miércoles, 17 de mayo de 2023

Tablao (España)

 


Un tablao flamenco es aquel local en el que tienen lugar espectáculos flamencos y que poseen un ambiente con referencias a este arte andaluz. Los Tablaos Flamencos obtuvieron su auge con la evolución de los Cafés Cantantes de mediados del siglo XIX, lugares de reunión donde se empezó a ofrecer el flamenco al público en general (cabe destacar que antes el flamenco, se realizaba de forma restringida e improvisada en Tabernas y Ventas).

Fueron muchos los Cafés Cantantes en España, arraigados principalmente en las provincias de Cádiz, Sevilla y Madrid, y de donde surgieron maestros, que hoy en día son recordados dentro de la historia del Flamenco como Silverio Franconetti, Enrique el Mellizo o la Niña de los Peines. A partir de 1910, estos Cafés Cantantes fueron desapareciendo, dejando paso a las ventas y colmaos de la época, que posteriormente sustituirán los Tablaos Flamencos. También llamados “Catedrales del Duende”, lo cierto es que el Tablao Flamenco fue de gran importancia para el desarrollo de este arte. El origen de este género musical fue la combinación de la música y el baile andaluz, con las aportaciones y los toques personales de la etnia gitana. Las palmas, el zapateo, el cante y el baile, son las bases flamencas y los Tablaos flamencos, el lugar de representación que los llevó a la cumbre. Los Cafés Cantantes se formaban generalmente de un salón amplio y bien decorado con sillas y mesas destinadas al público. En el lugar central se situaba el Tablao, representando el lugar donde el Flamenco, tras una época de exhibición restringida, apareció por fin ante un público numeroso. Dejó así de ser un arte de las minorías, para empezar a tener arraigo popular y difusión. Los Tablaos Flamencos surgieron en una época que se ha llegado a denominar la Edad de Oro del Flamenco, comprendida entre 1860 y 1919, porque fue cuando este se desarrolló en todas sus facetas: la del cante, el baile, la instrumental… hasta que se fijó de forma definitiva lo que hoy conocemos con el término de Flamenco Jondo.
En esta época el baile Flamenco afloró con un esplendor sin precedencia, siendo el mayor atractivo para el público de los Cafés Cantantes, y se comenzó a impulsar el uso de la guitarra flamenca como un complemento clave e indispensable para el cante y el baile. Hasta entonces, el Flamenco no era acompañado de guitarra, sino que se producía sin instrumento alguno, de viva voz y palmas, simplemente. Durante esta etapa se formaron tres escuelas de flamenco de gran relevancia que destacan por sus aportaciones a los Tablaos Flamencos: Cádiz, Jerez de la Frontera y el barrio de Triana, en Sevilla. Fue en ese momento cuando el baile Flamenco comenzó a distinguirse entre los bailes españoles. Pero no fue hasta los años 1910-1955 cuando el Cante Flamenco queda marcado por lo que se conoce como la etapa de la Ópera Flamenca. En esta segunda época destacaron los grandes cantantes que desarrollaron el Flamenco en todas sus vertientes.  Los cantes de ida y vuelta o los fandangos adquirieron efusivo protagonismo y notoriedad, y la guitarra pasó a ser indispensable. Se les llama “Tablaos”, porque la tarima sobre la que actúan los artistas es de madera, un material que ofrece un sonido idóneo para el “zapateado” y, además, ayuda a proteger las articulaciones de los bailaores.
Los Tablaos suelen ser locales con un ambiente íntimo y concentrado para que el público disfrute al máximo de cada actuación. En los Tablaos se cuida desde la distribución de los asientos hasta la iluminación. La acústica también es muy importante, incluso en el caso del suelo, ya que éste debe transmitir un sonido de calidad, limpio y potente, para poder escuchar nítidamente el taconeo de los bailaores y bailaoras, porque forman parte de la interpretación y la percusión del flamenco. A partir de 1955 el mundo del Tablao Flamenco siguió evolucionando para convertirse en un arte universal aunque Andalucía, naturalmente, continúa siendo la capital y cuna del Flamenco de forma inamovible, al ser donde más concentrado se encuentra y es más frecuente. El arte y la alegría se colaron en la España oscura de entonces, el olor a estiércol quedó remplazado por el aroma de perfumes caros y vinos selectos, y los mugidos de las vacas dieron paso al bravío quejío Flamenco. Los principales personajes del mundillo de la farándula y la política se acercaban a los Tablaos Flamencos para dejarse ver. Los fotógrafos y reporteros de la época también comenzaron a hacerse eco de la revolución flamenca y hasta las estrellas de Hollywood que pasaban por España o iban a filmar algunas de sus películas no querían perderse una buena juerga flamenca.
Y es que de todas las rarezas culturales españolas, el Flamenco quizá sea la más rara. En el transcurso de su historia ha sido la expresión de una raza tan minoritaria como destacable en la cultura española, la raza gitana, y el mundo del Tablao Flamenco ha estado marcado por el dolor, la persecución y la penuria. Tanto que incluso fue utilizado por la última dictadura militar para potenciar la marca España en el resto del mundo y supo adaptarse y sobrevivir hasta la actualidad, conformando una expresión y seña de la modernidad cultural española. Los Tablaos Flamencos tienen mucho de arte desgarrado y humilde, es el canto asociado a los trabajos duros como la fragua, pero también vivieron una época de esplendor enorme al convertirse en una gran atracción turística durante los años 60, siendo un arte que todos los que llegaban a España, deseaban vivir muy de cerca. Fue una época en la que surgieron grandes cantaores flamencos como Camarón de la Isla o Enrique Morente, y guitarristas como Paco de Lucía, que fueron partidarios de la modernización del Flamenco y pasaron a manos de multinacionales discográficas. Hoy el Flamenco es un arte universal y los Tablaos Flamencos son parte de los teatros y los festivales más famosos, dentro y fuera de nuestras fronteras. Tanto es así que, a día de hoy, existen nuevas tendencias, fusiones con otros estilos musicales¸ etc., que a veces son atacados por los defensores del Flamenco más puro, mientras que otros tantos lo defienden y se interesan más en su evolución permeabilidad. Sea como sea, el Tablao Flamenco actualmente se mueve por los cinco continentes gracias a los artistas flamencos que lo divulgan y esto ha dado lugar a una nueva era, donde cada vez más gente quiere ser testigo de su gracia, su fuerza y su duende.

 

 

Fuentes:

 

• Casadelarteflamenco.com

• Palaudalmases.com

 



 


























 

 

 





















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