Carnaval de Hasenkamp (Argentina)
A 80 kilómetros de la localidad de Paraná se encuentra el predio de la ex estación de ferrocarril, donde se emplaza el Corsódromo de Hasenkamp, uno de los carnavales más antiguos y típicos de Entre Ríos.
Al ritmo de Malibú y de Marumbá, Hasenkamp consolidó su propuesta de carnaval que se presenta como “la mejor de la costa entrerriana” del Paraná. Es un espectáculo con características familiares, con fuerte arraigo popular, que se desarrolla los sábados de enero y febrero.
Cuando distintas localidades entrerrianas ofrecen sus comparsas, carrozas, su brillo, la localidad de Hasenkamp se presenta como una opción “para la familia” y como “el mejor carnaval” de la costa del Paraná.
El Carnaval de Hasenkamp es un mega evento que cuenta con la presentación de Marumbá y Malibú, en un gran despliegue de trajes, plumas, carrozas, batucadas y shows en vivo de bandas musicales.
La historia de esta expresión cultural en Hasenkamp, por otro lado, tiene la particularidad de estar atada en los últimos 40 años al devenir de dos formaciones como son Malibú y Marumbá, con alrededor de 200 integrantes cada una.
Unos cuantos vecinos se organizaron en su tiempo libre y comenzaron a construir y darle importancia a los festejos de los carnavales, es así que se formó la primera comparsa denominada “Marumbá”, la cual estaba compuesta por estudiantes de la escuela secundaria.
El 5 de mayo de 1972 nació la comparsa Marumbá en su organización y en 1973 hizo su primera aparición desfilando y deslumbrando en los carnavales. Esta comparsa reúne características de raíz guaraní y es la más antigua de la provincia de Entre Ríos.
La comparsa Marumbá fue creciendo en pocos años, no solo en la cantidad de integrantes, sino en calidad artística, producción de trajes y al mismo tiempo se generó un crecimiento económico y demográfico local que permitió un incremento de recursos.
De esta manera Marumbá comenzó a construirse con una fuerte identidad cultural y colectiva para la localidad, aportando un tinte de simbolismo y disfrute al momento de proyectar las comparsas de Hasenkamp.
Marumbá y Malibú son las dos comparsas de siempre que, en sus orígenes, así comenzaron y hasta el día de hoy, después de haber pasado muchos cambios, siguen siendo las comparsas de este carnaval.
Las carrozas se destacan por los pasistas, músicos, bailarinas y bailarines que se envuelven en trajes de gasa francesa, lentejuelas, canutillos, perlas doradas, plumas de pavo real y faisanes.
Destaca entre esos hitos la inauguración del “corsódromo propio, en 2009”. Por lo demás, es tradición que alrededor de 600 personas –de una localidad de cerca de 5.000 habitantes- trabajen buena parte del año en torno de lograr que las comparsas desplieguen todo su esplendor en los sábados de enero y febrero.
El predio cuenta con palcos que ofrecen una mesa para cinco personas y servicio de mozo, y también se permite reservar con el 50 por ciento del total y pagar lo restante en el ingreso.
La secretaria de Turismo hizo el cálculo de las almas que se convocan en torno de esta fiesta. Menciona que a los casi 400 comparseros hay que sumar todos los colaboradores en la elaboración de los trajes, las carrozas, la asistencia al momento del espectáculo; y el conjunto de los trabajadores del municipio que están destinados a garantizar el desarrollo del carnaval.
Hasenkamp tiene otra particularidad: “No es competitivo y la gente que trabaja lo hace a pulmón, ad honorem”.
Durante los 7 fines de semana que ocupan el carnaval de la ciudad, el Corsódromo de Hasenkamp se convierte en un polo receptivo de turistas de diferentes partes de la provincia de Entre Ríos, que se suman a los vecinos de todo el año en la festividad.
Por 1.500 metros sobre la Avenida San Martin, a pocos metros del Corsódromo, se erige el Paseo de Esculturas, con numerosas obras creadas en un Simposio Internacional al que arribaron artistas de Bélgica, Chile, Ecuador, Macedonia y España.
El objetivo es presentar un circuito de actividades para aquellos que lleguen temprano, puedan conocer más de la historia y cultura propia.
Fuentes:
Demasiadas Noches
Vamos a buscar un instante, un momento que no fue en vano, con música y palabras rescatamos las noches perdidas. Son Demasiadas Noches para recordar.
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