Literatura y Música - Charles Baudelaire en canciones

 


Si hay un poeta que ha influido decisivamente en la visión del Rock y la creación de clichés en la música Pop ese ha sido sin lugar a dudas Charles Baudelaire. Poeta, escritor, crítico de arte y cronista de la vida moderna, Baudelaire dejó y sigue dejando su bohemia sombra en músicos, cantantes, bandas y excelentes canciones, inspiradas tanto por su obra como por su imagen de “maldito original”.

La canción baudelairiana más antigua de esta lista data de alrededor de 1871 y es la versión de Gabriel Fauré de “La rançon” −poema incluido en el libro de 1866 “Les épaves”, que también contenía los poemas censurados en la primera edición de “Las flores del mal”−, donde el poeta explica el sencillo pero endemoniado rescate que debemos pagar para salvarnos: solo lo podemos hacer a través del arte o del amor. “La vie antérieure”, de 1884, es la última canción que compuso Henri Duparc. Es uno de los primeros poemas de “Spleen et idéal”, la primera parte del libro. Entre 1887 y 1889, un joven Claude Debussy que empezaba su carrera le compuso cinco canciones para voz y piano, entre ellas la “Harmonie du soir”, que es uno de los poemas que se suele utilizar para explicar la teoría de las correspondencias de Baudelaire. De 1898 es la canción “Les hiboux”, de Déodat de Séverac. Ya en el siglo XX, Baudelaire siguió ejerciendo su influjo en multitud de músicos que consideraban la música como una rama de la poesía. Cuesta imaginar qué habría sido de la Chanson francesa, y de Francia misma, si Baudelaire no hubiese paseado por París décadas antes. Léo Ferré le dedicó un disco entero, y en sus composiciones propias se puede rastrear la influencia maldita. A su versión de “A une malabaraise” le ha dotado de un ritmo antillano y cabaretero que recuerda a Jeanne Duval, la amante de Baudelaire y probable inspiración para “La serpent qui danse”, que cantó Serge Gainsbourg con ritmos igual de cálidos. En la versión de Juliette Noureddine de “Franciscae meae laudes”, el poema que Baudelaire escribió en latín en honor de una modista, esa lengua demuestra una sorprendente simpatía por la percusión. “Sed non satiata” es una locución sacada de una sátira de Juvenal, pero gracias a Baudelaire evoca más a Jeanne (y a Proserpina, por uno de sus versos) que a Mesalina; Georges Chelon interpretó el poema en 2009−sus grabaciones de “Las flores del mal ocupan” 7 LPs−. Jean-Louis Murat y Morgane Imbeaud interpretan a dúo y un poco más intensamente la versión de Ferré de “L’Héautontimorouménos”, el himno al harto de sí mismo. De entre “La muerte de los amantes”, “La muerte de los pobres” y “La muerte de los artistas”, Carla Bruni eligió la primera para cantarla con toda la expresión fugitiva y lejana que ya está en los versos.
Benoit Dayrat, consagrado a musicalizar a los grandes poetas francófonos y anglófonos, interpretó el exaltado “Hymne”, dedicado “A la muy querida, a la muy hermosa…”, a la que el poeta saluda en la eternidad. Y dos versiones más raras. El grupo inglés Stereolab puso una narcótica banda sonora a “Énivrez-vous”, quizá el más citado de los pequeños poemas en prosa porque contiene la exhortación que nos puede salvar del horroroso tedio. Y la versión de Franco Battiato y Manlio Sgalambro de “L’Invitation au voyage” es la más libre pero, curiosamente fiel, recoge el espíritu de ensoñación y eternidad del poema (y del pequeño poema en prosa de mismo título que también aparece en “Le Spleen de Paris”) y con la música ahonda en la promesa de fuga que late en el fondo del original. The Cure - “How beautiful you are”: al parecer Robert Smith quedó sumamente impactado por el poema “Les yeux des pauvres”, uno de los fabulosos textos en prosa de “Le spleen de París”, lectura que hizo de la traducción clásica al inglés de Baudelaire y que adaptó casi de manera literal para una de las joyas que pueblan el magnífico álbum doble “Kiss me, kiss me, kiss me”. La temática melancólica y romántica le viene como anillo al dedo a la banda británica, que llevó a Baudelaire de la mano a los años 80 del siglo XX y lo introdujo de pleno en el Rock Gótico y la música Pop. Baustelle - “Baudelaire”: esta banda Indie-Rock procedente de Siena utilizó en su álbum “Amen” al poeta francés en toda su extensión para una especie de oda a la resistencia ante la oscuridad de la vida y sus avatares. Su letra exhibe, cual sombrías metáforas, una curiosa galería de suicidas históricos y artistas malditos. Barón Rojo - “Las flores del mal”: “Hay que arrancar las flores del mal” decía el estribillo de la mítica banda madrileña de Heavy-Metal, género que tampoco le ha sido extraño a la obra del poeta. De nuevo su título más conocido, único guiño de la banda al bardo, del que se sirve, sin embargo, para acompañar un lamento épico de tinte social a golpe de salvajes guitarrazos de quienes grabaron su segundo álbum, “Volumen brutal” en 1982. Bob Dylan - “Tangled up in blue”: Dylan siempre ha sentido una especial predilección por los poetas simbolistas (también Rimbaud) y por la pintura francesa del siglo XIX (Delacroix).
Una buena muestra de ello, además de los conocidos versos de “Mr.Tambourine man”, tomados del poema “Cualquier lugar fuera del mundo”. Peter Laughner - “Baudelaire”: El sueño, el vino, los gatos, los amantes, los vagabundos…todo ello ingredientes indisociables de la obra del poeta con el que este extraordinario y fugaz cantautor Rock se identifica en esta escena en la que se abandona a los misterios de la noche, el alcohol y la belleza; y que parece emerger directamente de uno de los poemas del francés. Ulver - “Little boy”: esta fascinante banda noruega toma prestado tanto el título como el concepto del famoso poemario del francés para conformar un álbum que, con reflejos de la historia contemporánea y más reciente, gira en torno a la descomposición del mundo moderno.  Flowers of evil” (2020), es un disco de factura impecable, con un sonido Electro Pop muy cercano al Synthwave. And You Will Know Us by the Trail of Dead - “Baudelaire”: el pecado en un mundo de dolor, de corazones rotos, de vergüenza, de lujuria, de pasión, de crimen, de corrupción; el mal siempre acechando al hombre, la lucha entre la oscuridad y la luz. Tintes épicos en esta intensa pieza de la banda tejana de Art-Rock extraída de su tercer y mejor considerado álbum, “Source tags & codes” (2002). "Baudelaire" es una canción cruda, directa, de riff maniaco, ritmo contundente e incluso un atractivo aire sensual. Susanna - “The vampire”: desde tierras noruegas, influido igualmente por completo por la poesía del escritor galo y su poemario principal. “Baudelaire & piano” (2020), presenta otro moderno homenaje, adaptación de algunos de los poemas más memorables de “Las flores del mal” a un formato intimista y austero. Y para aplacar el probable disgusto que se hubiese llevado Baudelaire al verse objeto de una playlist, lo acompañan aquí dos de sus amigos más queridos. Théophile Gautier, “poeta impecable”, “perfecto mago de las letras francesas”, “querido y muy venerado maestro y amigo”, a quien están dedicadas “Las flores del mal”, escribió los seis poemas de las “Nuits d’Été” a los que puso música Hector Berlioz en 1841, el primero de los cuales es Villanelle.

 

 

Fuentes:

 

• Elpais.com

• Rocknblogsuicide.com

 
















































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