La Danza de los Animalitos se
practica mayormente en los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Baja
Verapaz (Guatemala), bajo diferentes nombres, como, por ejemplo: “LosAnimalitos”
en los municipios de Rabinal, San Miguel Chicaj y Cubulco, en Baja Verapaz, y
como “Venado” en San Antonio Aguas Calientes, Sacatepéquez. También
se llama “Baile del Tirador” en el municipio de Ciudad Vieja Sacatepéquez
y “El
Tauro” en Siquinalá, Escuintla.
La danza de El Tabal en Sololá,
departamento de Guatemala, es una tradición con más de cien años de existencia,
y es una mezcla entre devoción, sincretismo y alegría.
Los sololatecos esperan con mucho
entusiasmo esta celebración, que constituye una de sus manifestaciones
culturales más importantes.
El Son de la Negra es un son
tradicional del sur de Jalisco, México, famoso por sus distintas versiones, en
particular la de mariachi. Fue popularizado en el mundo a partir de la década
de los cuarenta luego de que el compositor jalisciense Blas Galindo en 1940 la
incluyera en su obra “Sones de mariachi”.
Desde mucho tiempo atrás, tanto
que sus orígenes se han olvidado, los habitantes de Tenosique, cabecera del
municipio tabasqueño con el mismo nombre, realizan año con año una peculiar
danza como parte de las celebraciones del carnaval. Se le llama Pochó,
nombre que aparece en el Diccionario maya Cordemex como una palabra registrada
en la primera mitad del siglo XIX por Juan Pío Pérez, con la siguiente
definición: “un baile vedado, mitotada de indios con sus tunkules”.
La música Tribal
es uno de los descendientes directos de la llamada “música House”, la cual,
junta esa música House que tanto conocemos ahora por su inmensa, y la denominada
“World
Music”.
En el universo está el planeta tierra, la tierra es nuestra casa, no
tenemos otra casa, la tierra no es nuestra, en ella vivimos y de ella nos
alimentamos, la tierra es nuestra madre. Así es parte de la filosofía y el
pensamiento de muchos de los antiguos pobladores de las Américas.
La Canción Melódica es un género musical cantado en español, en el
que abunda gran presencia de orquestación y es interpretado habitualmente por
cantantes solistas de destacadas cualidades vocales. Predominan en él las Baladas,
aunque también puede tener influencia de otros estilos. Sus letras hacen casi
siempre referencia a temas románticos y/o sentimentales.
Como género dentro de
la música popular, la Canción Melódica hispana es
equiparable a otros géneros como la Chanson francesa, la Canzone
Napoletana, el Pop tradicional y el Soft
Adult Contemporany anglosajón. La Canción Melódica surgió como estilo
musical en la primera mitad del siglo XX. Sus primeras influencias fueron el Bolero,
la Copla
Andaluza y el Cuplé. En comparación con estos
géneros, la Canción Melódica ponía más énfasis en el estribillo y fue
eliminando progresivamente los elementos más folklóricos de sus influencias,
sustituyéndolos por orquestas o, incluso más adelante, instrumentaciones Pop.
Posteriormente, la Canción Melódica evolucionó bajo la influencia de la Chanson
francesa y de la música romántica italiana, en particular, al influjo del
Festival de la Canción de San Remo. También fue importante la influencia de la
música de los cantantes crooner estadounidenses. En los años 50, artistas como Gloria
Lasso, Elder Barber, Monna Bell y José Guardiola se
convirtieron en algunas de las primeras estrellas de la Canción Melódica. En los
años 60 y 70 este género se convirtió, probablemente, en el estilo de música
más popular cantado en castellano. En esos años, el estilo se consolidó con la
aparición de grandes estrellas, como Raphael, Julio Iglesias, Camilo
Sesto, Nino Bravo, Rocío Durcal o Mari Trini. También
ayudaron a la consolidación del estilo, el Festival Internacional de la Canción
de Benidorm y el Festival de la OTI. En su época de mayor popularidad, la Canción
Melódica era generalmente un tipo de Balada Romántica
acompañada de arreglos tradicionales y ligeros, frecuentemente interpretados
por una orquesta. Posteriormente, en los años 70, también obtuvieron éxitos
artistas como Pablo Abraira, Mocedades, José Vélez, Dyango,
Manolo
Otero, Paloma San Basilio o José Luis Perales.
A lo largo de la década siguiente, las nuevas generaciones fueron
perdiendo el interés por el estilo de la Canción Melódica, que pasó a
considerarse como algo pasado de moda o desfasado, en comparación con los
nuevos estilos musicales del momento. Aun así, artistas como Julio
Iglesias, Raphael o Francisco, siguieron cosechando éxitos,
aunque fuera entre el público cada vez más adulto. La Canción Melódica siguió
popular en Latinoamérica, con artistas como Leonardo Favio, el “Puma”
Rodríguez, Sandro, José José, Juan Gabriel, Emmanuel,
y posteriormente, María Martha Serra Lima, Valeria Lynch, Pimpinela o Luis
Miguel, entre otros. Algunos artistas como Facundo Cabral, Joan
Manuel Serrat, José Feliciano, Víctor Manuel o Ana
Belén, si bien no son considerados exponentes de la Canción
Melódica, han incursionado en esta frecuentemente. Por otra parte,
artistas de la Copla andaluza, como Rocío Jurado e Isabel Pantoja,
incorporaron cada vez más influencias de la Canción Melódica en su
repertorio. En los años 90, el género recuperó cierta popularidad, si bien
evolucionó hacia influencias más Pop, como el caso de Luz
Casal, Sergio Dalma, Alejandro Sanz, Luis Miguel y,
posteriormente, Álex Ubago y Tamara. Aunque actualmente son pocos
los artistas especializados exclusivamente en la Canción Melódica, su
influencia sigue siendo importante en la Balada Romántica, y la música más
ligera cantada en castellano. La mayor parte del repertorio de los grandes
intérpretes de la Canción Melódica no ha sido compuesto por ellos mismos, sino
por autores que habitualmente han permanecido en las sombras. Entre los artífices
de muchas de las canciones más conocidas cabe mencionar las figuras de Manuel
Alejandro, Augusto Algueró, Rafael Pérez Botija, Juan
Carlos Calderón, o el dúo de José Luis Armenteros con Pablo
Herrero. A ellos se suman algunos autores que paralelamente han hecho
carrera también como cantantes de éxito, como son José Luis Perales, Roberto
Carlos, Pablo Milanés o Juan Pardo.
