La Cumbia es un baile folklórico autóctono de Colombia, expresión
derivada del sincretismo cultural entre indígenas, negros y españoles. Proviene
del vocablo africano “cumbé”, que significa jolgorio. En sus inicios, la Cumbia
se interpretaba sin canto, con flautas de bambú, gaitas (flautas), guache,
maracas y tambores.
El baile original consistía en girar en torno a una banda.
Posteriormente se creó la Cumbia moderna, que incorporó
instrumentos propios del Caribe. A inicios de la década de 1960, jóvenes
artistas desembarcaron en Chile para cantar en algunos teatros de la capital.
Estos intérpretes se transformarían, con el paso de los años, en históricos
exponentes del género, como el venezolano Luisín Landáez, quien tuvo gran
repercusión con sus versiones de “La Piragua” y ”Los Cien Años de Macondo”,
y la colombiana Amparito Jiménez, quien se hizo conocida por su interpretación
de “La
Pollera Colorá”. También comenzaron a llegar discos hechos en Colombia.
Al arribar a Chile, la Cumbia se mestizó, incorporando
elementos de la música local, tanto folklóricos como populares. Mientras seguía
el arribo a los teatros de diversos cantantes latinoamericanos, se creó en
Chile el primer grupo autóctono dedicado a la Cumbia, la aún activa Sonora
Palacios. Fue formada en 1962 por un joven egresado del Conservatorio
Nacional de Música, llamado Marty Palacios. La propuesta chilena
incluyó bronces, marcando una diferencia con la expresión colombiana
tradicional. En 1964 la banda lanzó su primer LP ”Explosión en Cumbias”,
que se convirtió en la primera grabación cumbiera chilena y que entró
rápidamente en el gusto popular. Luego, canciones como ”El Caminante”; “Los
Domingos” y ”El Galeón Español”, se hicieron muy
populares. En los años 70 el género tuvo tal aceptación que varios grupos
chilenos que tocaban ritmos centroamericanos en hoteles y discotecas, derivaron
a la Cumbia. Los combos de Cumbia Chilena, llamados Sonoras u
Orquestas, se caracterizaron por ser agrupaciones constituidas por diez o más
músicos. Sus principales exponentes son: La Orquesta Huambaly, La
Sonora de Tommy Rey, La Sonora Palacios, Los
Vikings 5, Giolito y su Combo, y Pachuco y la Cubanacán. Una de las
Cumbias
Chilenas más escuchadas es “Un año más”, de Hernán Gallardo Pavéz,
grabada en 1977 por los Vikings 5, y en 1978 por La
Sonora Palacios, que se transformó en un verdadero himno para los años
nuevos o cumpleaños.
La tesis que sostiene el musicólogo Agustín Ruiz sobre la
aceptación de la Cumbia en Chile, es que tras la revolución cubana, el Chachachá
desapareció rápidamente de América Latina por obra de los sellos discográficos,
por lo que la Cumbia ocupó ese lugar en el país. El musicólogo Franco
Daponte asegura que existe una Cumbia Chilena, tanto en la música
como en la danza, y explica que los chilenos bailan este ritmo bajo un esquema
de Cueca,
es decir, una pareja frontal que da vueltas enteras y termina siempre en el
mismo lugar. Pocos temas musicales han trascendido al resto del continente, sin
embargo el “Candombe para José”, se ha hecho famoso países al ser un tema
adatado a Cumbia llamado “Negro José”. A inicios de los 90 la Cumbia
Chilena se vio influenciada progresivamente por la Chicha y la música
sonidera. Esto dio origen a una corriente llamada Onda Sound. Su sonido era
más electrónico ya que incorporaron sintetizadores, bajos, guitarras y baterías
eléctricas, por lo que también se redujo el número de músicos. Desde 2008, las
grandes orquestas bailables chilenas, han tenido un recambio generacional
importante, surgiendo agrupaciones mucho más profesionales que dieron lugar a
la llamada Nueva Cumbia Chilena. Se cree que la Cumbia Chilena es el
género más bailado en la historia de ese país, debido a la simplicidad de sus
pasos. Desde sus inicios ha estado presente en toda fiesta o celebración, no
importando la clase social ni la edad, incluso en las celebraciones de Fiestas
Patrias, donde se escucha y baila a la par o por sobre la Cueca, el baile nacional.
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