Jazz - Young Lions
El movimiento de los Young Lions (Jóvenes Leones), que cobró fuerza a partir de la década de 1980, representó un giro significativo en el panorama del Jazz. Fue una poderosa respuesta al predominio del Jazz Fusión y el Jazz de Vanguardia de las décadas anteriores, y buscó revitalizar los cimientos acústicos y las tradiciones históricas del género, especialmente el Bebop y el Hard Bop. Este movimiento no solo redefinió el sonido predominante del Jazz, sino que también generó un intenso debate sobre la dirección y el futuro de la forma de arte.
• Jazz Fusión: Artistas como Miles Davis (en su fase eléctrica), Weather Report y Herbie Hancock fusionaron el Jazz con Rock, Funk, R&B y elementos electrónicos. Esto atrajo a nuevas audiencias, pero alienó a muchos puristas que sentían que el Jazz perdía su alma.
• Jazz de Vanguardia/Free Jazz: Músicos como Ornette Coleman y Cecil Taylor exploraron la atonalidad, la improvisación libre y estructuras no convencionales, llevando el Jazz a límites que algunos consideraban inaccesibles o nihilistas.
En este contexto de diversidad, e incluso de “crisis de identidad” para algunos, surgió una nueva generación de músicos que, tras años de estudio formal y una profunda inmersión en la historia del Jazz, sentían la necesidad de regresar a las raíces. Estos jóvenes artistas no solo eran virtuosos, sino que también eran fervientes defensores de la tradición.
Su pilar fue un retorno consciente y deliberado a los lenguajes musicales del Bebop, Hard Bop, e incluso estilos anteriores como el Swing de la era de las Big Bands y el Jazz de Nueva Orleans. Estudiaban meticulosamente a figuras como Louis Armstrong, Lester Young, Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Miles Davis (de su período acústico), John Coltrane y Thelonious Monk. Su objetivo era dominar estas tradiciones antes de intentar cualquier innovación.
Se sumergieron en el “Great American Songbook” (los clásicos de la canción norteamericana) y en los estándares de Jazz. Esto significaba interpretar y reinterpretar composiciones icónicas, manteniendo las formas AABA, blues de 12 compases y otras estructuras armónicas convencionales. La prioridad no era reinventar la rueda, sino dominarla y expresarse a través de ella.
Estos músicos eran, en su mayoría, prodigios técnicos, muchos de ellos salidos de programas de Jazz de conservatorios prestigiosos. Su habilidad instrumental les permitía ejecutar con fluidez las complejidades armónicas y melódicas del Bebop y Hard Bop.
La improvisación dentro de los Young Lions priorizaba la construcción melódica clara y la exploración armónica dentro de los cambios de acordes, en contraste con la abstracción o el minimalismo de otras corrientes.
Una de las contribuciones más significativas de Wynton Marsalis y su círculo fue el impulso para que el Jazz fuera reconocido como una forma de arte seria, equiparable a la música clásica europea. Esto se manifestó en conciertos en salas de prestigio, colaboraciones con orquestas sinfónicas y una mayor presencia en instituciones académicas. Esta visión buscaba legitimar el Jazz no solo como entretenimiento, sino como una compleja disciplina artística digna de estudio y preservación.
Otros músicos influyentes asociados a los Young Lions incluyen a:
• Branford Marsalis: Hermano de Wynton, saxofonista versátil que, aunque partió de la tradición, también exploró caminos más contemporáneos y colaboró con artistas de otros géneros.
• Terence Blanchard: Trompetista que también emergió de la escena de Nueva Orleans y, como Wynton, tuvo un paso por los Jazz Messengers de Art Blakey. Más tarde, se destacaría como compositor de bandas sonoras de cine.
• Roy Hargrove: Otro trompetista con un profundo respeto por la tradición del Hard Bop, pero también abierto a la exploración de otros géneros como el R&B y el Hip-Hop.
• Joshua Redman: Saxofonista, hijo del legendario Dewey Redman, que se ganó rápidamente una reputación por su virtuosismo y madurez musical.
• Christian McBride: Uno de los contrabajistas más aclamados de su generación, conocido por su sólida base en el Hard Bop y su versatilidad.
• Kenny Garrett: Saxofonista que, aunque tocaba con Miles Davis en su última etapa, también se asoció con el renacimiento acústico.
• Benny Green: Pianista que encarna la tradición del Bebop y Hard Bop de pianistas como Bud Powell y Horace Silver.
• Harry Connick Jr.: Si bien es más conocido por su estilo vocal de crooner, su temprano éxito en el piano y su enfoque en el Jazz tradicional lo vincularon al movimiento.
Acusaciones de Conservadurismo: Muchos críticos y músicos lo tildaron de ser demasiado conservador y de “sofocar la innovación”. Argumentaban que, al mirar hacia el pasado de manera tan estricta, el movimiento estaba impidiendo la evolución natural del Jazz.
“Policía del Jazz”: Wynton Marsalis, en particular, fue criticado por lo que algunos percibían como una actitud dogmática y excluyente, dictando lo que era y no era “jazz auténtico”. Esto generó tensiones con músicos que exploraban la fusión, el Free Jazz o nuevas formas de expresión.
Comercialización vs. Arte: Algunos veían el resurgimiento del Jazz acústico como una estrategia de marketing de las grandes discográficas que buscaban un sonido más accesible y “seguro” en comparación con la experimentación.
A pesar de estas controversias, el legado de los Young Lions es innegable y multifacético.
Renacimiento Acústico: Sin duda, el movimiento fue fundamental para revitalizar el interés en el Jazz acústico tradicional en un momento en que la fusión dominaba.
Nueva Generación de Virtuosos: Preparó el terreno para que una plétora de músicos jóvenes y técnicamente brillantes emergieran y se dedicaran al Jazz.
Educación en Jazz: Influyó en el currículo de las escuelas y universidades de música, con un mayor énfasis en el estudio de la historia y las tradiciones del Jazz.
Preservación y Archivo: Instituciones como el Jazz at Lincoln Center (dirigida por Wynton Marsalis) se convirtieron en bastiones para la preservación, interpretación y estudio del Jazz como una forma de arte históricamente rica.
Puente para Nuevos Sonidos: Aunque inicialmente puristas, muchos Young Lions (como Branford Marsalis o Roy Hargrove) eventualmente expandieron sus horizontes, demostrando que una base sólida en la tradición puede ser un trampolín para la innovación futura.
En resumen, los Young Lions fueron un fenómeno complejo que, aunque polarizador, fue crucial para redefinir la trayectoria del jazz en las últimas décadas del siglo XX, asegurando que sus raíces acústicas y sus tradiciones clásicas siguieran siendo una fuerza viva y relevante en la música contemporánea.
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