Schlager (Alemania)

Se conoce como Schlager a un tipo de música popular procedente de Alemania y que se esparció por varios países de Europa. Schlager procede del verbo “einschlagen”, que significa algo así como “imponerse de inmediato”, “llegar para vencer”. La raíz de éste término es otro verbo, “schlagen”, es decir, Golpe, análogo al Hit anglosajón. El Schlager requiere de una melodía fácil, contagiosas, y de letras que hablan por lo general del amor, de las relaciones o de las penas que éstas acarrean. Como la llamada Easy Listening Music estadounidense, la tendencia al sentimentalismo convierte al Schlager digerible para el gran público. Por otro lado, el secreto de su supervivencia reside en saber adaptarse rápidamente a los gustos de la época, asimilando influencias del Country, el Folklore nacional e incluso de elementos del Jazz Light. El Schlager refleja las transformaciones de la sociedad y reacciona a las corrientes políticas y sociales. Los primeros Schlagers proceden de Viena: son las melodías extraídas de las operetas que dieron el salto al resto de Europa en el Siglo XIX. La repercusión de éste fenómeno de masas dependió del desarrollo de los medios de difusión, la radio, el cine y los discos. El régimen Nazi, con su infalible ojo para la manipulación de las masas, reconoció pronto el potencial del Schlager e hizo uso de él en pro de la estabilidad y la glorificación del sistema. Al mismo tiempo los protagonistas judíos del género como Werner Heymann y Robert Gilbert, y varios integrantes del grupo Comedian tuvieron que abandonar el país. Años más tarde, el régimen comunista de la República “Democrática” Alemana utilizó el Schlager para poner freno a la influencia de la música occidental en su zona. El objetivo era crear un “Schlager Socialista”. El fenómeno ocupó a los intelectuales liberales en la década del 60.

Helene Fischer

El Schlager es un fenómeno europeo presente desde los Balcanes hasta Finlandia, pasando por Suiza, Austria, los países de la ex Unión Soviética o Suecia. Las raíces del Schlager finlandés se remontan al período entre las Guerras Mundiales, con Georg Malmsten y Matti Jurva como los más destacados. La canción de 1929 “Emma”, de Ture Ara, fue el primer gran éxito del género. En Finlandia el Schlager generalmente comparte auditorio con el Tango Finlandés. Según una encuesta “Hopenein Kuu”, interpretada por Olavi Virta; y “Satulina”, de Jari Silampää, son las canciones más importantes de todos los tiempos. En Suecia el Schlager ha sido una forma de música popular desde los años 70. El Melodifestival selecciona el representante sueco para el festival de Eurovisión y es conocido popularmente como Schlagerfestivalen, ya que ha sido tradicionalmente dominado por el Schlager. El número de representantes de éste género ha disminuido en los últimos años, a pesar de lo cual siguieron ganando el concurso, por ejemplo “Evighet”, de Carola en 2006; y “Hero”, de Charlotte Perrelli en 2008. El Schlager comenzó a aparecer en la década del 40 en Yugoslavia. Uno de los pioneros fue Darko Kralijic, conocido por sus éxitos “Camac na tisi”, que tuvo gran repercusión en la Hungría revolucionaria, “Devojko Mala” y “Vaina sjajem zvezda”. El Schlager ha tenido poca repercusión en Gran Bretaña y EEUU aunque tuvo cierta presencia en los 70. Para quien pudiera temer por la salud de la Light Music europea en el Siglo XXI, basta con recordar el éxito internacional del belga Helmut Lotti o a la indestructible Mirelle Mathieu, o seguir la edición anual del Festival de Eurovisión. La paleta es amplia: canciones sentimentales hasta Euro-Soul, Turco-Pop o pseudo Hip-Hop. El llamado Grand Prix de la Chanson es una forma de celebrar el Schlager.