Edith Piaf, ¿resistente o colaboracionista?
Edith Giovanna
Gassion, mejor conocida como Edith
Piaf, es una cantante parisina muy reconocida que logró convertir la
tragedia en belleza a través de su voz, y conmovió muchos corazones durante las
dos Guerras Mundiales. Si se considera a la adaptación como parte de la
supervivencia y defensa de una nación, Piaf fue la mejor durante la
ocupación de París por las fuerzas nazis, cuando aparentaba simpatizar con las
fuerzas de Hitler; el hecho de en apariencia aliarse con el enemigo para tener
una mayor proyección artística es algo que la cantante francesa realizó.
Siempre dijo pertenecer a la Resistencia francesa, pero durante la ocupación alemana de Francia, actuó en los clubes y en lasfiestas privadas de los nazis, por lo que muchos la habían considerada como traidora, sin embargo, el motivo principal del “Gorrión de París” era proteger a los franceses y quitarlos de la lista negra de los alemanes. Piaf y su música tuvieron éxito en ambos bandos. De hecho "La Vie en Rose", de 1945, llegó a ser un himno entre los alemanes. Es cierto que la popularidad Piaf la llevó a tomarse algunas libertades que le podrían haber generado serios problemas, como sucedió durante una actuación, en la que se cubrió con una bandera francesa. Pero su popularidad también le sirvió para proteger a otros artistas perseguidos por los nazis, como el
Siempre dijo pertenecer a la Resistencia francesa, pero durante la ocupación alemana de Francia, actuó en los clubes y en lasfiestas privadas de los nazis, por lo que muchos la habían considerada como traidora, sin embargo, el motivo principal del “Gorrión de París” era proteger a los franceses y quitarlos de la lista negra de los alemanes. Piaf y su música tuvieron éxito en ambos bandos. De hecho "La Vie en Rose", de 1945, llegó a ser un himno entre los alemanes. Es cierto que la popularidad Piaf la llevó a tomarse algunas libertades que le podrían haber generado serios problemas, como sucedió durante una actuación, en la que se cubrió con una bandera francesa. Pero su popularidad también le sirvió para proteger a otros artistas perseguidos por los nazis, como el
músico judío Michel Emer, con el que
grabo la famosa canción, "L' accordeoniste", y al que la
artista mantuvo oculto hasta la liberación de París. Este fue un acto de
resistencia, pero incluso llegó a detener a un soldado de la resistencia francesa
que pretendía destruir un tanque alemán durante la liberación de París. La gira
que realizó ante los prisioneros franceses que se encontraban en campos de
prisioneros en Alemania, que le acarreó muchas críticas, sirvió para convertir
las fotos que Piaf se hizo con los prisioneros en fotografías para pasaportes
falsos, que llegaron a los cerca de 120, lo que facilitó la fuga de muchos
prisioneros. La gira que
realizó ante los prisioneros franceses que se encontraban en campos de
prisioneros en Alemania, que le acarreó muchas críticas, sirvió para convertir
las fotos que Piaf se hizo con los prisioneros en fotografías para pasaportes
falsos, que llegaron a los cerca de 120, lo que facilitó la fuga de muchos
prisioneros. Continuó cantando en varios campos de prisioneros por iniciativa
propia. Aunque no se sabe si fue un medio para que Piaf asegurara su
popularidad con las
fuerzas de ocupación y avanzara en su carrera. Tras la liberación de París actuó en numerosas ocasiones para las tropas aliadas. Piaf fue muy amiga de la actriz alemana Marlene Dietrich, que sentía algo más que amistad por la cantante francesa, sin embargo, Edith nunca pareció corresponderle, aunque hay una fotografía en la que ambas se besan en la boca. Su carrera fue siempre su prioridad y en una ocasión dijo que "todo lo que he hecho en mi vida ha sido desobedecer", y esa rebeldía se refleja con claridad en su música y en su vida y "Je ne regrette rien" es el reflejo de cómo era ella misma, de cómo las drogas y el alcohol la hizo descender del cielo de la fama al infierno. Años más tarde, luego de haber tenido una exitosa carrera, Piaf grabó su última canción en 1963: “L’homme de Berlin”, en castellano “El hombre de Berlín”. En esta melodía Piaf refleja su turbulenta vida amorosa, aludiendo también alegóricamente a la relación entre Francia y Alemania. En las primeras líneas de la canción, Edith muestra una escena triste: “Bajo el cielo sucio, llorando de aburrimiento. Bajo la llovizna que cae sobre él. Él... El hombre de Berlín…”, en donde dos desconocidos se encuentran en la ciudad “en el antiguo barrio en medio de la noche” por casualidad “cuando no se espera nada”, y aquel hombre se vuelve su amor por algunos momentos; sin embargo “el hombre de Berlín, buscó el olvido” y “se ha ido demasiado lejos”. El 11 de octubre de 1963, la voz de Piaf calló para siempre. Piaf fue enterrada en el Cementerio parisino de Père Lachaise, junto a su hija Marcelle. Su tumba es una de las más visitadas en París.
fuerzas de ocupación y avanzara en su carrera. Tras la liberación de París actuó en numerosas ocasiones para las tropas aliadas. Piaf fue muy amiga de la actriz alemana Marlene Dietrich, que sentía algo más que amistad por la cantante francesa, sin embargo, Edith nunca pareció corresponderle, aunque hay una fotografía en la que ambas se besan en la boca. Su carrera fue siempre su prioridad y en una ocasión dijo que "todo lo que he hecho en mi vida ha sido desobedecer", y esa rebeldía se refleja con claridad en su música y en su vida y "Je ne regrette rien" es el reflejo de cómo era ella misma, de cómo las drogas y el alcohol la hizo descender del cielo de la fama al infierno. Años más tarde, luego de haber tenido una exitosa carrera, Piaf grabó su última canción en 1963: “L’homme de Berlin”, en castellano “El hombre de Berlín”. En esta melodía Piaf refleja su turbulenta vida amorosa, aludiendo también alegóricamente a la relación entre Francia y Alemania. En las primeras líneas de la canción, Edith muestra una escena triste: “Bajo el cielo sucio, llorando de aburrimiento. Bajo la llovizna que cae sobre él. Él... El hombre de Berlín…”, en donde dos desconocidos se encuentran en la ciudad “en el antiguo barrio en medio de la noche” por casualidad “cuando no se espera nada”, y aquel hombre se vuelve su amor por algunos momentos; sin embargo “el hombre de Berlín, buscó el olvido” y “se ha ido demasiado lejos”. El 11 de octubre de 1963, la voz de Piaf calló para siempre. Piaf fue enterrada en el Cementerio parisino de Père Lachaise, junto a su hija Marcelle. Su tumba es una de las más visitadas en París.
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