Tablao (España)
Un tablao flamenco es aquel local en el que tienen lugar espectáculos flamencos y que poseen un ambiente con referencias a este arte andaluz. Los Tablaos Flamencos obtuvieron su auge con la evolución de los Cafés Cantantes de mediados del siglo XIX, lugares de reunión donde se empezó a ofrecer el flamenco al público en general (cabe destacar que antes el flamenco, se realizaba de forma restringida e improvisada en Tabernas y Ventas).
Fueron muchos los Cafés
Cantantes en España, arraigados principalmente en las provincias de
Cádiz, Sevilla y Madrid, y de donde surgieron maestros, que hoy en día son
recordados dentro de la historia del Flamenco como Silverio Franconetti, Enrique
el Mellizo o la Niña de los Peines. A partir de 1910,
estos Cafés Cantantes fueron desapareciendo, dejando paso a las
ventas y colmaos de la época, que posteriormente sustituirán los Tablaos
Flamencos. También llamados “Catedrales del Duende”, lo cierto es
que el Tablao Flamenco fue de gran importancia
para el desarrollo de este arte. El origen de este género musical fue la
combinación de la música y el baile andaluz, con las aportaciones y los toques
personales de la etnia gitana. Las palmas, el zapateo, el cante y el baile, son
las bases flamencas y los Tablaos flamencos, el lugar de
representación que los llevó a la cumbre. Los Cafés Cantantes se
formaban generalmente de un salón amplio y bien decorado con sillas y mesas
destinadas al público. En el lugar central se situaba el Tablao, representando el
lugar donde el Flamenco, tras una época de exhibición restringida, apareció
por fin ante un público numeroso. Dejó así de ser un arte de las minorías, para
empezar a tener arraigo popular y difusión. Los Tablaos Flamencos surgieron
en una época que se ha llegado a denominar la Edad de Oro del Flamenco,
comprendida entre 1860 y 1919, porque fue cuando este se desarrolló en todas
sus facetas: la del cante, el baile, la instrumental… hasta que se fijó de
forma definitiva lo que hoy conocemos con el término de Flamenco Jondo.
En esta
época el baile Flamenco afloró con un esplendor sin precedencia, siendo el
mayor atractivo para el público de los Cafés Cantantes, y se comenzó a
impulsar el uso de la guitarra flamenca como un complemento clave e
indispensable para el cante y el baile. Hasta entonces, el Flamenco no era
acompañado de guitarra, sino que se producía sin instrumento alguno, de viva
voz y palmas, simplemente. Durante esta etapa se formaron tres escuelas de
flamenco de gran relevancia que destacan por sus aportaciones a los Tablaos
Flamencos: Cádiz, Jerez de la Frontera y el barrio de Triana, en
Sevilla. Fue en ese momento cuando el baile Flamenco comenzó a
distinguirse entre los bailes españoles. Pero no fue hasta los años 1910-1955
cuando el Cante Flamenco queda marcado por lo que se conoce como la etapa
de la Ópera Flamenca. En esta segunda época destacaron los grandes
cantantes que desarrollaron el Flamenco en todas sus
vertientes. Los cantes de ida y vuelta o
los fandangos adquirieron efusivo protagonismo y notoriedad, y la guitarra pasó
a ser indispensable. Se les llama “Tablaos”, porque la tarima sobre la
que actúan los artistas es de madera, un material que ofrece un sonido idóneo
para el “zapateado” y, además, ayuda a proteger las articulaciones de los
bailaores.
Los Tablaos suelen ser locales con un ambiente íntimo y concentrado
para que el público disfrute al máximo de cada actuación. En los Tablaos
se cuida desde la distribución de los asientos hasta la iluminación. La
acústica también es muy importante, incluso en el caso del suelo, ya que éste
debe transmitir un sonido de calidad, limpio y potente, para poder escuchar
nítidamente el taconeo de los bailaores y bailaoras, porque forman parte de la
interpretación y la percusión del flamenco. A partir de 1955 el mundo del Tablao
Flamenco siguió evolucionando para convertirse en un arte universal
aunque Andalucía, naturalmente, continúa siendo la capital y cuna del Flamenco
de forma inamovible, al ser donde más concentrado se encuentra y es más
frecuente. El arte y la alegría se colaron en la España oscura de entonces, el
olor a estiércol quedó remplazado por el aroma de perfumes caros y vinos
selectos, y los mugidos de las vacas dieron paso al bravío quejío Flamenco.
Los principales personajes del mundillo de la farándula y la política se
acercaban a los Tablaos Flamencos para dejarse ver. Los fotógrafos y reporteros
de la época también comenzaron a hacerse eco de la revolución flamenca y hasta
las estrellas de Hollywood que pasaban por España o iban a filmar algunas de
sus películas no querían perderse una buena juerga flamenca.
Y es que de todas
las rarezas culturales españolas, el Flamenco quizá sea la más rara. En
el transcurso de su historia ha sido la expresión de una raza tan minoritaria
como destacable en la cultura española, la raza gitana, y el mundo del Tablao
Flamenco ha estado marcado por el dolor, la persecución y la penuria.
Tanto que incluso fue utilizado por la última dictadura militar para potenciar
la marca España en el resto del mundo y supo adaptarse y sobrevivir hasta la
actualidad, conformando una expresión y seña de la modernidad cultural
española. Los Tablaos Flamencos tienen mucho de arte desgarrado y humilde, es
el canto asociado a los trabajos duros como la fragua, pero también vivieron
una época de esplendor enorme al convertirse en una gran atracción turística
durante los años 60, siendo un arte que todos los que llegaban a España, deseaban
vivir muy de cerca. Fue una época en la que surgieron grandes cantaores
flamencos como Camarón de la Isla o Enrique Morente, y guitarristas como
Paco
de Lucía, que fueron partidarios de la modernización del Flamenco
y pasaron a manos de multinacionales discográficas. Hoy el Flamenco es un arte
universal y los Tablaos Flamencos son parte de los teatros y los festivales más
famosos, dentro y fuera de nuestras fronteras. Tanto es así que, a día de hoy,
existen nuevas tendencias, fusiones con otros estilos musicales¸ etc., que a
veces son atacados por los defensores del Flamenco más puro, mientras que
otros tantos lo defienden y se interesan más en su evolución permeabilidad. Sea
como sea, el Tablao Flamenco actualmente se mueve por los cinco continentes gracias
a los artistas flamencos que lo divulgan y esto ha dado lugar a una nueva era,
donde cada vez más gente quiere ser testigo de su gracia, su fuerza y su
duende.
Fuentes:
0 comentarios: