Torito (Colombia)

El Torito es una danza tradicional y de las más representativas del Carnaval de Barranquilla. La danza es de origen africano. Consiste en un grupo de bailarines de cantidad indeterminada que danzan al son de tambores. Cada año participan en el Carnaval de Barranquilla y han sido ganadores consecutivamente desde hace casi 30 años. La danza fue fundada el 30 de enero de 1878 por el barranquillero Elías Fontalvo Jiménez, y desde entonces sus integrantes no han dejado de recorrer las calles durante los cuatro días del carnaval. Esta danza hace parte de las llamadas danzas negras o de congos. Su creación se dio a partir del rechazo que hicieron a su fundador en la danza “El Toro Grande” debido a su corta edad (12 años). A partir de ahí, Elías Fontalvo Jiménez decidió crear su propio grupo en compañía de varios amigos. El Torito surgió como rival del Toro Grande, superándolo y haciéndolo desaparecer. Fontalvo dirigió el grupo hasta el año 1930, cuando cedió el mando a su hijo. Los hombres llevan cubierta la cabeza con un gorro o turbante de cartón, adornado con multicolores rosas o flequillos de papel. La camisa es de satín, el pantalón está diseñado con parches en forma de copas, una pechera y una capa cubierta de pedrería completan el atuendo. Los rostros se pintan de blanco, con redondas mejillas coloradas y llevan gafas oscuras. Las mujeres lucen coloridas blusas, faldas de satín y arreglos de flores en la cabeza. El conjunto de la danza lo completan los disfraces de vacas, burros y toros. El disfraz del Torito consiste en un enterizo manga larga, confeccionado generalmente en tela de satín, de colores vivos, en especial rojo y amarillo. Lleva una máscara grande (el tamaño oscila entre dos a tres veces más que el de una cabeza humana normal). La  máscara simula la cara de un toro macho, con cuernos afilados y grandes, pintada de varios colores. En el extremo de cada cuerno lleva un cascabel romboide hecho de latón, con cintas que cruzan de cuerno a cuerno y pañoleta de colores que cuelgan de cada cascabel.

La danza del Torito posee dos toques de tambor: “el toque de calle”, que se utiliza en el desfile de la danza por las calles, ya sea en los barrios o en los desfiles oficiales. Con este toque, los hombres avanzan aparejados entre sí, unidos por los codos, para posteriormente abrirse y dejar paso a los músicos y a las mujeres. Todos estos pasos se ejecutan corriendo o trotando. A continuación los hombres forman una rueda en torno al grupo de músicos y retoman enseguida la marcha por parejas zigzagueando. Los burros y los toros corretean al lado de la danza imitando los sonidos y movimientos propios de estos animales. Cuando el toque del tambor anuncia el “toque de casa”, los hombres forman un círculo y se entregan al baile con las mujeres. Al mismo tiempo, el torito y demás animales representados, se unen a la danza. Para la música se utiliza un tambor de un solo parche y una guacharaca, mientras que los cantos, un solista y un coro. Las palmas cumplen una función de instrumento adicional. La estructura de la copla es simple. Las letras se componen e improvisan según el léxico popular de la región, incluyendo temas relacionados a la vida cotidiana. El canto se desarrolla en forma dialogada entre el solista y el coro. El tiempo de duración del estribillo es irregular, y por lo general, es el mismo solista quien lo decide, a la vez que también señala el paso de una copla a otra. Los integrantes de la comparsa siempre realizan un acto religioso antes de hacer su presentación en los diferentes desfiles de carnaval, y para conmemorar y homenajear al fundador del grupo, visitando la tumba de Elías Fontalvo, haciendo una muestra del baile enfrente a su sepulcro. Los integrantes de la danza del Torito oscilan entre los 6 y los 60 años. En la actualidad, el grupo cuenta con un número aproximado de 250 integrantes.