El Canto a lo Divino es una de las tradiciones campesinas chilenas
que lucha para mantenerse en el tiempo. Una práctica que se remonta a un tiempo
cercano al año 1600, llevada de la mano de los sacerdotes jesuitas.
Los Cantores
s lo Divino son poetas populares, que, desde tiempos de la colonia han
puesto en décimas rimadas, los misterios de la fe católica, los momentos
culminantes de la Historia de la Salvación, y lo han transmitido de generación
en generación hasta el presente. Ellos han conservado la fe en los hogares
campesinos y, sin advertirlo, han realizado una obra poética que une la
sencillez del pueblo y el olor de los campos, al mensaje sencillo y agreste del
Evangelio. Esta tradición nació por la necesidad que tuvieron los primeros
misioneros de anunciar la Buena Nueva de Jesús a los indígenas y españoles, que
en los siglos XVI y XVII habitaban el litoral costino. Para realizar la obra
evangélica de la Iglesia en América Latina se pusieron en juego incontables iniciativas
misioneras que conjugaban todas las artes: la música, el canto, la danza, la
arquitectura, la pintura, etc. Este es pues, el verdadero contexto en que nació
el Canto
a lo Divino. Poco antes del descubrimiento de América apareció en
España la décima, creación de Vicente Espinel. La Décima es el verso ideal para
relatar acontecimientos y para memorizarlos, y los misioneros la desarrollaron
para evangelizar. Hoy se sabe que los impulsores de la Décima fueron, sobre
todo, los jesuitas. El 9 de febrero de 1593 salió del Callao la primera
expedición jesuita con destino a Chile. Ellos fundaron en Bucalemu una casa de
misioneros para que recorrieran todo el país, desde Choapa hasta Maule
predicando a los indígenas. Esta misión circulante se hizo desde entonces cada
año y duraba varios meses. Se realizaron desde 1619 hasta 1770, año en que los
jesuitas fueron expulsados de Chile, por tanto fueron 150 años de misiones
itinerantes en que los misioneros iban de norte a sur, predicando a españoles,
indígenas y mestizos, enseñándoles a cantar y rezar la doctrina cristiana en
versos, como consta en muchos documentos de la épica.
Bucalemu se convirtió en el epicentro desde donde se irradió el Canto
a lo Divino. Esa zona de misiones comprendía la región entre el Choapa
y el Maule, que es la zona donde actualmente de conserva esta tradición. Entre
los españoles llegaron trovadores y juglares que suplieron textos religiosos
por textos profanos manteniendo el mismo musical y literario, desarrollando el Canto
a lo Humano. El Canto a lo Divino consiste en
memorizar y cantar en forma individual y guitarra traspuesta o guitarrón,
décimas encuartetadas por distintos temas bíblicos. Conviene aclarar que si
bien la Décima nació en España, el Canto a lo Divino nació en Chile. Esta
tradición tiene como hábitat natural las casas de campo diseminadas en cerros y
quebradas de toda la región costina de la zona Central donde año tras año aún
se celebran novenas llamadas ”con gasto”. El “Bendita sea tu Pureza” es
muy probable que haya sido la primera Décima que llegó a Chile y a América y la
que originó toda la corriente de verso a lo divino y a lo humano. Durante los
primeros años de la evangelización, sin duda que fueron los misioneros quienes
enseñaban los versos. Pero, poco a poco, tanto criollos como mestizos y
españoles que vivían en Chile, hicieron suyo el método y empezaron a componer
sus propios versos. En cuanto a la temática del verso, por lo que se deduce,
los primeros misioneros compusieron la “Historia de la Salvación”, que venía
expuesta en la Doctrina del Concilio de Trento, que se acababa de celebrar, y
en el Catecismo de San Pío V. El Canto a lo Divino, en general, se
realiza, se realiza con motivo de fiestas religiosas o velorios de angelitos,
niños muertos a corta edad. Los poetas populares distinguen seis “fundamentos”
(temas) principales en el Canto a lo Divino: los versos por ”Creación
del Mundo”, los de ”Fin de Mundo”, los por “Historia
Sagrada” (Antiguo y Nuevo Testamento), los por ”Nacimiento de Cristo”,
los de “Pasión y Muerte”, y los de “Despedida de Angelito”.
Los cantores de esta tradición deben tener un gran vínculo con la religión y la
comunidad (vigilias o eventos religiosos). Sorprende constatar aún hoy en día,
la inmensa cantidad de cuadernos manuscritos, a veces casi indescifrables que
conservan los campesinos desde hace generaciones. En 1987, cuando el Papa Juan
Pablo II visitó Chile, el Canto a lo Divino fue dado a conocer
al mundo.
Misa
de Canto a lo Divino en la Catedral de Santiago
Misa
de Canto a lo Divino en la Catedral de Santiago
Canto
a lo Divino en El Totoral
Canto
a lo Divino en El Totoral
Samuel
Romero
Santiago
Pizarro
Agustín
Tino Vargas
Radio
Provincial de Putaendo
Canto
a lo Divino en misa de Putaendo
Sala
de Teatro del Centro de Extensión de la UCSC
Canto
a lo Divino en el Templo Buen Pastor
Cantores
en San Sebastián de Yumbel
San
José del Carmen El Huique
Agrupación
de Canto a Lo Divino y Humano María de la Cruz
Encuentro
de Canto a lo Divino en el Colegio San Lorenzo
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