Música Militar

 


El musicólogo Ricardo Fernández de la Torre, ganador en 1972 del premio “Ejército” de literatura, afirma que la Música Militar podría definirse como una combinación armónica y rítmica de sonidos, destinada a despertar en el hombre la vibración patriótica y sentimientos guerreros, y a estimular la disciplina del cuerpo.

Desde los orígenes de la civilización, el hombre primitivo comienza a utilizar la danza y la música en las ceremonias religiosas, para rogar a los dioses que resulten fructíferos en la caza, guerra y los cultivos. Muchos ritos y curas mágicas utilizaban el sonido, el ritmo, los cantos y las danzas. Desde la antigüedad hasta nuestros días, la música y el sonido han servido en los actos religiosos, para crear determinados estados anímicos. Recordemos el canto gregoriano, el sonido de los cuencos tibetanos, canciones, etc... Sería muy extenso hablar de toda la evolución de la música, en este caso solo hablaremos un poco de la Música Militar, que apareció en la Prehistoria musical con los toques básicos de guerra “ataque” y “retirada”, después se añadieron muchos toques hasta llegar a las marchas militares. Entre los espectáculos que impactan más fuertemente está el de presenciar un desfile militar. Lo primero que se escucha es la música que desde tiempos muy remotos está ligada a las evoluciones militares, y por la emotividad de ésta se arraiga fuertemente entre la gente cuando está encabezada por una banda de guerra y especialmente si esta va acompañada por una banda de música. Las marchas militares son especialmente patrióticas ensalzan el ánimo de los soldados antes de la batalla y penetran fuertemente en la sensibilidad humana, cada nación tiene su propio estilo musical refiriéndonos a la marcha militar, hay que significar que si la música en general fuese un árbol con sus raíces y ramas, la música militar sería una de la raíces principales ya que uno de los principios de la música fueron los toques de comunicación militares. La Música Marcial o Música Militar es un género específico de música destinado para su uso en entornos militares. Gran parte de la Música Militar ha sido compuesta para anunciar eventos militares como con cantos de trompetas y fanfarrias, o acompañar a formaciones de marcha con cadencias de tambor, o marcar ocasiones especiales como por bandas militares.
Sin embargo, la música se ha empleado en la batalla durante siglos, a veces para intimidar al enemigo y otras veces para alentar a los combatientes, o para ayudar en la organización y el calendario de las acciones en la guerra. Dependiendo de la cultura, se han utilizado una variedad de percusión e instrumentos musicales, como tambores, pífanos, clarines, trompetas u otros cuernos, gaitas, triángulos, platillos, así como bandas militares más grandes u orquestas completas. Aunque parte de la Música Marcial ha sido compuesta en forma escrita, otra música ha sido desarrollada o enseñada por el oído, como llamadas a cornetas o cadencias de batería, dependiendo de la memoria del grupo para coordinar los sonidos. La noción de música de marcha comenzó a tomarse prestada del Imperio otomano en el siglo XVI. Se creía que los otomanos habían introducido las primeras bandas militares en el siglo XIII, llamadas bandas de mehter o jenízaros. La música se caracteriza por un sonido a menudo agudo que combina bombo, cuerno (boru), campanas, triángulo y platillos (crótalos) y muchos otros instrumentos tradicionales. El sonido asociado con el mehterân ejerció una influencia en la música clásica europea, con compositores como Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven escribiendo composiciones inspiradas o diseñadas para imitar la música otomana. Las canciones de marcha, generalmente con letras patrióticas y en ocasiones nostálgicas, a menudo son cantadas por soldados mientras marchan.
Las canciones invariablemente presentan un ritmo sincronizado con la cadencia de la marcha. Hay muchos ejemplos de la Guerra Civil estadounidense, como “Marching Song of the First Arkansas” y “John Brown's Body”. “P'tit quinquin” fue popular durante la guerra franco-prusiana de 1870. La Guerra Boer generó numerosas canciones de marcha, entre las que se conoce “Marching to Pretoria”. “It's a long way to Tipperary” fue una canción de marcha de la Primera Guerra Mundial que se convirtió en un éxito popular. La “Colonel Bogey March”, fue popular en la Segunda Guerra Mundial, se hizo famosa más tarde como parte de la banda sonora de “El puente sobre el río Kwai”. “The Dadao march” fue una canción patriótica cantada en China durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa. “Ejército blanco, Barón negro” fue escrita como un himno de combate para el Ejército Rojo de Rusia en 1920, mientras que "Erika" fue cantado por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. La guerra de Vietnam produjo un hit en 1966, “Ballad of The Green Berets”, que tiene un ritmo marcial. El éxito “Amen” de 1964 de Curtis Mayfield también presenta un ritmo de marcha, como lo hace el éxito estadounidense Top 40, “Burning Bridges”, de The Mike Curb Congregation (1971). En Vietnam y en particular en la Segunda Guerra del Golfo y en Afganistán, la música grabada (a menudo con música Rap) ha sido utilizada por algunos soldados mientras viajan, se preparan y participan en la batalla. Artistas como Eminem han escrito canciones con referencia específica a las guerras actuales, incluyendo “Bagpipes From Baghdad”. El Toque de Corneta es una melodía corta, para anunciar eventos programados y no programados determinados en una instalación militar, campo de batalla, o barco. Estas piezas musicales cortas se tocan con corneta, que ha sido utilizado por militares como medio de comunicación ya que se puede escuchar desde lejos y en ambientes muy ruidosos (durante la batalla). Es una forma muy efectiva de dar órdenes y comunicarse, aunque ya no son requeridos por los ejércitos para comunicarse. Llamadas de corneta conocidas incluyen “Taps”, “The Last Post” y “Reveille”.


















































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