Moixiganga (España)

 


La Moixiganga es el nombre de una serie de danzas de torres humanas que se celebraban, y aún se celebran, en la Comunidad Valenciana, en Cataluña y en Aragón y que, para muchos autores, son el origen común de la Muixeranga, de los castellers y del Dance de Tauste entre otras celebraciones aragonesas similares.

Las Moixigangas mantienen los bailes, su altura no es tan elevada y buscan la vistosidad plástica y el sentido religioso. Aunque su origen es pagano, con el tiempo se fue integrando en las manifestaciones en las manifestaciones religiosas. Durante siglos estuvo muy presente en los pueblos valencianos. Consistiendo en la ejecución de diversos bailes, solía terminar con la formación de una torre humana no demasiado alta. Aparecía sobre todo al frente de los séquitos populares donde cada uno de los gremios ejecutaba un baile. La documentación más antigua que se ha conseguido es del siglo XV. La tradición se conserva actualmente en algunas poblaciones, aunque la más emblemática es la Moixeranga de Algamesí. El origen de la Moixiranga no está muy claro. Al parecer, este baile es el resultado de la conjunción de diferentes elementos de la cultura popular de zonas diferentes que han coincidido en un mismo territorio. En primer lugar, se puede colocar como una posible influencia a la danza conocida como Contrapaso, que se trata de un baile con profundo sentido religioso. Los bailarines de Moixiganga tienen el privilegio de entrar a las iglesias con la cabeza cubierta, siempre que usen la indumentaria propia del baile. Esto se relaciona con el Contrapaso, ya que era bailado dentro de los templos, aunque esa costumbre no era muy apreciada por los eclesiásticos.
El complemento religioso que tiene la Moixiganga puede que sea originario, ya que las danza en las que se basó eran de origen pagano. El baile se vio transformado, en pequeña medida, para ser convertido en una celebración religiosa para asegurar su continuidad. De esta manera inteligente, se disfrazó una celebración pagana, lo que hizo silenciar a los sectores más conservadores de la iglesia con esta solución conveniente. En la actualidad, la Moixiganga se integra tanto por hombres como por mujeres (antiguamente se aceptaban sólo varones) de todo tipo de profesiones. Hoy en día salen unos doscientos, pero anteriormente, eran solamente unos treinta, dirigidos por un maestro que se encarga de la coordinación de los montajes del baile, torres, figuras y de los ensayos previos. Hombres de fuerza y agilidad, en tiempos pasados cargadores y obreros, destacan de un cierto carácter gremial como aglutinante del grupo. Hoy, el abanico profesional de sus componentes es amplio, en correspondencia con una sociedad diversificada. El grupo es acompañado por algunos miembros que llevan en sus manos recipientes para recolectar fondos para las actividades del grupo. La indumentaria consta de una blusa ceñida y recta, botonadura por delante, pantalones largos, sombrero orejudo y alpargatas de suela delgada. La tela es fuerte, a tiras verticales rojas y azules sobre fondo de rayas blancas con disposición arlequinada, exceptuando el traje del maestro, que lleva cada pieza de un solo color.
La danza se acompaña con música de tabalet (tamboril) y dulzaina (aerófono de la familia de los oboes), con una tonadilla muy característica de autor desconocido. Los siglos XVII y XVIII fueron los de máximo esplendor de la Moixiganga, ya que estaba extendida por toda la comarca valenciana, como lo demuestra un documento de 1798. También esta tradición se exportó con el nombre ”Baile de los Valencianos”, y se integró en diversos séquitos de la península ibérica. Aún se puede disfrutar en algunos lugares de País Vasco, Aragón, Castilla, Cataluña o Extremadura. Algunas de estas actuaciones han quedado documentadas. Así sabemos que en 1633, durante la visita a Tarragona de Felipe IV y de María Isabel de Borbón, actuó un Baile de Valencianos dentro del séquito extraordinario en honor al monarca. Ya en el siglo XVIII se tiene noticias de que en el año 1762, concretamente en Lérida, los “valencianos” actuaron durante la colocación de la primera piedra de la nueva catedral, mientras que en 1774, participaron dos grupos en el Corpus Christi de Granada. A lo largo del siglo XVIII la Moixiganga fue tomando forma existiendo abundante documentación de esa época que menciona a esta danza.

 

 



























 




















 

 

0 comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...