Una Chirigota puede definirse como una agrupación coral de los
carnavales que se cantan por las calles. Esta agrupación suele estar compuesta
por varias personas, por lo general entre 7 y 12 componentes que cantan en
diferentes tonos. También es normal que vayan acompañados por instrumentos como
la guitarra, bombos, pitos, una caja y güiros.
El repertorio del que se
componen las Chirigotas consta de cinco partes fundamentales: presentación,
pasodobles, cuplés, estribillo y popurrí. Son un tipo de coplillas en las que
se canta recitando, como una especie de monólogo cantado. También poseen unas
formas musicales muy simples procedentes del Pasodoble, la Rumba,
la Sevillana,
el Tanguillo,
la Seguidilla,
etc. Los temas tratados suelen ser diversos, centrados sobre todo en temas
actuales: política, relaciones, costumbres, famosos… Igual que se realizan
concursos de carnaval donde se premia a los mejores disfraces, también se
premian a las Chirigotas, que son evaluadas en tres aspectos: la
representación, la calidad musical y el vestuario. El principal objetivo es
hacer reír al público a través de la crítica satírico-humorística. El Concurso
Oficial de Agrupaciones Carmavalescas (COAC), se lleva a cabo en el Gran Teatro
Falla, donde cada Chirigota comparte escenario con otras tres modalidades de
agrupaciones que son: Coros, Comparsas y Cuartetos. La Chirigota está compuesta
por un máximo de 12 miembros y un mínimo de 7, que interpretan el repertorio
como mínimo a dos voces. La voz que suele usar la Chirigota es el tenor,
que lleva la melodía. Esta vos se acompaña de segundas voces, como por ejemplo,
la segunda (barítono), el contralto, la tercera (descendencia de la segunda),
la octavilla y a veces con bajos. El repertorio que interpretan las Chirigotas
que se presentan al COAC constan de una presentación (no necesariamente con
música inédita), que esté relacionada con el tipo (disfraz) que lleva esa
agrupación; dos Pasodobles (con música original del grupo); dos Cuplés
(con música original); un estribillo (cantado al final de cada Cuplé y que
también debe ser original), que esté relacionado con el tipo del grupo; y un
popurrí (dividido en cuartetas) que también hace referencia al tipo de forma
burlesca y humorística.
La Chirigota también es propia de otras
ciudades españolas como Albacete, donde se ofrece la Muestra de Chirigotas del
Carnaval de Albacete. También tiene gran importancia en Murcia, donde se
celebra de forma anual el “Certamen Nacional de Chirigotas Ciudad de Murcia”,
en el famoso Teatro Romea. La Chirigota es denominada “Murga”
en otras ciudades españolas como Badajoz, compuesta por un número de diez
personas. También en Santa Cruz de Tenerife son el plato fuerte de su famoso y
popular carnaval. Otra ciudad donde son muy populares es Málaga, ofreciendo una
gran variedad de coplas para alegrar y entretener al público. La Chirigota como agrupación ha estado presente desde los orígenes
del carnaval, como una forma de manifestación o crítica satírica humorística a
las situaciones políticas, económicas y emocionales de la sociedad. Vale
destacar que la Chirigota tiene sus orígenes desde el siglo XVI, pero no
oficialmente con ese nombre sino con diferentes variedades que se le otorgaron
durante la época. Sin embargo, existen datos de que en el año 1884, el alcalde
Eduardo Genovés, durante el Carnaval de Cádiz, publicó una ordenanza
reglamentando las agrupaciones carnavalescas, incluyendo las Chirigotas.
Su origen concreto es desconocido. Parte de una tradición de recitar a través de
coplas de las distintas situaciones que vivía la sociedad; uno de sus
principales autores y a través de los cuales se puede denominar como Chirigota
a lo que conocemos hoy en día, es Antonio Rodríguez, conocido
popularmente como “El tío de la tiza”.
Rodríguez revolucionó con su talento el
mundo de las agrupaciones carnavalescas siendo inspiración para otros
compositores, ya que introdujo instrumentos como guitarras y bandurrias,
haciendo las coplas más alegres y divertidas. Entre los años 1920 y 1936 quedó
marcada una nueva época en los carnavales, surgiendo durante este período de
forma oficial las agrupaciones ”Coro y Chirigota”, como género de
agrupaciones carnavalescas, de la mano de grandes compositores como López
Cañamaque (escritor y músico de coros y chirigotas); Suárez (quien era
el director de Chirigotas); Juan Ponce (quien aportó muchas
letras y música de Chirigotas y desarrolló el uso de trabalenguas). Fueron años
dorados para los Coros y Chirigotas, hasta el estallido de la Guerra Civil.
Durante el gobierno de Franco fueron abolidos los carnavales en toda España. No
obstante, quedó muy latente en la gente que en febrero tocaba coplas
carnavalescas de manera clandestina en lugares privados. Por suerte, la
prohibición fue abolida en 1948 y, aunque fue bastante reglamentado y
censurado, pudieron salir de nuevo a las calles Comparsas, Coros, Cuartetos y
Chirigotas. Durante esa etapa surgió un compositor, Paco Alba, con el cual se
superó en calidad al carnaval anterior a la guerra. A partir de 1967 se
incrementó la popularidad de la Chirigota, pero fue a partir de 1977, que
comenzó el carnaval en democracia, donde se abolieron las restricciones que se
imponían a las agrupaciones en sus coplas. A pesar de esto, la gente la gente
todavía no se atrevía a escribir y cantar abiertamente sobre temas de la
política o sexualidad. La Chirigota tuvo que esperar hasta
1982 para retomar su rumbo. Ese año, la Chirigota ”Los Cruzados Mágicos”, de
Paco
Rosado, Emilio Rosado y José Manuel Gómez que rompió
totalmente la monotonía que venía trayendo la modalidad, dejando aquel año una Chirigota
que pasará a la historia por su cambio y por su magnífico repertorio, siendo su
popurrí recordado por muchos aficionados, ganando el primer premio de la
modalidad, cantando sin eufemismos, comentando los problemas directamente a
través de letras ingeniosas. El soniquete, la forma de cantar, el estilo abrió
paso a un nuevo concepto de Chirigota.
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