Roosevelt Sykes. El piano al servicio del Blues (EEUU)

 

 

 

A lo largo de la historia del Blues, el piano ha sido el segundo instrumento más popular después de la guitarra. El piano era un instrumento habitual en las bandas de Ragtime a finales del siglo XIX, y las denominadas reinas del Blues clásico, a menudo, se acompañaban exclusivamente de un pianista, por lo general un músico de estudio.

Antes del advenimiento de la industria discográfica, cuando la difusión de la música se realizaba a través de la publicación de partituras, el comprador tenía que desarrollar una cierta alfabetización musical que le permitiera la lectura de una partitura a primera vista. Esto cambió con la llegada del gramófono, gracias al cual, las canciones podían aprenderse escuchando una grabación tantas veces como fuera necesario. A partir de ese momento, comenzaron a emerger un buen número de pianistas autodidactas, cuyas carreras se encargaría de impulsar una rudimentaria industria discográfica ávida de novedades. Los nuevos estilos de estos músicos fueron asimilados rápidamente por todo el país. En las ciudades, muchos clubes nocturnos y casas en las que se celebraban House-Parties contaban con un piano a disposición del músico que quisiera utilizarlo. Pionero entre los pianistas de esta generación que contribuyeron a integrar el piano en el Blues, fue Roosevelt Sykes. Nacido en Arkansas, su familia se trasladó a Saint Louis siendo Sykes apenas un bebé. Pero, en cuanto fue adolescente y empezó a tocar el piano, se escapó de casa y regresó a Arkansas, al área de West Helena, en busca de trabajo. Después de la Primera Guerra Mundial, Helena se había convertido en un centro de Blues muy activo y Sykes desarrolló en aquel ambiente su talento para el blues. A finales de la década de 1920, se había casado con su esposa Leola y regresado a Saint Louis, donde trabajó en distintos clubes, pero también en una tienda de dulces, The Royal Candy Kitchen, en cuya parte trasera se llevaban a cabo actividades menos inocentes que la fabricación de caramelos. Si alguna vez alguien les dice que el Blues es muy depresivo, háganlo escuchar una buena dosis de Roosevelt Syker. Si no cambia de opinión, sencillamente nada lo hará, porque no hay nada más efervescente y alegre que este pianista, conocido como "The Honeydripper" por su destreza para conquistar jovencitas.

La carrera de Sykes empezó antes de la Segunda Guerra Mundial y logró mantenerse hasta la época posterior al conflicto, gracias a sus Boogies y a sus letras hilarantes y subidas de tono, que con su doble sentido fueron grandes contribuciones al idioma del Blues. En 1929, Jesse Johnson, empresario y propietario de DeLuxe Record Shop en St. Louis, descubrió a Sykes y se convirtió en su representante, organizando sesiones de grabación para él en Nueva York, Richmond, Indiana y Chicago. En su primera sesión de grabación para OKeh, Sykes interpretó, entre otras canciones, "44 Blues" que tras su éxito se convirtió en un estándar de Blues y en su canción más característica. Después, Sykes grabó para varias compañías, pero por razones contractuales utilizó una variedad de seudónimos en sus grabaciones; fue Willie Kelly con Victor y Easy Papa Johnson con Vocalion. Algunas grabaciones clásicas de esta época incluyen "32-20" y "Highway 61 Blues". En 1934, firmó un contrato con Decca Records y, desde entonces hasta 1941, Sykes grabó prolíficamente para la compañía generando más éxitos como "Driving Wheel Blues", de 1936, y "Night Time Is The Right Time", de 1937. En la mayoría de sus discos para Decca se presentaba con el apodo The Honeydripper junto a su nombre. Durante la década de 1930, Sykes trabajó en clubes y bares de ciudades como Chicago, Memphis o Detroit. A menudo, le acompañaban en estos viajes el guitarrista Henry Townsend o el cantante St. Louis Jimmy, autor de la célebre "Going Down Slow". En 1951 se unió al sello United con el que grabó muchas canciones importantes. En 1955 Sykes grabó para el sello Imperial una impresionante versión de “Home Sweet Chicago”, el clásico de Robert Johnson, lo que fue un presagio de la forma en que el pianista manejaría de ahí en adelante los covers. Registró algunos discos para Bluesville, Folkways, Crown y Delmark en los años 60. La década de 1960 vio un rápido resurgimiento de su carrera. En 1961, con el florecimiento del interés por el Blues en Europa, realizó una gira por el Reino Unido y también apareció en la película belga Roosevelt Sykes: "The Honey Dripper". Le siguió una gira con el American Folk Blues Festival con otros artistas y varias visitas a Europa en 1966, 1970 y 1974. A finales de esa década se estableció en Nueva Orleans, ciudad en la que permaneció hasta su muerte, el 17 de julio de 1983.
























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