Cotillón (Francia)

 

En las cortes renacentistas, el proceso de sofisticación gradual de la danza se empezó a acelerar. Las danzas de esa época estaban sujetas a gran cantidad de reglas en sus pasos y evoluciones y se dividían en danzas Bajas y Altas. 

Las danzas altas eran las que tenían saltos y levantamiento de piernas, mientras que las danzas bajas eran las deslizadas, sin separar los pies del suelo, a no ser de una manera imperceptible, grave y noble. Las reglas eran muy precisas en cuanto al movimiento del busto, cabeza y brazos. Paralelamente, el baile seguía ocupando un lugar importante en las fiestas y celebraciones de las poblaciones rurales. El Cotillón, o Rigodón, es una danza de origen francés de los siglos XVI y XVII, de ritmo binario, y cuya invención se atribuye a André Rigaud. Creado alrededor del 1700 para ser bailado por parejas de a cuatro, formando una especie de cuadrado. El Cotillón fue una de las muchas contradanzas donde los participantes (especialmente aquellos provenientes de la realeza), se juntaban para presentarse socialmente, así como para coquetear con los otros bailarines mediante el intercambio de parejas que se lleva a cabo en este tipo de baile. Como todas las expresiones del arte y la cultura que intentaron separar aristocráticamente del pueblo, el Cotillón terminó por convertirse en un fenómeno popular antes que de salones. Este baile se extendió por toda Europa durante el siglo XVIII y divirtió a todas las clases sociales sin distinción. Por su ejecución, los bailarines se dividían en turnos o cuadrillas si el número de participantes era demasiado grande, por lo que la cantidad de pareja no constituía ningún inconveniente, por el contrario, se sumaba belleza y espectacularidad a las formaciones. El Cotillón se creó para que lo bailaran dos o más parejas, marcando un ritmo de dos tiempos en un compás de 6/8. Usualmente se componía de tres o cuatro melodías y su extensión no era un elemento estricto y podía variar.

La palabra Cotillón es un aumentativo del vocablo francés “corre”, que significaba enaguas, rafajo, entró en el idioma castellano en el siglo XIX y también designaba al baile que se hacía con esas prendas, danza con figuras en compás de Vals, que se celebraba al final de las fiestas de sociedad. Poco a poco, como el idioma está vivo, su significado de baile se trasladó a toda la fiesta en sí y desde luego también a los objetos que solían regalarse en esas fiestas para aún más a los invitados (serpentinas, papel picado, sombreros, maracas etc.). Entre los instrumentos utilizados para interpretar el Cotillón se encuentran el violín, la guitarra, el acordeón y el arpa. Los músicos no sólo se encargaban del Cotillón sino de cubrir los espacios vacíos entre cuadrilla y cuadrilla, con ritmos variados para entretener a los asistentes. Con los años se convirtió en uno de los bailes más disfrutados y aclamados en los salones franceses, que a su vez impusieron un estilo a toda Europa, por lo que pronto formó parte de otros espectáculos escénicos realizados por importantes figuras de la cultura y el arte de ese período, como el compositor lírico Jean-philipe Primeau. El Square Dance norteamericano es un descendiente directo del Cotillón. En EEUU esta danza terminó convirtiéndose en una especie de entretenimiento, donde tanto adultos como niños aprenden modales así como reglas de comportamiento social, todo ello en un contexto de baile formal. Los participantes llevan generalmente vestimentas formando, llegando inclusive a utilizar guantes blancos en ocasiones. El Cotillón de hoy en día aún conserva la forma de agrupar a sus integrantes en formas de parejas. Algunos de los tipos de bailes incluidos en la enseñanza del Cotillón, son el Vals, el Fox Trot, el Tango, el Swing, el Chachachá, así como muchos otros tipos de bailes de salón.

 


















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