Kansas City Jazz

 

 

Existe una frase atribuida a Emanuel Cleaver, congresista y ex alcalde de Kansas City que dice “El Jazz nació en Nueva Orleans, pero creció en Kansas City”. La primera mención de la palabra “Jazz” en la prensa negra de Kansas City se encontró en un destacado periódico negro, el “Kansas City Sun”, cuando en el mes de septiembre 1917 se anunció la celebración de un baile en el M. & O. Hall.

En las décadas de 1920 y 1930 los músicos afroamericanos de la ciudad de Kansas crearon su propio estilo de Jazz, inspirado en el Blues y en el Ragtime. En esos años Kansas era una ciudad en la que se movían enormes cantidades de dinero producto del juego, de las drogas y de la prostitución, y dadas esas condiciones, era un imán para gente de otras ciudades cuya situación económica era desastrosa. El Jazz de Kansas City lo financiaba la mafia, en un ambiente de vicio y corrupción, cuyos intereses eran totalmente opuestos al arte y a la buena música, sin embargo, poco a poco la ciudad se fue llenando de músicos de diversos géneros por lo que aquello fue creando una fusión de Blues, Big Bands, y la dinámica llegada del Harlem neoyorquino en donde las jam sessions aportaban una frescura desbordante a la música. A pesar de que muchos afroamericanos pudieron escapar de las leyes Jim Crow del Sur, la discriminación y la segregación racial era algo que pertenecía al día a día de Kansas City. Este clima de intolerancia, sumado a amenazas violentas, provocaron que los afroamericanos fueran forzados a vivir exclusivamente en una sola área de la ciudad, el barrio de 18th con Vine. Esto provocó que se desarrollara un sentimiento muy fuerte de orgullo racial y que, dentro de este oasis, los afroamericanos construyeran sus propias organizaciones cívicas, negocios e instituciones, clubes de espectáculo, iglesias… Se consiguió crear pues, un barrio (dentro de una ciudad segregada) donde las oportunidades laborales no estaban marcadas por cuestiones raciales. Un espacio donde poder vivir su cultura de manera libre y esto sin duda fue esencial para el desarrollo del Jazz en la ciudad.
Otro factor que ayudó a dinamizar el Jazz fue lo permisiva que era Kansas City con el consumo de alcohol y los horarios de los clubes nocturnos, tanto que muchos no tardaron en bautizar a este barrio como el nuevo Storyville. La mayoría de los músicos asociados con el estilo Kansas City Jazz nacieron en otros lugares (como Lester Young, Andy Kirk, Mary Lou Williams o Count Basie), pero quedaron prendados de las Jams de músicos, en las que lo que más se valoraba eran las variaciones y la improvisación que los músicos hacían de una canción en el momento, y que podía durar toda la noche. Los clubes estaban localizados por toda la ciudad, pero la zona más prolífica era el barrio del centro de la ciudad de 18th street con Vine. Bennie Moten comenzó en el mundo del Jazz tocando el bombardino, que es un instrumento de la familia viento metal en Si bemol, de sonido suave y aterciopelado que posee una tubería que se va ensanchando gradualmente hasta terminar en una prominente campana, y posteriormente se inclinó por el piano Ragtime, instrumento con el que se haría famoso al unirse con el baterista Dude Langford y al cantante Bailey Handcock y formar el trío “BB and D”, una banda de jazz a la que posteriormente se uniría el cornetista Lamar Wright, el trombonista Thamon Hayes, el clarinetista Woodie Walder y el baterista Willie Hall para conformar la “Bennie Moten Orchestra”, una banda que daría origen al llamado estilo Jazz de Kansas City. En el mes de marzo de 1924 en el principal periódico afroamericano de Kansas City “The Call”, aparecía la siguiente cita: “La sociedad exige estándares más altos en todas sus fases sociales. Bennie Moten y su Tropa Musical han elevado el nivel del Placer de la Danza y anuncian el arrendamiento del Gran Salón en la Calle Quince y Paseo para el disfrute de los Devotos de Color de la Delicia. Con la mejor pista de baile posible, la mejor acústica instalada para llevar la mejor Música, el buen rato está asegurado en todo momento”. 
