Bubu (Sierra Leona)
En Sierra Leona, la música tradicional y sus múltiples formas se transfieren de los maestros a los estudiantes. Uno de los géneros musicales tradicionales más importantes originarios de Sierra Leona es el Bubu. El Bubu es tocado por una banda en vivo formada por unas diez personas. Esta “Bubu Band” utiliza instrumentos de fabricación propia para crear un sonido único.
Estos instrumentos son una mezcla de flautas de bambú de diferentes
longitudes, tambores, maracas, cencerros y palos. Las flautas, que producen un
solo sonido, crean una melodía polifónica cuando se tocan simultáneamente.
Luego, esta melodía se repite y se acomoda con la batería. Los tambores varían
en tamaño y estilo de ejecución. Un ejemplo es el bajo, una gran caja de madera
que se toca envolviendo el puño con un paño y golpeando el tambor con fuerza. Cuando
se juntan, el Bubu suena como una banda de música monótona y animada, con
poca variedad de tonos. Normalmente, el Bubu se toca durante un período de
tiempo más largo. Puede durar desde quince minutos hasta cinco horas. El Bubu
es originario de los Temne, una de las tribus indígenas de Sierra Leona que se
encuentran principalmente en la parte occidental y norte del país. Los detalles
de cuándo se empezó a utilizar son fuente de especulación. Algunos dicen que el
Bubu
se originó en el pueblo de Mange Bureh, afirma Janka Nabay, líder y
principal embajador de la música Bubu. Según la leyenda, un joven
"niño bubu" se lo quitó a las brujas hace 500 años y lo llevó al
público en general, sacrificando su propia vida en el proceso. La función de la
música era anunciar a los diablos que “estaban listos para algo”. De manera
similar a tocar una campana, se toca Bubu para invocar a los espíritus
ancestrales. Esta práctica cambió ligeramente cuando los Fulani de Fouta
Djallon (Guinea) convirtieron a los Temne al islam. El Bubu, conservando su
función espiritual, pasó a formar parte de las procesiones musulmanas de 36
horas durante el Ramadán. De 1991 a 2002, Sierra Leona estuvo sumida en una
brutal guerra civil que afectó la vida de todos sus habitantes. Una vez más, la
función del Bubu cambió. Esta vez de forma negativa e imprevista. Todo
comenzó cuando Janka Nabay fue a Freetown a principios de la década de 1990 y
se inscribió en “Super Sounds”, un concurso de talentos local. Mientras todos
los demás artistas tocaban Reggae, el jurado pidió a Janka
que interpretara “algo sierraleonés”. La música Bubu había permanecido en
las aldeas de Temne durante siglos y Janka Nabay, siendo Temne, decidió
tocar Bubu. Ganó el concurso, tras lo cual su música fue grabada y
vendida en cintas de cassettes. Parte de su éxito fue que había modernizado el
género. Si bien el uso tradicional de muchos instrumentos diferentes hace que
la grabación sea compleja, Janka Nabay encontró una manera de
reconstruir digitalmente los ritmos del Bubu con sintetizadores y cajas de
ritmos. Con canciones como “Sabanoh” (We Own Here), Nabay
afirmó lo que estableció como el mensaje subyacente del Bubu: paz, buen gobierno
y empoderamiento de las mujeres o “ponchus”. La mayor parte de su música
enfatizaba encontrar el alma interior o “squang” y compartir el amor o “flampus
en elangus bubu” - difundir el fuego de tu corazón. A medida que la música de Janka
Nabay se hizo cada vez más conocida, ganó popularidad entre los
rebeldes del Frente Revolucionario Unido. Los rebeldes del RUF se dieron cuenta
de la popularidad de su música y la utilizaron para crear un bastión sobre los
civiles. Un método consistía en instalar altavoces o ghettoblasters en las
aldeas para reproducir Bubu grabado. Los civiles, pensando
que había alguna fiesta en marcha, vendrían y se unirían a la
"fiesta" y quedarían atrapados. El motivo para elegir el Bubu
no fue sólo por la respuesta de los ciudadanos; las canciones también llevaban
un mensaje implícito de abrazar la herencia de Sierra Leona.
Como la música Bubu
era el ejemplo central de la música popular de origen local, los rebeldes la
utilizaron para imponer un sentido de patriotismo y unidad. Como respuesta a
este uso inesperado de su música, Janka Nabay grabó varias canciones
en las que criticaba la guerra civil y las prácticas de los rebeldes.
Desafortunadamente, esto tuvo un efecto imprevisto: los rebeldes cambiaron la
letra de estas canciones hasta tal punto que las empoderaron. Finalmente, Janka
Nabay abandonó Sierra Leona y emigró a Estados Unidos. Allí formó una
banda Bubu en Nueva York. Janka Nabay and the Bubu Gang ha
tenido éxito comercial a nivel internacional. El álbum “En Jay Say” fue lanzado
en el sello discográfico Luaka Bop. Después de la partida de Janka
Nabay, el Bubu siguió siendo una parte importante del panorama musical.
Pero mientras que la alteración del Bubu de Janka Nabay siguió siendo
bastante tradicional, los artistas populares han modernizado la música Bubu
en mayor medida. Los ritmos de Bubu se mezclan con ritmos de Hip-Hop
y Rap.
La exitosa canción de Drizilik, “Ah dae go dae gbet”, es
un éxito reciente. El Bubu sigue siendo popular durante
las actividades culturales. Muchas bandas practicantes de Bubu tanto en la capital
de Sierra Leona como en los pueblos actúan durante festivales, carnavales,
celebraciones de la independencia y fiestas privadas. El Bubu ha viajado desde su
música religiosa tribal localizada que había permanecido en la oscuridad
durante siglos hasta convertirse en un género musical aclamado a nivel nacional
e internacional. El género ha cumplido varias funciones, desde potenciador del
trance hasta trampa peligrosa. Hoy en día, el Bubu es un género muy
elogiado en el país y considerando su pasado, se puede esperar que su música
evolucione en mayor medida.
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