Neoswing (EEUU)

 


Esta bastante claro que hay géneros musicales que nunca han pasado (ni pasaran) de moda. Únicamente pueden experimentar modificaciones o alteraciones en su estilo, pero siempre respetando su esencia.

Pongamos por ejemplo la música Pop. Desde su origen (a finales de los años 50 del pasado siglo) siempre ha estado de moda y en constante uso, aunque con algunas modificaciones. Desde el Soft-Pop, al Pop Acústico, el Pop Latino, el Dance-Pop, el Indie-Pop, o el Electro-Pop (entre muchos otros). Pero sí que hay géneros musicales que, a lo largo de su historia han pasado de ser protagonistas, a estar en un segundo plano. Entre estos estaría el Swing. Se dice que, dentro del mundo de la moda, todo tiene su ciclo y que cada cierto tiempo (está estimado aproximadamente en unos 20 años) vuelve a estar de moda. Con el Swing se podría incluso aplicar esta premisa, si atendemos a la evolución de este en los últimos 60 años. Desde sus inicios (allá por el 1930), la música Swing es un género musical derivado del Jazz, en la que su instrumentación se basaba principalmente en el uso del piano, contrabajo, y batería (indispensables dentro del Jazz), además del uso de instrumentos de la familia de los metales, como las trompetas y trombones, apoyados por saxofones, clarinetes, y muy ocasionalmente por instrumentos de cuerda, como la guitarra o el violín. Se utilizan tempos medios y rápidos, predominando la música más rítmica y melódica (a diferencia del Jazz), utilizando un recurso de tensión como es el riff, que consiste en la repetición de una serie de notas cortas, con un final increscendo.
Además, con el Swing se incrementó el número de miembros dentro de una banda, dando origen a las denominadas Big Band. Artistas como Benny Goodman, Duke Ellington, o Count Basie han sido los principales exponentes de este género musical, que entro en desuso a finales de los 50 (probablemente a raíz de la aparición del género Pop). Como hemos comentado anteriormente, todas las modas al final vuelven. Y con el Swing sucedió lo mismo al principio de los años 90, con el denominado género (o subgénero) Neoswing. En 1989, se formaron tres bandas de revival de Swing: Royal Crown Revue, George Gee Orchestra y Red Hot Skillet Lickers, de Lavay Smith. Después de dos años de actuar en su casa de Los Ángeles, Royal Crown Revue realizó una gira por los EEUU y atrajo la atención. Fueron seguidos por la formación de más bandas de Swing:  Big Bad Voodoo Daddy, Cherry Poppin' Daddies y Erik Ekstrand Ensemble. Fue a raíz de la banda Royal Crown Revue que, apoyados por la industria musical, y la cinematográfica, apareciendo en películas como “Los Rebeldes del Swing” (1993), o “La Máscara” (1994), relanzaron este género musical, ya con leves toques de música Ska, Rock and Roll, e incluso el Punk.
El fenómeno del Neoswing trató de rescatar el sonido Swing de los años 1930 y 1940 pero con cierta renovación, dada por el uso de guitarra eléctrica en muchas de las bandas y por la mezcla de este sonido con otros géneros musicales. Algunas bandas son más fieles al Swing de los años 1930 y otras, en cambio, tienen un sonido más similar al Rock. La formación más común en las bandas Neoswing es básicamente la de una banda de Rock, consistente en guitarra, bajo y batería, con el agregado de tres instrumentos de viento: trompeta, saxo y trombón. Usualmente, las bandas de este género usan contrabajo en lugar de bajo eléctrico logrando una imitación estética y musical más fiel a las bandas de la primera mitad del siglo XX. Cuando el club nocturno Derby abrió en 1993, ofrecía lecciones de baile gratuitas y albergaba muchas bandas de Neoswing. The Derby fue el primer club de Los Ángeles donde había baile y música Swing todas las noches. Siguió el ejemplo de Club Deluxe, que abrió en San Francisco en 1989. El Swing Retro apareció en la cultura Pop cuando se estrenó la película “Swing Kids” (1993). Big Bad Voodoo Daddy actuó en “Swingers” (1996), con escenas filmadas en The Derby y otros clubes de Los Ángeles, y en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl en 1999.
Brian Setzer ayudó a revivir el Rockabilly durante la década de 1980 como líder de los Stray Cats. En la década de 1990 ayudó a revivir el Swing atrayendo grandes audiencias como líder de The Brian Setzer Orchestra, una gran banda que se formó en 1992, influenciada por el Rock, el Rockabilly y el Jump Blues. La banda tuvo un éxito con “Jump, Jive an' Wail”, que fue un éxito para Louis Prima en la década de 1950. La versión de Setzer ganó el premio Grammy a la mejor interpretación Pop de un dúo o grupo con voces. Su álbum “The Dirty Boogie” fue nominado a Mejor Álbum Pop. En 1998, tres bandas de Swing Retro estaban en el Top 50 de la revista Billboard: Cherry Poppin' Daddies, Big Bad Voodoo Daddy y Brian Setzer Orchestra. El East Coast Swing, tanto la versión original de la escuela de baile de salón como la versión callejera más suelta, comenzaron a enseñarse a los nuevos bailarines. Mientras, el West Coast Swing se volvió popular principalmente en varios clubes del sur de California. Pero, para la generación actual, los aspectos sociales del ritmo alegre y contagioso del Swing Jazz y el contacto físico casual han demostrado ser particularmente atractivos. Muchos de los nuevos bailarines de Swing de hoy en día están aburridos con el viejo baile sin forma y de estilo libre de los clubes de techno y Hip-Hop, prefiriendo el contacto con sus parejas que le brinda este baile. Están bailando no solo con la música de Benny Goodman y Louis Jordan, sino también con las bandas retro de ritmo rápido y salto como Big Bad Voodoo Daddy, Brian Setzer, con su versión moderna, actualizada y algo más rápida de Big Bands, y bandas de estilo Hot Jazz como Squirrel Nut Zippers y Mora's Modern Rhythmists.

 

Fuente:

 

• Grupomotiva.es

 



















































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