Literatura y Música - Pablo Neruda en canciones
A Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, mejor conocido como Pablo Neruda, se le puede recordar de mil formas. Su legado, en el cual sobresale la literatura, se ha convertido en un referente cuando de poesía se trata.
Durante años, diversos músicos y cantantes han partido de sus sonetos
para hacer propuestas musicales, incluso también han servido para rendir
homenaje. Hay canciones que pueden seguir levantando a América con la poesía de
uno de sus hijos más recordados. Lorca dijo de Pablo Neruda que era un
poeta “más cerca de la muerte que de la filosofía”. Su poesía sigue vigente y
ello lo demuestran la reedición continuada de sus obras. Para hacerse una idea
de su dimensión baste recordar también que en Estados Unidos se han publicado
58 antologías suyas. Pablo Neruda trabajó directamente
con Sergio
Ortega para la Ópera “Fulgor y muerte de Joaquín
Murieta” (1967). Pero hoy, a 50 años de su muerte, no es la única
partitura que lo sobrevive: los compositores no han dejado de convertir su
poesía en música. La lista ya era larga en 1973: el musicólogo Luis
Merino Reyes contó entonces 46 obras chilenas basadas o inspiradas en
poemas de Neruda. Y eso sin considerar los trabajos de corte folklórico
de Vicente
Bianchi. Diez años después, Rodrigo Torres retomó el tema. El
etnomusicólogo destaca que el escritor “se desplazó desde el 'arte por el arte'
al 'arte para todos y con todos'. Y esto lo transformó en un referente muy
influyente, en el país y en América, de la poética del arte comprometido que
intenta una nueva comunicación con la sociedad”.
Dos son los volúmenes
nerudianos que concentran la atracción mayoritaria de los músicos: “Crepusculario”
(1923) y “Canto General” (1950). Respecto del primero, se destacan el
ciclo de canciones “Pelleas y Melisanda” (1963), de Gustavo Becerra; “La
canción de los amantes muertos” (1964), de Pedro Núñez, y el lied de
Federico
Heinlein para el poema “Farewell”. En los años 50 y 60, la
épica de “Canto General” llega a todas las artes. “Hay una obra que
encarna cabalmente la emergencia pública de esta épica artística americanista:
la Cantata “América Insurrecta” (1962), de Fernando García”, dice
Torres. El LP “Istros (Danai canta a Neruda)”, es un disco que fue publicado
en 1969 y en el que Danai –cantante y escritora griega– musicaliza e interpreta
poemas de Neruda bajo la dirección musical y con arreglos de Luis Advis.
“Aquí
me quedo” La adaptación la hizo Víctor Jara a principios de los 70.
Luego de la entrega del premio Nobel de Literatura que ganó Neruda,
Jara
comenzó a hacerle un homenaje alrededor del mundo. La adaptación y la
musicalización de la obra teatral de Pablo Neruda “Fulgor y muerte de Joaquín
Murieta”; por parte de Olga Manzano y Manuel Picón, resultó en
un disco que se hizo realidad en 1974. Y, en 1979, la creación del disco “Los
versos del capitán”, igualmente basado en poemas de Neruda.
Sin duda una de las obras más bellas que se han creado sobre el poeta chileno,
dentro y fuera de España. “Antes de amarte, amor” - Pedro
Guerra hizo la adaptación del soneto número 25 del poeta chileno en
2004, cuando participó en el disco “Neruda en el Corazón”, donde se
conmemoraron 100 años del nacimiento de Pablo.
“A callarse” En ese mismo
homenaje sonoro, “Neruda en el Corazón”, una de las voces jóvenes que
sorprendieron fue la de Julieta Venegas, que hizo la
interpretación del poema que en algún momento cantó el mismo Neruda.
Asimismo, otro intérprete de este poema es el español Ismael Serrano. “Amo
el amor de los marineros” Desde muy joven Joaquín Sabina se adentra
a la poesía de Neruda. Es conocido que en sus conciertos de vez en cuando cite
al chileno. En 2004 también participó en el homenaje al centenario del poeta,
interpretando el soneto “Amo el amor de los marineros”. “Canto
General” Mikis Theodorakis, es un músico griego quien en los años
setentas vivió refugiado en algunos países de América Latina. En ese exilio
conoció a Pablo. Incluso, muchas de las canciones de Theodorakis fueros utilizadas
como la voz de protesta para los movimientos sociales y armados de América. En
esta época compuso algunas de sus obras más significativas, como son la música
para el “Canto General”, un disco que rinde homenaje al poemario de Pablo
Neruda. Una de las obras más relevantes, a nivel mundial, fue “Neruda
Songs” (2005) de Peter Lieberson, finalista del
Premio Pulitzer y superventas. También se inspiraron en Neruda Luigi Nono para su
“Epitafio
N°1” (1951), “The Lovers” (1971) de Samuel
Barber y “Serenata” (1974) de Ginastera, así como Luciano
Berio para “Coro” (1974-76); Beat Furrer para “Poemas”
(1984) y Osvaldo Golijov para “Oceana “(1996). Hernán Ramírez supera las
20 obras inspiradas en Neruda, y en él también se han
inspirado Sylvia Soublette (“Tres Sonetos”); Rafael Díaz (“Oda
al perro vagabundo” y “La otra orilla”); Jorge
Springinsfeld (“Angol”) y Eduardo Cáceres (“Las
preguntas”). Ya en el siglo XXI, han nacido creaciones de Ramón
Gorigoitía (“Winnipeg”), Miguel Chuaqui (“El
Canto Repartido”, de 2004), José Miguel Candela (“Delta”)
y Aliosha
Solovera (“Cielo y Sombra”), y el propio Schidlowsky (“Lautaro”
y “Desierto”).
Con ellas se confirma la vigencia del vate. En 2004, la Orquesta de la
Comunidad de Madrid, junto a su titular José Ramón Encinar, presentó en el
Auditorio Nacional, la “Canción desesperada” de Francisco
Otero y la “Serenata op. 42” de Ginastera, basadas ambas en poemas
de Pablo
Neruda. Como fuente de inspiración para muchos compositores, se repasa
la influencia del escritor chileno en el mundo musical.
Fuentes:
• Purochilemusical.blogspot.com
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