La Balada Romántica es un género musical originario de España y
que luego alcanzó popularidad en América Latina. Deriva directamente de la
Copla española como vertiente enriquecida por el uso moderno de la orquesta
sinfónica que, desde los años 40 fue común en España.
Estas influencias
sinfónicas están vinculadas al desarrollo y popularidad de la Balada
europea y americana. Artistas como el director de orquesta inglés Percy
Faith y otros, trazaron la pauta de cómo introducir en las masas las
canciones cantadas y de temática romántica pero enriquecidas con el uso de
cuerdas y metales provenientes de la orquesta. La Balada Romántica es la
expresión de un proceso de “integración sentimental latinoamericana”, fenómeno
que estaría dando cuenta de una estandarización de las maneras de sentir y
expresar las emociones de los latinoamericanos, a través de gestos, sonidos,
ritmos y cadencias literarias comunes, vinculados a su vez a las telenovelas.
El género “Ballad”, de origen cultural de los inmigrantes europeos en la
América de los años 1920, contrastaba con el desarrollo de la música
norteamericana. El Blues y el Jazz sufrieron transformaciones que
se estaban gestando en los años 30 y 40, y que propiciaron el origen de nuevos
ritmos. Las Baladas se difundían en acetatos y en el cine estadounidense
por todo el mundo, influenciándolo también. Uno de los principales difusores
fue Elvis
Presley, cuando abandonó el Rock’n’Roll y se dedicó a la Balada
influenciando al Rock Slow de fines de la década. América Latina, Europa y los
otros continentes recibieron la influencia musical estadounidense y produjeron
reediciones de esas Baladas, con nuevas letras en idiomas autóctonos durante más de
una década. La música de los distintos países quedó relegada frente a los
cantantes estadounidenses que llenaban las carteleras baladísticas desde los
años 30. El primero que demostró que la Balada tenía aceptación por Italia,
América Latina, Norteamérica y el resto del mundo, fue el italiano Nicola
di Bari con su “Volare”, quien había ganado el
Festival de San Remo de la Canción en 1958 y que interpretaba sus éxitos
musicales en italiano y en español. Charles Aznavour, con su “Bohemia”,
debutó como los grandes en el teatro de La Alambra en París. Su compatriota, Serge
Bécaud tuvo éxito con “Nathalie”. Ambos cantaban en francés
y español, demostrando que la Balada tenía aceptación internacional.
En América Latina se producía Boleros. Así, boleristas como Bobby
Capó, se hicieron populares con un nuevo género, los “Boleros-Baladas”,
innovación de Armando Manzanero. Todo este género era llamado Balada
de la nueva ola, no existían denominaciones como Balada Latina o Fusión
musical. En América Latina surgieron importantes baladistas que primero hacían Rock’n’Roll,
luego Pop hasta llegar a la Balada, como Sandro, Luis
Aguilé, Palito Ortega, Leo Dan, Leonardo Fabio y otros
que se presentaron en la América de habla hispana. En los años 70 la influencia
del Jazz
y su relación con técnicas de música clásica hizo nacer un movimiento de Baladas
más complejas en progresiones armónicas. Esto provocó que fuese la mejor época
del género ya que en todo el mundo se lanzaron a realizarlo. En esta época de
oro, que duró hasta mediados de los años 80, artistas como Rocío Jurado, José
José, Juan Gabriel, Julio Iglesias, Camilo Sesto, Sandro,
Raphael,
Roberto
Carlos y Rocío Durcal, entre otros, sacaron al mercado grandes éxitos
mundiales. Finalmente surgió el movimiento baladístico hispano fuera de España,
más influenciado por la música tradicional de cada país. La diferencia más
notoria con la española es que prescindió del uso de orquesta sinfónicas
apostando por el uso de sintetizadores. La exponente pionera del género fue Ana
Gabriel con sus canciones desgarradoras. Luego Ricardo Montaner y Sin
Bandera se dedicaron a sonorizar con Baladas Latinas las
interminables telenovelas. En los años 90, bandas de Rock fusionaron Baladas
con ritmos locales logrando buenos resultados gracias al aporte de intérpretes
de Rock
argentino como Abuelos de la Nada, Serú Girán o Fito Páez, quienes se
animaron a imprimir Baladas producidas por ellos mismos y que resultaban
deslumbrantes. Mucho antes, algunos Tangos, terminaron convirtiéndose
técnicamente en bellísimas Baladas, como “El día que me quieras” de
Carlos
Gardel. Por su parte, el cantautor cubano Silvio Rodríguez compuso
algunas de las Baladas originales más bellas, enmarcadas dentro de la Nueva
Trova de su país. Desde Italia, Laura Pausini, Tiziano Ferro, Eros
Ramazzotti, etc., se integraron al género gracias a las letras en
español traducidas de sus canciones.