El archipiélago poco poblado de Nueva Caledonia es un territorio francés ubicado en el sudoeste del Océano Pacífico. En lengua local se la llama Kanaky y es apodada le Caillou (la piedra). Para los científicos es casi un milagro ambiental ya que la superficie de la isla principal está formada principalmente por hierro y níquel, una mezcla muy tóxica para la mayor parte de las plantas. Aún así, Nueva Caledonia tiene algunos de los bosques más exuberantes del Océano Pacífico. Los primeros pobladores se radicaron allí hace 3500 años y desde mediados del Siglo XIX en adelante, estos melanesios conocidos como Kanaks, fueron esclavizados viviendo bajo un sistema similar al Apartheid, marginados por los pobladores europeos. La cultura Kanak fue acallada, ignorada y oprimida. Sin embargo la juventud reclamó su música ancestral, un ritmo antiguo mezclado con la música moderna, formando una fusión del pasado y el presente para proyectar en el futuro su visión de Kanaky Libre. El Kaneka se desarrolló como un movimiento musical y artística en los años 80 luego de una investigación sostenida por músicos y artistas sobre su herencia ancestral. Este estilo alió ritmos tradicionales como el Aé Aé, el Chap y Bua, y cánticos de rituales locales, todo con una mixtura de instrumentos tradicionales y modernos. El ritmo del Kaneka recuerda mucho al Reggae. Entre los primeros grupos que se destacaron se encuentran Mexe, Mea Nebe, Waan y Vamaley. Estos grupos cantaban en lenguas autóctonas, un orgullo para las generaciones más jóvenes que pretendían defender su patrimonio musical.
Gurejele
Basados en la investigación de musicólogos y consultando a los mayores de las aldeas, los grupos de Kaneka gradualmente introdujeron instrumentos tradicionales como el tambor de redoble, el Jepä o la flauta nasal que estaba a punto de desaparecer, y animados por los silbidos del Wesel o Newa, que era un silbato utilizado en los arbitrajes de cricket. Aunque estos instrumentos existían en todas las islas, su forma y uso variaban de una isla a otra. Las letras hablan generalmente de la lucha contra la delincuencia, la pérdida de la identidad, el alcoholismo y el SIDA. En 1989 se formó Vamaley, uno de los primeros grupos en tener éxito cantando en su propia lengua. Su primer disco, Ecos del Pasado, contenía un fuerte mensaje político. Junto con otros músicos como Bethela, Edou y Temala, fueron identificados con el movimiento independentista de los años 80. Durante los primeros dieciséis años el Kaneka se fue desarrollando con mucho entusiasmo aunque no fue más allá de las fronteras del archipiélago. Este aislamiento musical causó una depresión que sólo a finalizado en años recientes. En el corazón de este renacimiento se encuentra el trabajo concienzudo del Centro Cultural Tjibaou, la revista cultural Mwá Véé y la programación musical de la radio Djiido. Jóvenes artistas como Triban Klan, Joséphine, Jeanne Hué o Fedyz, intentan actualmente modernizar el Kaneka. Ahora se aprecian influencias del Jazz y el Blues debido a la apertura al mundo exterior y al paso de grupos australianos, norteamericanos y franceses que influyeron en las nuevas tendencias del Kaneka.
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