Carnaval Internacional de Victoria (Seychelles)

 

Cada año, las Islas Seychelles se transforman en un crisol de culturas, colores y ritmos, y acogen uno de los eventos más esperados del calendario internacional: el Carnaval de Victoria. Esta vibrante celebración, que se desarrolla en el corazón del océano Índico, invita al mundo a las pintorescas calles de Victoria, que ofrecen una combinación única de belleza natural y diversidad cultural.

Países de todo el mundo acuden a las islas Seychelles para vivir el colorido, el ambiente y la emoción de su festival internacional de carnaval. Con culturas y naciones de todo tipo representadas, es un crisol de culturas como ningún otro. Con aguas tropicales y playas idílicas, las 115 islas de las Seychelles son más conocidas por ser el paraíso por excelencia.

Seychelles, que ocupa una superficie de 400.000 kilómetros cuadrados y se encuentra a poco más de 1.000 kilómetros de la costa norte de Madagascar (y a tan solo unos pocos grados por debajo del ecuador), es una encrucijada entre Asia y África. Sin embargo, a pesar de su diversa mezcla de etnias y costumbres, en general se inclina culturalmente hacia esta última, una identidad que queda claramente de manifiesto cuando el festival llega a la ciudad.

Durante tres días al año, el “Carnaval de Carnavales” muestra no solo las pasiones de las Seychelles, sino también las de naciones de todo el mundo. El Carnaval Internacional de Seychelles, también conocido como el Carnaval Internacional de Victoria, que se celebra en abril de cada año, es testigo del desfile de Samba brasileñas, miembros de tribus masai, músicos del Himalaya, bailarines indonesios, acróbatas chinos y una gran cantidad de otras herencias culturales por las calles de su capital, Victoria.

Durante este espectáculo de tres días, más de 1.500 participantes de casi 30 países llegan a la nación más pequeña de África para mostrar sus habilidades en un espíritu de diversidad y unidad. Las artes, la historia, el patrimonio y la cultura juegan un papel en el acto de cada nación. Las propias Seychelles utilizan el evento para difundir sus orgullosas costumbres al resto del mundo a través de la multitud de medios de comunicación que llegan a la isla cada año.

En colaboración con su vecina Reunión, en el océano Índico, las Seychelles inauguraron el carnaval en 2011. Fue concebido como parte de un sueño de unir al mundo en un evento cultural que promoviera el espíritu de paz y diálogo, así como la armonía, independientemente de las diferencias políticas, raciales o religiosas. El carnaval ha desarrollado una verdadera visibilidad en el escenario internacional, con una importante representación mediática en Europa, Oriente Medio, América, Asia y Oceanía. En los últimos años, se ha convertido en el evento cultural más importante de las Seychelles.

Hay muchas tradiciones y costumbres asociadas con los tres días para disfrutar: imágenes de trajes adornados con lentejuelas y joyas, tocados coloridos, bandas, artistas, una variedad de bailarines y carrozas de clase mundial y el sentimiento general de celebración y jolgorio.

El carnaval también es famoso por sus disfraces, en particular por los personajes enmascarados que desfilan por las calles disfrutando de la diversión y entreteniendo a los niños. Tres días de diversión abundan en varios lugares de Victoria y atraen a los espectadores a otro mundo en la atmósfera vertiginosa de este evento único en su tipo.

Comienza con un estallido, ya que la ciudad de Victoria se convierte en una plataforma de entretenimiento con música y comida cultural que llenan las calles. Se anima a los países participantes a instalar restaurantes al aire libre para mostrar las delicias culinarias de sus países de origen.

El segundo día, las carrozas se reúnen en el Estadio de Roche Caimán y recorren las calles principales de la ciudad, donde todos pueden disfrutar de la procesión. En un espíritu de cohesión, se invita a la población local a unirse a la fiesta vistiendo sus propios disfraces y accesorios. Los artistas locales también produjeron una canción para el evento, que incluye pasajes en cada uno de los tres idiomas nacionales del país, inglés, francés y criollo. El tercer día, el evento se cierra con un enfoque familiar y divertido, con puestos de comida y bebida instalados fuera del estadio y música hasta bien entrada la noche.

En los años transcurridos desde su inicio, el carnaval se ha consolidado como la mayor manifestación cultural de las Seychelles. Desde el Carnaval de Dusseldorf en Alemania hasta la Notting Hill Carnival Roadshow Company del Reino Unido, el Carnaval de Indonesia y delegaciones de Rusia, Marruecos y Kenia, entre otros, muchas naciones han regresado una y otra vez para vivir la atmósfera.

En 2014, participaron 26 países extranjeros; en 2015, la cifra había aumentado ligeramente a 29, junto con unos 100 medios de comunicación de todo el mundo. Los invitados de honor eran ya algo habitual.

Este año, 2016, el número de delegaciones fue menor (23 en total), pero el ambiente no se vio empañado en lo más mínimo. “Unidad” fue el tema elegido como apropiado para el evento, ya que nada promueve la cohesión social más que los festivales a los que contribuye todo el mundo.

El tema fue elegido para ayudar a los locales a olvidar las divisiones políticas durante el “acalorado período electoral” por el que acababa de pasar el país y para mantener el espíritu del pasado de unir a las naciones y las culturas.

El evento tiene un significado especial para Seychelles, más allá de la simple celebración de su cultura y la de otras naciones. El turismo es vital para la economía de la nación insular, y el carnaval anual es una oportunidad ideal para mostrar lo que tiene para ofrecer al resto del mundo. Parece que ha dado sus frutos ya que el turismo ha ido aumentando año tras año.

Afortunadamente, con tantos vestidos brillantes y colores vivos en exhibición, el evento atrae mucha atención y debería seguir haciéndolo durante muchos años más.

 

 

Fuentes:

 

• Atcnews.org

• Nation.sc