Cacuría (Brasil)

 

El Cacuriá, o Cacuriá de Dona Teté, es un baile típico del Estado de Maranhão, que apareció en el municipio de Guimarães. Aunque ya es una parte constitutiva del folklore brasileño, su origen no tiene más de 50 años.

Fue creado en 1970 en la ciudad de São Luís por Dona Florinda e Seu Alauriano. Llegó a la capital de Maranhão donde comenzó a acompañar al Bomba-Meu-Boi en las festividades de junio. Este baile se realiza durante la Fiesta del Espíritu Santo de la región. El Festival de lo Divino se considera una de las manifestaciones culturales más importantes de Maranhão. El ritmo del Cacuriá es una derivación del Carimbó, siendo bastante bailable, con giros coreográficos que llaman la atención. La fiesta se lleva a cabo el día de Pentecostés, siete semanas después de Pascuas, con la intención de celebrar el día en el que el Espíritu Santo apareció para encontrarse con los doce apóstoles. Aunque la Festa do Divino parece ser una celebración cristiana, en Maranhão es bastante sincrética (una mezcla popular de diferentes creencias) al presentar elementos católicos y de religiones africanas. Durante la fiesta, se llevan a cabo varios bailes, como el Tambor de Crioula y el Carimbó. Al final de la Festa do Divino Espírito Santo, tras el llamado vuelco del mástil, las caisas de Carimbó pueden descansar. Es en este momento que pasan a la parte profana de la fiesta. Luego de finalizar la presentación del Carimbó, se presenta el Cacuriá, como un baile más profano que los demás. La música y los bailes consisten en canciones más pequeñas. Su ritmo está dado por el sonido de instrumentos de percusión llamados Caixas do Divino (que son pequeños tambores), aunque más recientemente se fueron agregando otros instrumentos como guitarra, banjo, clarinete y flauta, y siempre hay una persona que presenta la letanía, seguida por los participantes que, además de bailar, responden al coro. El baile se realiza en parejas o en forma circular o "cordão". Las parejas bailan con pasos marcados, con mucha cadera, improvisación y mucha interacción con el público. Las chicas bailan con blusas, generalmente cortas, y faldas largas y redondas, siempre adornadas con flores. Por su parte, los chicos, generalmente usan chalecos sin camisas debajo y pantalones cortos. Todos bailan descalzos.

Para darle ritmo al baile, los narradores cantan las canciones que hablan de la naturaleza, las creencias, los juegos antiguos y los deseos de la población. Actualmente hay unos setenta grupos de Cacuriá sólo en la ciudad de São Luís. Diseminado por varias partes de Brasil, el Cacuriá se mezcla con otras realidades de otros estados y vecindarios, adquiriendo nuevas características y tendencias. El Cacuriá se caracteriza por el repertorio que está hecho de canciones, en general, compuestas por los propios grupos. La sensualidad es otra de las características, pero en una ocasión, durante una presentación del grupo Cacuriá do Candinho, llamó la atención de manera negativa ya que, en uno de los momentos, los bailarines simularon el acto sexual frente a una audiencia formada también por niños. El presidente del grupo dijo que esa no era la intención y pidió disculpas por lo sucedido. El Cacuriá fue popularizado por Dona Teté, en 1986, pero su inspiración llegó antes, cuando la niña Almerice da Silva Santos (Teté), nacida en 1924 en São Luís, aprendió a tocar la Caixa do Divino a los 8 años de edad. Mucho después de comenzar su vida artística, a los 50 años, participó de las festividades del Divino Espíritu Santo, promovido por el folklorista Alauriano Campos de Almeida (Seu Lauro). El grupo de Cacuriá de Seu Lauro recibió una invitación del Laboratório de Expressões Artísticas (Laborarte), para enseñar el toque de la Caixa do Divino para una obra de teatro, y así fue como Dona Teté comenzó a transmitir sus enseñanzas. Con estas influencias y con el apoyo de Laborarte, nació el Cacuriá de Dona Teté. El grupo tiene garantizado el éxito en todos los eventos que participa, principalmente en las festividades de junio, y ha realizado actuaciones tanto a nivel nacional como internacional, con canciones como "Choro de Lera", "Jabuti" y "Jacaré". Después de la muerte de la matriarca en diciembre de 2011, víctima de un derrame cerebral, el Cacuriá de Dona Teté continuó su legado y no dejó que la Caixa do Divino se callara. Hoy, es reconocido por su gran espíritu e irreverencia, y es una referencia en la producción cultural del noreste. Innumerables veces Dona Teté repitió que, cuando muera, quería ser recordada como la que le enseñó a la gente el baile del Cacuriá.

 


Cacuriá da Silvana

Cacuriá do Lulu

Cacuria Filha Herdeira

Cacuria la Rocque

Cacuria´ Mirim Rabo de Saia

Cacuriá Menina Sapeca

Cacuriá Alma Gêmea

Cacuriá Vila Goreth

Cacuria Estrela

Cacuriá Nova Geração

Divino Cacuriá De Pedreiras Maranhão

Cacuriá Assacana

Cacuriá Brilho Do Vinhais

Cacuriá Estrela do São Francisco

Cacuriá de Dona Babá

Cacuriá de Dona Teté

Cacuriá da Basson

Cacuriá da Fé em Deus

Cacuriá da Rogéria

Cacuriá do ASC

Cacuriá do Candinho

Cacuriá Jomar



















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