Retenciones Africanas en el Blues

 

 

Si bien es asumido por todas las fuentes que las raíces del Blues se encuentran en los Field Hollers (Grito de Campo) y en las Working Songs (canciones de trabajo), la búsqueda de su semilla conduce inevitablemente a África.

La relación directa entre el Blues y las tradiciones musicales africanas han sido y siguen siendo materia de análisis para los investigadores. La complejidad del asunto llevó a algunos a expresarse en términos tan ambiguos, como etnomusicólogo Gerhard Kubik, autor de “Afrucan and the Blues”, quien mantiene que el Blues es una tradición afroamericana que se desarrolló bajo ciertas condiciones sociales en suelo norteamericano, en el sur profundo. No se desarrolló como tal en África, pero aún así, es un fenómeno que pertenece esencialmente al mundo de la cultura africana. África, a lo largo de su historia, ha albergado una gran diversidad cultural. Dentro de este vasto territorio, algunas áreas parecen tener una mayor relevancia para el Blues, en concreto, aquellos países de la costa occidental, que se extiende desde Gabón hasta Ghana a lo largo de la costa de Guinea, también conocida como Costa de los Esclavos, y más al interior, Mali. El historiador Paul Oliver, en su obra “Savannah Syncopators: African Retentions in the Blues”, incluye los territorios de la sabana situada al norte de la costa de Guinea, argumentando que comerciantes afro árabes del este, podrían haber tenido alguna influencia cultural. Por su parte, Sylviane Diouf, que ha realizado diversos estudios sobre los esclavos africanos musulmanes de Norte América, encontró una relación entre el Blues y las expresiones musicales del islam,
al comparar la llamada del muslim a la oración con una de las canciones de Blues más antiguas del Delta, “Levee Camp Holler”, recogida por Alan Lomax en una de sus grabaciones de campo. Diouf señaló varios paralelismos: ambas líricas hablan sobre la Gloria de Dios; ambas enfatizan algunas palabras que parecen vibrar con agitación de las cuerdas vocales del intérprete; además de los cambios dramáticos en las escalas musicales y en la entonación nasal común en ambas formas de expresión. Kubik, por su parte, también apuntó que ciertos elementos del Blues tienen sus raíces en la música islámica africana, al encontrar en el arco de diddley (instrumento de cuerda de fabricación casera), un derivado de un instrumento africano. Desde 1865, año del final de la esclavitud, hasta las primeras canciones datadas del Blues, transcurrieron tres o cuatro décadas. Si se amplía el período basta la aparición de las primeras grabaciones en discos, el tiempo transcurrido es de unos 70 años. En períodos tan largos de tiempo, las retenciones orales y la práctica informal debió sufrir distorsiones en la memoria y en la comunicación oral. Aún así, todavía es posible establecer conexiones entre el Blues afroamericano y los ritmos y cantos africanos a través de algunos elementos comunes. Por ejemplo, la escala pentatónica tan utilizada en el Blues, se puede encontrar en gran parte de la música vocal africana; o el patrón de llamada-respuesta, presente tanto en los campos de trabajo como en las reuniones religiosas, en el que se repiten las dos primeras líneas como llamada y se añade una tercera diferente como respuesta.
Instrumentos como el banjo, el arco de diddley y las prácticas africanizadas del pífano y los tambores, así como la improvisación, también son elementos del Blues que encuentran paralelismos con sus antecedentes africanos. Y si hay un rasgo de la música afroamericana que pone en evidencia la influencia africana, es el ritmo. Muchas tribus y clanes africanos utilizan los tambores como medio de comunicación, lo cual, sin dudas, contribuyó a desarrollar en los individuos un extraordinario sentido de ritmo. En algunos casos se describe al músico de Blues como una extensión del griot o el jeli africano. Los griots eran una especie de juglares, músicos itinerantes e historiadores. Los esclavos negros nacidos en Norteamérica acabaron perdiendo sus referencias nativas y África se convirtió para ellos en una tierra extranjera. Sin referencias culturales propias más allá del relato de sus mayores, el afroamericano sólo contaba con los hábitos y costumbres del amo blanco. Esta pérdida de la cultura original y la asimilación de formas culturales ajenas fueron las que dieron lugar al negro afroamericano y, posteriormente, al Blues.

 

 

Fuente:

 

• Bluesymonk.blogspot.com

 


 





















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