Era el anuncio que se daba en una época en la que existía una gran segregación racial y en la que las bandas de Jazz de la ciudad eran un motivo de gran orgullo para la comunidad negra. El Kansas Jazz presentaba típicamente un sonido de Big Band, con arreglos simples que se basaban en riffs o frases musicales de dos a cuatro compases en lugar de melodías completamente desarrolladas. Esto dejó mucho espacio para el trabajo en solitario y algunos de los solistas más importantes del Jazz se desarrollaron dentro de las bandas de Kansas City, músicos como: Coleman Hawkins, Ben Webster, Herschel Evans Lester Young y Charlie Parker. El pianista más trascendental y el líder de banda más importante que surgió de Kansas City fue, William “Count” Basie, un pianista influenciado por artistas del Harlem de estilo sobrio y económico, que inició su carrera profesional como acompañante en el circuito de Vodevil, llegando a la ciudad de Kansas City en el año de 1927. A diferencia de la mayoría de los otros músicos Basie no era nativo del medio oeste, sino, de Nueva Jersey. Se unió a los Blue Devils en 1928 y a la Kansas City Orchestra de Bennie Moten en 1929. Fue en el año de 1932 cuando Basie integró su primera banda propia la “Count Basie Orchestra”, conformada por ex músicos de las orquestas de Walter Page y Bennie Moten. Su apodo “Count” (Conde), se lo debe a un locutor de radio que decidió ponerle de esa manera para colocarlo dentro del grupo de músicos “aristócratas” de Jazz de la época como en el caso de “Duke” (Duque) Ellington. Basie utilizaba recurrentemente al silencio, y a reducir pasajes solistas a la mínima cantidad de notas necesarias para lograr el máximo efecto emocional y rítmico. Joe Turner y Pete Johnson fueron músicos de Jazz influyentes de Kansas City que ayudaron a popularizar el estilo de piano Boogie Woogie.
Tanto Turner como Johnson desempeñaron un papel fundamental a la hora de llevar Boogie Woogie a una audiencia más amplia. Su música ha tenido un impacto duradero en las generaciones posteriores de músicos, dando forma al desarrollo del R&B, el Rock and Roll y otros géneros musicales populares. Turner y Johnson fueron importantes para llevar el sonido de Kansas City a un reconocimiento más amplio cuando fueron incluidos en el famoso concierto ‘Spirituals to Swing’ de John Hammond de 1938 en el Carnegie Hall. Pero fue principalmente Basie quien llevó el Jazz de Kansas City a la popularidad a nivel nacional y, en última instancia, a la fama internacional a través de transmisiones de radio, giras y grabaciones. Big Joe Turner por su parte, fue descubierto por el crítico de Jazz John Hammond y comenzó a grabar con los mejores músicos de Jazz y a realizar giras por Estados Unidos y Canadá, en ocasiones con músicos de jazz y en otras con la orquesta de Count Basie. Otro gran impulsor del Jazz estilo Kansas, fue Jay Mcshann, que llegó a Kansas City en el año de 1936, formó un sexteto en 1937 y fundó su primera gran banda en 1939. La banda de Mcshann era sólidamente Blues. Era orientado a los riffs, pero también era conocido como un caldo de cultivo para nuevas ideas musicales. Su banda incluía a músicos como Charlie Parker que se unió a la banda en 1940. Su solo de 12 compases en la grabación de 1941 de “Sepia Bounce” contribuyó a la revolución del Bebop de la década de 1940. Muchos expertos dicen que, “mientras que Nueva Orleans fue la cuna del Jazz, la música de Estados Unidos creció en Kansas City”. Y es que el estilo del Kansas City Jazz tendría un gran impacto en la evolución del Jazz a lo largo de la década de los años 20 y 30, puesto que marcó la transición de un estilo de Big Band más estructurado a uno en el que los riffs, la influencia del Blues y la improvisación estaba en la base de todas sus actuaciones.

 

 

Fuentes:

 

• Culturablues.com

• Thenestswing.com

 


 
















































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