Marabaixo (Brasil)

 

 

La fiesta Marabaixo es una celebración religiosa que se lleva a cabo en Amapá, practicada por remanentes de quilombos, que demuestran su fe a través del baile, el canto y el consumo de gingeribirra, una bebida elaborada a base de jengibre y alcohol. Los africanos, que llegaron a Brasil como esclavos, llevaron elementos de la cultura de sus países de origen.

Entre estos elementos culturales, la música y la danza fueron fundamentales para mantener una memoria de la tierra de origen y, al mismo tiempo, para establecer una identidad. Para que los amos de esclavos permitieran manifestaciones musicales y danzas, los negros cautivos incorporaron aspectos de la cultura blanca, especialmente los aspectos de la religión. Así nació Marabaixo, mezclando las tradiciones africanas con los rituales y creencias de la religión católica. Marabaixo es una fiesta religiosa en alabanza a la Santísima Trinidad y al Divino Espíritu Santo, que se realiza a través de misas que mezclan danzas, música y letanías. Sobre el origen del nombre Marabaixo, existen varias versiones que atribuyen significados a la palabra. La más conocida es que los esclavos negros que cruzaban el Atlántico cantaban en los barcos negreros, “arriba y abajo del mar”. Otra versión es que Marabaixo tiene su origen en Morabit o Mourabut que significa “sacerdotes de los valles”; o todavía está vinculado a Marabuto o Marabut, del árabe Morabit “sacerdote de los Malês”. Los Malês eran negros esclavizados de origen islámico que también fueron transportados a Brasil para servir a los intereses de explotación. Los bailes y cantos son originalmente improvisados ​​y deben representar la realidad vivida, el día a día de una comunidad. Por representar situaciones cotidianas, el Marabaixo puede estar compuesto por movimientos que asemejan peleas, así como movimientos que asemejan alegría, tristeza y pasión. En el baile del Marabaixo las mujeres visten con enaguas, faldas de flores, camisa blanca, collares, pañuelo al hombro y una flor detrás de la oreja, una versión estilizada de la vestimenta de los esclavos. Los hombres visten ropas blancas y tocan grandes tambores conocidos como cajas Marabai con dos palos. Todos bailan en círculo, en sentido antihorario y alrededor de ellos mismos. En el Marabaixo, los bailarines siguen el paso básico de arrastrar un pie tras otro, pero cada uno tiene la oportunidad de desarrollar sus propios movimientos y swings peculiares.
Las mujeres bailan sujetando sus amplias faldas en un baile rítmico que implica moverse de lado, adelante y atrás y también girar hacia ambos lados. A veces los brazos se balancean por el vaivén de los cuerpos, a veces se mueven hacia arriba y hacia abajo durante los giros. Las caderas se balancean y empujan hacia atrás, hacia adelante y hacia ambos lados. Los hombres bailan cortejando a la dama. A veces se agachan como si fueran a caer, a veces sacuden los hombros, a veces abren las piernas, inclinando el cuerpo hacia adelante y marcando la cadencia de la canción con los pies arrastrando uno tras otro o paralelos, con pequeños pasos. El instrumento musical característico del Marabaixo es la caja. En la mayoría de las comunidades, es el único instrumento que se toca durante los círculos de baile, sin embargo, algunas comunidades (como Mazagão Velho y Maruanum) también usan paus-de-chuva (largos sonajeros hechos de bambú). La caja suele estar fabricado de madera noble. Su cuerpo tiene forma cilíndrica con dos pieles de cuero de animales (anaconda, oveja, ciervo, cabra) unidas en los extremos y tensadas mediante aros de madera flexible. El sonido se produce golpeando con dos baquetas el cuero adherido a un extremo, haciendo que las ondas que se forman en el interior de la caja lleguen al extremo opuesto, donde se fija el tapete de la caja, un hilo de nailon relleno de cuentas que está muy cerca. al cuero en el extremo inferior de la caja, que es esencial para producir el sonido típico del instrumento. Las cajas están ancladas con alambres y trozos de goma, unidos a ellas desde un lateral, que se encargan de afinar el instrumento. Para poder tocar las cajas, se sujetan al hombro con un cordón grueso de color. Los tonos que producen los cajeros son diversos: pueden ser más lentos o más acelerados; más rítmico o más lento; dependiendo de la canción, de la comunidad y de la habilidad del músico.
Las fiestas de Marabaixo comienzan el Domingo de Resurrección y finalizan el día del Divino Espíritu Santo, es decir, cuarenta días después del domingo en el que se celebra la resurrección de Cristo. Como todas las tradiciones, el Marabaixo ha sufrido cambios a lo largo de los años. Sin embargo, un aspecto llama la atención al observar este ritual. En general, las tradiciones populares pierden fuerza en los espacios urbanos, incorporando avances tecnológicos que favorecen el olvido e incluso el abandono de las tradiciones de origen de un pueblo. Por el contrario, el Marabaixo, hoy en día, se mantiene vivo e importante en los espacios urbanos. En la ciudad de Macapá, los barrios de Favela y Laguinho son considerados baluartes, guardianes de la práctica y enseñanzas del Marabaixo. Se considera que la migración de poblaciones rurales para la ciudad de Macapá fue importante para el mantenimiento de esta tradición en el espacio urbano de la capital de Amapá. El ex diputado Dalto Martins, creó el Día Estatal del Marabaixo en el Estado de Amapá y buscó el reconocimiento oficial por parte del Poder Público, por la importancia de esta, que es la manifestación cultural más auténtica de Amapá. La Ley fue aprobada por la Asamblea Legislativa y declaró el 16 de junio, Día Estatal del Marabaixo Amapaense, como fecha conmemorativa dentro del Estado de Amapá para la difusión y preservación de este movimiento folklórico. El Marabaixo se considera una tradición centenaria, transmitida de generación en generación a lo largo de los años. Se baila anualmente, en los meses de mayo, junio y julio, en los barrios de Laguinho, Favela y la comunidad de Curiaú, en Macapá. Son versos cantados, llamados “ladrones”, que desde el principio contaban la historia de la vida cotidiana en rimas repetidas en las noches de fiesta. La danza se desarrolla al ritmo de tambores o cajas, instrumentos de percusión elaborados con madera y piel de animales. Las mujeres bailan vigorosamente, con sus faldas de vivos colores, al ritmo fuerte e intenso de los tambores.

 

 

Fuentes:

 

• Diariodoamapa.com.br

• G1.globo.com

• Portalamazonia.com

 


 



























































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