Ars Subtilior

 

A finales del siglo XIV, alrededor de 1370-80, el gran movimiento del Ars Nova se fue agotando progresivamente. Esta extinción vino determinada, en gran medida, por la muerte de Francesco Landini, su último gran representante, por la vuelta del papado a Roma en 1377, y por la crisis de los señoríos italianos.

Además, la burguesía del momento había permanecido fiel al estilo italiano y las formas más populares. A partir de ese momento, las cortes de los prelados y señores italianos se abrieron a la moda francesa, y sus protegidos: Matteo da Perugia y Philippus de Caserta, adoptando totalmente el Ars Subtilior, más internacional, más ajeno a las diferencias nacionales, resultado directo de la progresiva complejidad rítmica y sutileza melódica que fue adquiriendo el Ars Nova francés de finales del siglo XIV. El Ars Subtilior (o arte más sutil), es un estilo musical caracterizado por la complejidad en el ritmo y en la notación, centrado alrededor de París, Aviñón en el sur de Francia, así como en la corona de Aragón. Este estilo también se extendió hasta Chipre, que era un puesto de avanzada cultural francés por esa época. A menudo, el nombre Ars Subtilior se utiliza en contraposición al de Ars Nova, que se aplica al estilo musical del período anterior, que abarcó desde alrededor de 1310 hasta 1370. Aunque algunos consideran al Ars Subtilior como una subcategoría del estilo anterior. A pesar de su corta duración, el Ars Subtilior llegó a influir en estilos del norte de Italia, a través de compositores como Francesco Landini. El nombre de Ars Subtilior fue acuñado por la musicóloga Ursula Günther en 1960, para evitar las connotaciones negativas de los nombres con que se definía antes a éste género ”estilo manierista” y "notación amanerada". (Günther se basó en las referencias existentes en el Tractatus de diversis figuris, atribuido a Philippus de Caserta, sobre cómo los compositores se movían hacia un estilo "post modum subtiliorem comparantes" y desarrollando un "subtiliter magis artem"). Musicalmente, las obras pertenecientes al ars subtilior son muy refinadas, complejas, difíciles de cantar y probablemente fueran creadas, cantadas y disfrutadas por un público reducido de especialistas y conocedores.

Partitura de La harpe de melodie

El musicólogo Richard Hoppin sugiere el superlativo “ars subtilissima”, afirmando que habría que esperar hasta el siglo XX para que la música llegara de nuevo a alcanzar los más sutiles refinamientos y complejidades rítmicas del estilo manierista. Se trata de canciones seculares casi exclusivamente y tienen como tema el amor, la guerra, la caballería y las historias de la antigüedad clásica. incluso hay algunas canciones escritas para alabar a figuras públicas, como por ejemplo, el Papa Clemente VII. Daniel Albrigh compara el énfasis del Avant-Garde y la música modernista del siglo XX en generar música mediante la experimentación técnica, con el precedente establecido por el movimiento Ars Subtilior con su deleite autónomo en ampliar los reinos del sonido. Albright cita el canon perpetuo titulado “Tout par compas suy composés”, de Baude Cordier, escrita en un pentagrama circular. Uno de los centros de actividad de este estilo es Aviñón a finales de la cautividad babilónica del Papado y durante el Gran Cisma de Occidente (1378-1417), tiempo durante el cual la Iglesia de Occidente tenía un Papa en Roma y otro en Aviñón. La ciudad en el Ródano se había convertido en un centro cultural activo, y produjo el corpus más importante que se conserva de canción profana de finales del siglo XIV. Respecto a las formas musicales, se emplearon las ya cultivadas en el Ars Nova: la Ballade (forma musical más importante en ese momento); el Rondeau y Virelai, el Motete isorrítmico, el Madrigal, aunque con las nuevas características que definen este nuevo estilo, como una mayor complejidad en todos los aspectos. Una de las técnicas del Ars Subtilior consistía en el uso de notas rojas, o "coloración", donde las notas rojas indicaban una alteración de los valores de las notas de un tercio. Pero sin dudas, lo más llamativo eran los manuscritos, que a menudo presentaban formas inusuales y hasta decorativas, como una forma de música visual. Por ejemplo, ”Belle, bonne, sage”. de Baude Cordier, en forma de corazón; “La harpe de Melodie”, de Jacob Senleches, en forma de arpa, o “Tout par compas suy composés”, de Baude Cordier, en forma de varios círculos. Compositores franceses, flamencos, españoles e italianos practicaron este estilo. Entre las fuentes primarias del Ars Subtilior están algunos manuscritos como: ”Codex de Chantilly”; “Codex Faenza”; “Codex Ivrea”; ”Codex de Módena”; “Codex Apt”; “Manuscrito Mancini”; “Manuscrito de Londres”; “Manuscrito de Sevilla”, etc.

 

 

Partitura de Belle, bonne, sage, de Baude Cordier

Partitura de Tout pas compas, de Baude Cordier

Codex de Chantilly

Codex de Chantilly

Codex de Chantilly

Codex Faenza

Codex Ivrea

Codex de Módena



















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