Si bien los mexicanos no se han destacado como compositores de Cumbia
(como sucedió por ejemplo en Perú), sí se destacaron en crear nuevas variantes,
nuevos estilos y nuevas maneras de bailar. La influencia de la Cumbia
en México puede apreciarse en todo el país, desde la música de la costa de
Guerrero y Oaxaca, hasta la música grupera en el norte.
Desde que llegó a
México, la Cumbia pegó. Intelectuales, gente de barrio, clase media y poperos
han caído rendidos ante este ritmo musical. Acetatos y grupos colombianos en
fiestas, se encargaron de introducir la Cumbia en México. En los años 40,
México era reconocido por ser uno de los países con mejores orquestas de viento
en Latinoamérica. Algunas de las máximas figuras musicales eran los cubanos Benny
Moré y Pérez Prado, quienes hicieron carrera en México apoyándose en
grandes orquestas locales como la de Rafael de Paz. En esa época la gente
estaba acostumbrada a bailar principalmente Mambo, Swing
y Danzón.
En el México de ese tiempo la influencia colombiana se podía distinguir en el Merecumbé
como ”Ay cosita linda mamá”, de Pacho Gaitán, que grabó la Sonora
Matancera; “Pachito E'ché”, de Alejandro Tovar, que grabó Pérez
Prado; y “San Fernando”, de Lucho Bermúdez, que grabó Benny
Moré. Sin embargo, no se puede hablar de Cumbia en México sino
hasta la llegada de Luis Carlos Meyer, el primer embajador de la Cumbia
colombiana. Meyer nació en Barranquilla el 21 de septiembre de 1916. Luego
se mudó a Bogotá donde hizo sus primeras grabaciones que se convirtieron en
éxitos como ”Se va el caimán”, “Santa Marta”, “La historia”, entre
otras. Luis Carlos Meyer llegó a México a principios de 1943,
introduciendo la Cumbia con su orquesta, lo que muchos toman como el comienzo de
la Cumbia
Mexicana. En suelo azteca, Meyer grabó para RCA Victor, junto a
la orquesta del chiapaneco Rafael Paz. Un músico sin límites y
gran amigo de Benny Moré, conocido como ”El bárbaro del ritmo”.
Luis
Carlos Meyer
Se cree que
el disco de Cumbias y Porros fueron las primeras Cumbias
grabadas fuera de Colombia. Arropado por la Sonora Matancera y también del jalisciense
Tony
Camargo, poco a poco comenzaron a inquietar al público con el nuevo
ritmo tropical. Transformaron la música con un matiz musical marcado y hacían
sus apariciones en películas de la llamada “Época de Oro” del cine mexicano,
dando prácticamente paso al nacimiento del ritmo de la Cumbia Mexicana a
principios de los años 50. Las primeras Cumbias que se escuchaban por todos
lados ocupando los primeros lugares. Fueron creaciones graciosas, chistosas y
repetitivas en sus letras, pero con inconfundible ritmo de la Cumbia.
Eran temas que llegaron para quedarse como “Micaela”, ”La
puerta”, “El año viejo”, “La Cumbia cienaguera”, con sus
instrumentos básicos como bajo eléctrico, guitarra eléctrica, timbales, congas,
saxofón, batería y güiro. Sin dudas, entre los pioneros de la Cumbia en México, se encuentra Carmen
Rivero, quien después de vivir un tiempo en Colombia, regresó a México
y adaptó la Cumbia para complacer al gusto mexicano, incorporando una
sección fuerte de metales, siendo probablemente la primera en usar timbales
para marcar el ritmo con que los mexicanos solían bailar. A finales de los 50
comenzó su carrera el compositor y arreglista mexicano Mike Laure, introduciendo
en México una Cumbia completamente nueva, con guitarra eléctrica y elementos
de Rock;
además agregó batería, saxofón y acordeón, instrumentos que en esa época no
eran comunes para la Cumbia.
Carmen
Rivero
Algunos de sus éxitos fueron
“La
Rajita de Canela”, “El caimán”, “Tiburón a la vista”, “Quiero
amanecer”, etc. Luego de su éxito, la Cumbia se expandió
rápidamente a todas las clases sociales, círculos y tipos de personas. Elena
Poniatowska conoció a Gabriel García Márquez en las fiestas de Carlos Fuentes
y, por entonces, al escritor colombiano le gustaba bailar Cumbia. En los años 60,
la reconocida Sonora Santanera grabó sus primeras Cumbias con el muy
particular estilo de la Cumbia Mexicana. Se puede concluir
que la Cumbia en México estableció su particular estilo a partir de la
influencia de las orquestas que tocaban ritmos principalmente cubanos, haciendo
algunos cambios para que los mexicanos pudieran bailar a su estilo. En los años
70 se marcó el inicio de dos vertientes de la Cumbia Mexicana. En el
noroeste emergió la Cumbia Balada, mientras que en el suroeste lo hizo la Cumbia
Costeña. La Cumbia Balada, con Rigo Tovar fue un éxito
internacional y la escuchaban jóvenes de toda Latinoamérica, mientras que la Cumbia
Costeña fue un movimiento más regional. A finales de los 70, la familia
Mejía
Avante conformó, luego de probar varios ritmos y como medio para
subsistir, la agrupación Los Ángeles Azules. Conforme
forjaban un estilo musical se dieron a conocer tocando en fiestas, cumpleaños,
bodas, etc., incluso algunos pensaban que eran colombianos. En los años 80 la Cumbia
entró en declive en Colombia ya que en ese país se identificaban más con el Vallenato.
Debido a esto, los avances en la Cumbia se dieron en otros países
como México, Perú y, en menor medida, El Salvador. En los años 90, la Cumbia
ya tenía múltiples sabores, como Cumbia Norteña o Cumbia
Sonidera. Luego llegaron otros ritmos como Quebradita, Salsa,
Pasito
Duranguense y otros. La Cumbia Sonidera y Los
Ángeles Azules sobrevivieron e incluso relanzaron el subgénero. Ya en
el siglo XXI, la Cumbia Sonidera se consolidó y se extendió, primero a EEUU y
luego a Centro y Suramérica, con la agrupación Jambao como uno de sus
máximos exponentes. Tras el surgimiento y el auge del reggaetón en
Latinoamérica, la Cumbia quedó desplazada. En 2014, Los Ángeles Azules dieron
a conocer la Cumbia Sinfónica, un subgénero de la Cumbia Sonidera, la
romántica y la mexicana, con el toque de las grandes orquestas sinfónicas de
México.
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