católica ocupaba un lugar central, con misas, vísperas y otras
ceremonias litúrgicas marcando el ritmo de la vida cotidiana y las
festividades. Las iglesias y catedrales eran importantes centros musicales,
empleando organistas, coros y, en ocasiones, pequeñas orquestas.
La historia de la protección
animal en la Argentina encuentra en Ignacio Lucas Albarracín a uno de
sus protagonistas fundamentales. Cada 29 de abril, el país honra su memoria, no
solo como símbolo de la defensa de los animales, sino también como iniciador de
un movimiento que marcó un antes y un después en la legislación y en la
conciencia social.
En la historia de la televisión
argentina, esta creación de Alejandro Romay fue, sin duda, el
más exitoso ciclo de difusión de la música porteña, el que alcanzó mayor
permanencia en el tiempo.
Ningún otro programa logró estar
casi cuarenta años en la pantalla chica, no obstante haberse emitido
mayormente, durante la peor etapa del género.
Cada 7 de abril se celebra el Día
Nacional de la Zamba, una fecha que invita a volver la mirada hacia
nuestras raíces y rendir homenaje a una de las expresiones más bellas del
folklore argentino.
Aunque la danza nacional es el Pericón,
la Zamba
se ganó un lugar privilegiado dentro de la cultura argentina. El origen de su
día y la canción que lleva la fecha en su nombre encierran muchas conjeturas y
misterios.
Desde el 2 de abril de 1982, los
vientos de la guerra soplaron nuevamente y acercaron sus ecos. Las viejas y
nuevas canciones fueron un anticipo literario de la lucha física contra el
antiguo enemigo británico. Las palabras también significaron el aliento
fraterno y la consigna atenta en el momento de los alistamientos y la partida.
El conjunto del cancionero se constituyó como un recordatorio de los deberes
del soldado. En sus líneas, vivía lo simbólico y lo corpóreo de la Patria.
Entrar en la historia de los
corsos en “25 de Mayo, Ciudad del Carnaval” también lleva a remontarse en
el tiempo. Los carnavales de antaño, 1889-1890, fueron realmente destacables,
tenían lugar en horas de la tarde, debido a la falta de luz artificial.
Infaltable el juego con pomos de agua florida.
A 80 kilómetros de la localidad
de Paraná se encuentra el predio de la ex estación de ferrocarril, donde se
emplaza el Corsódromo de Hasenkamp, uno de los carnavales más antiguos y
típicos de Entre Ríos.
Hay en una larga y productiva tradición que reúne a la poesía y la música
en un nuevo objeto de arte. El ejemplo más paradigmático es la interpretación
de Joan
Manuel Serrat a los poemas de Antonio Machado.
¿Son poemas las letras de canciones? Una de las mejores respuestas la
dio Luis
Alberto Spinetta hace ya tiempo: “Me siento poético, más que poeta”. La
diferencia no es menor. Podría decirse que la poesía posterior al modernismo,
aunque siempre atenta a la eufonía, pudo librarse de métricas estrictas. En
cambio, las letras de canciones se han visto más prisioneras de métricas y
cadencias musicales.
“No quiero ir/ nada más /que hasta el fondo”. Esos fueron los últimos
versos de Alejandra Pizarnik, encontrados en el pizarrón que tenía en su
habitación, donde la encontraron sin vida el 25 de septiembre de 1972. Su
nombre, ya reconocido en el ambiente poético de Buenos Aires, se volvió desde
entonces en uno de los mitos más anhelados y codiciados por cualquier lector
que quiera prefigurar una imagen del panorama poético nacional.
El acervo cultural de un pueblo es su marca identitaria ante el mundo y
ante la propia historia, y en Entre Ríos, la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos,
es parte de ese acervo, de nuestra identidad, testigo sonoro de otros tiempos
en que la cultura era un sello distintivo de una visión de hombre y de mundo
con sensibilidad humana.