Literatura y Música - Federico García Lorca en canciones

 

 

La madrugada del 18 de agosto de 1936, uno de los grandes poetas y escritores españoles de la generación del 27, Federico García Lorca, era fusilado en algún lugar entre las localidades de Víznar y Alfacar, en Granada, y enterrado en una fosa común. 

Su cuerpo sigue sin aparecer a día de hoy. El irlandés Ian Gibson, uno de los mayores especialistas en la vida de Lorca, contaba en su biografía que oficialmente, Federico García Lorca murió por “ser espía de los rusos, estar en contacto con éstos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual”. No muchos lo saben, pero su nombre real era Federico del Sagrado Corazón de Jesús, así lo bautizaron sus padres, era licenciado en derecho y, si bien nunca militó en ningún partido, desde muy joven fue un firme defensor de las clases bajas. Federico García Lorca pensó en ser músico antes que literato. Estudió piano durante algunos años, e incluso fue alumno del compositor gaditano Manuel de Falla. Gracias a estas influencias su obra entera está llena de referencias musicales. Incluso la mayoría de los versos de sus poemas tienen esa musicalidad: una estructura rítmica muy acentuada. Muchos de los versos que luego se convirtieron en canciones populares tienen un origen costumbrista e infantil. Aunque Lorca conoció muchos estilos musicales gracias a sus viajes por América. Fue uno de los primeros que llevó el Son Cubano a la Península, en Nueva York se interesó por el Jazz y lo llevó a su piano; y conoció a Carlos Gardel en Argentina. Allá donde fue, la música influyó en su vida y en su personalidad. Federico García Lorca fue un autor influyente en su época, pero lo fue aún más después de su muerte. Son innumerables los artistas internacionales inspirados por su obra, y es que Lorca está y estará siempre de actualidad. Poco se puede añadir a todo aquello que ya se ha dicho acerca de su figura, su inmensa labor literaria y de fomento de la cultura popular, así como sobre su compromiso en primera línea con las causas de la justicia social y el progreso en tiempos de la República.
Pero su enorme influencia no quedó limitada a lo literario, lo histórico o lo político, sino que consiguió inspirar a numerosos músicos que, desde diferentes épocas y estilos, homenajearon al poeta en sus creaciones. En lo que respecta a España, se debe citar en primer lugar las composiciones de Paco Ibáñez, que ya en su primer trabajo en 1964 dedicó al poeta un repertorio sobre poemas como “El lagarto está llorando”, “Romance de la luna, luna” y el más reconocible en el imaginario colectivo: “Canción del jinete”, que entre otras ocasiones, fue interpretada en el Olympia de París en 1969, poco antes de ser incluido en la larga lista de censurados por la dictadura. Una década después, en 1979, el genial Camarón de la Isla publicó el álbum “La leyenda del tiempo”, obra maestra que supuso un punto de inflexión incorporando novedosas percusiones o bajo eléctrico enriqueciendo así el Flamenco con la energía del Rock. El primer tema del álbum se inspira en la obra teatral de Lorca “Así que pasen cinco años (la leyenda del tiempo)”, obra surrealista acerca del amor y la muerte, que se enmarca en lo que se denominó el “teatro imposible” del poeta. En una trágica carambola del destino, precisamente cinco años después de finalizada, se produce el asesinato de Federico. Otro de los artistas hispanos, el granadino Enrique Morente, irrumpió en 1996 con su explosivo álbum “Omega” para dar un vuelco conceptual al Flamenco, donde colaborando con un diverso grupo de artistas y la banda de Rock Lagartija Nick, puso música a los versos de la obra Poeta en Nueva York, inspirándose también en Leonard Cohen, que ya había cantado al poeta.
Pero el interés de Morente por Lorca no terminó aquí. En 1998, con “Morente-Lorca”, repasa toda la trayectoria del granadino con una obra que certifica la posición vanguardista del músico en la evolución del Flamenco. El escándalo que supuso entre los puristas del Flamenco tanto la obra de Camarón como la de Morente resultó proporcional al éxito de las obras, cuyos ecos hoy perduran. Miguel Poveda – “No me encontraron” Dicen que Lorca vaticinó su muerte en este poema. El poema fue escrito hacia 1930, cuando todavía nadie podía imaginar que España se vería inmersa en una Guerra Civil (1936-1939). Junto a Lorca, fueron fusiladas otras tres personas, los banderilleros Francisco Galadí Melgar y Joaquín Arcollas Cabezas; y el maestro de Pulianas Dióscoro Galindo Monge. El cantaor catalán Miguel Poveda pone voz a este poema. Ketama – “Romance sonámbulo” Esta es una Rumba que se basa en un poema de Federico García Lorca, cantada y tocada por los madrileños Ketama, un grupo musical gitano español de Flamenco-fusión acompañados de Manzanita, un cantante también madrileño que se caracterizó por su voz rota y una especial habilidad tocando la guitarra. También el Rock español acercó la poesía de Lorca a otro tipo de público. Así, una de las más reputadas bandas del escenario musical como Marea, en 2004 incluyó en su álbum “28.000 puñaladas” el tema “La ciudad de los gitanos”, basado en el “Romancero Gitano”; obra acerca de la cultura de un colectivo que, pese a desarrollar su vida al margen de la sociedad, no por ello (o precisamente por ello) deja de ser hostigada y perseguida por la autoridad. El título hace referencia al poema “Romance de la guardia civil española”, emocionante homenaje de la banda a una de las mejores obras de Federico.
Pero el impacto del poeta traspasa fronteras, y diferentes artistas difunden en sus canciones su figura. En 1986 un disco tributo puso música a sus poemas: Lluis Llach, Paco de Lucía o Patxi Andión, participaron junto al canadiense Leonard Cohen en “Poets in New York”, y el también poeta versiona “Pequeño vals vienés” con “Take this waltz”. También desde el continente americano, la gran Chavela Vargas homenajeó a Federico con el disco-libro “La luna grande” en 2012, que vio la luz poco antes de morir con 93 años, actuando por última vez precisamente en la Residencia de Estudiantes. Dieciséis canciones basadas en poemas donde el estilo único de la artista resulta en una obra para la posteridad. Años atrás tuvo la oportunidad de cantar en La Huerta de San Vicente, residencia veraniega del poeta; en una entrevista posterior declaró: “Lo he amado desde que nací. Él y yo habríamos sido buenos amigos porque amo a la gente como Federico”. La influencia que ejerce Lorca no distingue de estilos musicales y así, la exitosa banda anglo-irlandesa de Punk-Folk The Pogues, que fusionaba la energía del Punk-Rock con la música tradicional irlandesa, reserva una canción de su álbum “Hell´s ditch” (1990) al poeta. En “Lorca´s Novena” recrean con su particular estilo la muerte del poeta. Llegamos así a la despedida, título además de una de las Canciones pertenecientes a “Trasmundo” (1921-1924), versos que la banda de Punk ilustrado The Clash, con fuertes vinculaciones con España y Andalucía, improvisó en “Spanish bombs” junto con un universo de mandolinas, guardias civiles, trincheras llenas de poetas y tapias de cementerio; una nostálgica composición con aires Pop donde se puede intuir lo que Federico pudo sentir aquellos días: el aliento viscoso de la hidra que hoy trata, una vez más, de resurgir.

 

 

Fuentes:

 

• Rockculture.es

• Theobjective.com

• Inmsol.com

 


 





































 






















 

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