Samba-Exaltação (Brasil)
La música está directamente vinculada a la historia de Río de Janeiro. En esta liga, algunos géneros musicales tienen un vínculo aún más fuerte. Uno de ellos es la Samba y sus subgéneros, como la Exaltação, tan presente en los desfiles de carnaval. Hay quienes sostienen que el momento más emocionante de un desfile de Escolas do Samba es el “calentamiento”.
Opiniones y exageraciones aparte, es en esta hora cuando se
suelen cantar las Sambas de Exaltação de las asociaciones y, de hecho, es allí
donde la comunidad muestra su fuerza antes de pisar definitivamente la avenida.
Cuando, a fines de la década de 1920, las Escolas do Samba se organizaron como
asociaciones, aumentó el sentimiento de rivalidad y pasión que ya existía en las
anteriores disputas de cuadras, ranchos y cordões. Con eso, las letras que
ensalzaban el amor por las Escolas de Samba comenzaron a tener
mayor sentido para las personas involucradas en estos ambientes. Esta idea se
extendió a lo largo de décadas y se mantiene firme hasta el día de hoy. Es
común observar en las canchas y cuarteles, fanáticos de las asociaciones del
Carnaval cantando sus himnos (las Sambas de Exaltação) como si
estuvieran en un estadio de fútbol viendo una final contra el mayor rival. La
nomenclatura “Samba-Exaltação” apareció en 1939. Sin embargo, la idea de Sambas
que hacían menciones honoríficas a algo ya existía desde principios de la
década de 1930, cuando Getúlio Vargas asumió la presidencia
de la República. Durante este período, los compositores comenzaron a escribir
letras que exaltaban a Brasil y al gobierno. También en 1939, Vargas
creó el Departamento de Prensa y Propaganda (DIP) con el objetivo no sólo de
hacer censura previa a los medios de comunicación, sino también con la intención
de elaborar e imponer su ideal, un proyecto de construir un país a través del
trabajo.
Hasta entonces, la Samba estaba dirigida a los
delincuentes. A partir de entonces, el gobierno invirtió en el uso de la música
como vehículo de su ideología, principalmente el entusiasmo por el trabajo,
incluso distribuyendo fondos a Escolas do Samba con la condición de
que intercambiaran temas que evocaran delincuentes por temas nacionalistas y
patrióticos que alentaran al trabajo. Los problemas sociales estaban ocultos,
estaba prohibido mencionarlos. En ese momento, Samba-Exaltação era una Samba
con largas melodías y letras que defendían el patriotismo, abordando siempre
temas nacionalistas. Muy desarrollado a partir de 1930 durante el gobierno de Getúlio
Vargas, cultivado por profesores de teatro musical, radio y luego
discoteca, marcando buena parte de la música producida durante el Estado Novo,
(1937-1945). El énfasis musical recayó en el arreglo orquestal, el cual debía
contener elementos elocuentes y grandiosos, dando fuerza al nacionalismo que se
quería demostrar, tratando de mostrar un país de trabajo y grandeza, con una
imagen positiva y moderna. Ary Barroso compuso, en 1939, “Aquarela
do Brasil”, considerada la primera Samba-Exaltação de la historia. Ary
incluso fue acusado de haber aceptado un encargo de Getúlio Vargas, debido a
la gran coincidencia del contenido de la canción con el contexto vivido en ese
momento. Barroso, que a mediados de los años 1940 fue elegido concejal
de Río de Janeiro por la UDN (União Democrática Nacional), entonces opositora
al PTB de Vargas, se defendió de este argumento afirmando que era pura
coincidencia, que él no escribió nada por orden de nadie. De todos los alardes
de Sambas
y Marchinhas,
una canción se destacó. La Escola do Samba “Caminha Falar”,
conocida como la primera de Brasil, desfiló en 1932 –año que marcó el inicio
del Carnaval con una disputa por el título entre las asociaciones– con el tema
“A
Primavera e a Revolução de Outubro”, un claro homenaje a Vargas,
quien llegó al poder dos años antes.
El historiador Claudio Russo, uno de los
investigadores de la Comisión de Carnaval de Beija-Flor, cuenta cómo se
desarrolló este proceso: “Determinar exactamente la hora y qué Escola
do Samba comenzó es una tarea bastante difícil, pero podemos decir que
durante mucho tiempo la Samba-Exaltação era una
práctica muy utilizada por los compositores escolares. Quedaron para la
posteridad grandes Sambas como las composiciones de Candeia, Chico
Santana y Paulinho da Viola, en “Portela”; Silas de Oliveira y Mano
Décio, en “Império Serrano”, que dejaron tantas obras magníficas. En la “Academia
Salgueiro”, Geraldo Babão y Djalma tarareaban sus Sambas
con la belleza de una Sabiá”. Monarco, uno de los grandes nombres
de la historia de la Samba y del carnaval, afirma con
vehemencia la importancia que tiene la Samba-Exaltação para una escola: “Es
más importante que la Samba-Enredo. Es una Samba
que sale del corazón. La Exaltação de la samba viene desde
dentro. Evidentemente, ambas son importantes, la trama y la Exaltação.
Pero la de Exaltação tiene ese algo extra, eso de reforzar el amor por la Escola
do Samba. La Samba-Exaltação es algo que no
debería morir”. Otro bastión del carnaval, Nelson Sargento, después de subrayar
que las Samba-Exaltação son sumamente necesarias para mantener el alma
de la fiesta, señaló sus favoritas: “Me gustan las que hizo Silas
de Oliveira para Império. Los de Salgueiro son geniales. Beija-Flor
también tiene unas muy bonitas”. Cuando se habla de Samba-Exaltação y Beija-Flor,
inevitablemente se piensa en Neguinho y “A Deusa da Passarela”.
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