La Movida Madrileña fue un movimiento contracultural surgido durante los primeros años de la transición post franquista en España, que se generalizó y se convirtió en la Movida Española, prolongándose hasta finales de los 80. Se reconoce como punto de partida de la Movida al llamado “Concierto Homenaje a Canito”, en memoria de José Antonio Cano Leal. Baterista de Tos (futuro Los Secretos), que había muerto a causa de un accidente de tránsito en diciembre del 79. En dicho concierto, celebrado el 9 de febrero de 1980 en la Escuela de Caminos de Madrid. Actuaron Tos, Mermelada, Nacha Pop, Paraíso, Alaska y los Pegamoides, Trastos, Mario Tenia y Los Solitarios. El momento cumbre de la Movida fue el 23 de mayo de 1981 cuando se organizó el “Concierto de Primavera”. Más de 15000 personas se dieron cita en el festival que duró más de ocho horas y en el que participó Fahrenheit 451, Alaska y los Pegamoides, Flash Strato, Los Modelos, Tótem, Rubi y los Casinos, Mamá, Los Secretos y Nacha Pop. El apoyo político a esta cultura alternativa pretendía mostrar un punto de inflexión entre la sociedad franquista y la nueva sociedad de la democracia. Esta imagen de una España “moderna” sería utilizada internacionalmente para combatir la imagen negativa que el país había adquirido a lo largo de cuatro décadas de dictadura. Desde las cadenas musicales de Radio Nacional de España, Radio 3 y Radio España FM se transmitía lo que sucedía y se convirtieron en portavoz de la Movida. Por su parte, la aparición de discográficas independientes permitió la creación de una música distinta a la patrocinada por los grandes sellos. La Movida Madrileña no se limitó a un estilo de música particular o concreto, sea Glam Rock, Punk, New Age o Tecno, pues los jóvenes que participaron en esa época, se distinguieron por adoptar una gran variedad y libertad de gustos y subculturas musicales alternativas a los anteriormente presentados oficialmente como populares.
Madrid, años 80
La música fue el disparador, y la nueva forma de entender la cultura se extendió rápidamente a otros ámbitos como cine, comic, televisión, diseño, prensa, radio y sobre todo, una nueva forma de entender la vida, especialmente la vida nocturna. El primer grupo de la Movida fue Kaka de Luxe, formado en 1978 y del que surgieron Alaska y los Pegamoides, Radio Futura y Paraíso. Luego reaparecieron cantantes como Joaquín Sabina y Miguel Ríos; llegaron músicos argentinos que aportaron su Rock en español (Moris, Rubi, Tekila); aparecieron poperos clásicos (Natasha Pop, Los Secretos); futuristas (Zombies, Aviador Dro); góticos (Décima Víctima, Parálisis Permanente); Punkies (Toreros Muertos, Los Nikis); Pop divertido (Hombres G, Modestia Aparte); etc. No sólo se siguió la estética inglesa o norteamericana. El Pop comenzó a “aflamencarse” (Veneno, Pata Negra); utilizar la estética castiza (Gabinete Caligari) y se vieron los primeros intentos de mestizaje entre la música latina y el Pop, con Radio Futura a la cabeza. No está de más recordar la incursión musical de Almodóvar, que con sus Fashion Victims fue uno de los mayores promotores de la movida.
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