Cancán (Francia)



El Cancán, o Cancan, emergió hacia 1830 en los salones de baile de las clases trabajadoras de Montmartre, en las afueras de Paría, bajo la forma de improvisación siendo una suerte de transgresión a las normas de la época al criticar a la monarquía, al clero y a la moral burguesa. Para ese momento, y durante la mayor parte del siglo XIX, en Francia, el baile también fue conocido como Chahut, que significa “ruido” o “alboroto”, mientras que la palabra Cancán deriva del verbo cancaner, que significa “criticar”. “maldecir” o “armar bronca”. Este estilo de baile parisino, con las finas y largas piernas de las jovencitas que lo ejecutaban, asestaba puntapiés a la discriminación moralista de principios del siglo XIX. Un escándalo, como su nombre lo indica, que separaba a las bailarinas de las damas de  sociedad, pero que las acercaba irremediablemente a su liberación como género. La vestimenta de las bailarinas era un escándalo en sí: la ropa interior aparecía al exterior. Las bailarinas de Cancán vestían un corsé muy escotado que desanudaba al salir a escena. Era una manera de liberarse. En el cuello llevaban una gargantilla que llamaban “collar de perro”. Con ella denunciaban que eran tratadas como una perra por los hombres, pero demostraban que no estaban encadenadas por una correa. La época de surgimiento del Cancán fue un período muy difícil, con muchos movimientos políticos, epidemias y emigración del campo a la ciudad. En París había mucha gente que vivía sola, trabajadores emigrantes, que se sentían solos y miserables. Por eso iban a los bailes a divertirse y olvidar su triste condición. Poco después, en la alta sociedad de París, causó cierta controversia debido al estrecho contacto entre los cuerpos al bailar. Así comenzó una conexión entre la llegada a Francia de esta danza de origen bohemio y el desarrollo del ultrajante Cancán: ambos se dan con un movimiento rápido al compás de dos por cuatro. 
 

Un dato curioso sobre el Cancán es que contrario a la imagen más popular de este estilo, en sus inicios era interpretado por hombres y mujeres como un baile de parejas, hasta que la propia especialización de los pasos, cada vez más acrobáticos, propició una forma paralela como espectáculo de diversión en el que las mujeres sí tuvieron una participación casi exclusiva. Incluso, en los primeros años era tenido como un baile respetable, apenas una variación de la conocida Cuadrilla, hasta que en la década de 1840, aumentó el énfasis en los movimientos cada vez más elevados de las piernas y la exhibición de la ropa interior, que provocó un notorio rechazo por parte de las autoridades y los sectores más conservadores de París. Varios de los pasos más conocidos son la battement, o patada alta; el rond de jambe, que consiste en un movimiento rotatorio de la pantorrilla, con la rodilla levantada y la falda sostenida en lo alto; el port d'armes, que implica girar sobre una pierna; y por último, el puente y el grand écart, o caer con las piernas abiertas. Como en algunos géneros como el Flamenco español, el Cancán incluye gritos y silbidos mientras se baila. Se decía que muchas de las bailarinas eran prostitutas. En los orígenes de esta danza las bailarinas se ponían el gorro frigio, un emblema de la República que estaba prohibido. Para transgredir esta prohibición, las bailarinas inventaron un peinado que se parecía al gorro frigio, de color rojo. Las bailarinas ponían su individualidad en primer plano, cada una tenía su sello propio y un estilo diferente. Se ponían nombres artísticos sorprendentes: Nini-Patte-en-l’air (Nini piernas en alto); la Sauterelle (la saltarina), Tête de morte (cara de muerta), Grille d`Egouts (Reja de alcantarilla), etc. Muchas bailarinas formaban una cuadrilla y otras tenían un estilo tan personal que danzaban solas. La Edad de Oro del Cancán fue la época de Henri de Toulouse-Lautrec, quien inmortalizó a bailarinas como La Goulue y Jane Avril.



















































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