Cielito (Argentina)



El Cielito, o Cielo, es una danza tradicional que surgió en la región pampeana bonaerense (actual argentina), en épocas en que esta región formaba aún parte del Virreinato del Río de la Plata. Es evidente que en el ambiente colonial gauchesco del Plata, adoptó modalidades y recursos muy propios de danzas picarescas, lo cual explicaría sus castañetas y la vivacidad de algunas figuras. La cadena, la reja y otras figuras, permiten suponer que provenía de alguna danza europea.
Al respecto, el musicólogo Carlos Vega, sostiene que este género fue llevado por los británicos a Argentina en el Siglo XVIII con el nombre de Country Dance o “Contradanza”. La Country Dance inglesa llegó a Buenos Aires hacia 1730, y desde 1746, fecha en que las autoridades eclesiásticas aplicaron severas medidas a quienes la bailaron, su historia está perfectamente documentada. Esta danza sufrió, como todos los bailes importados, el lógico proceso de adaptación. Hacia 1750, de los salones porteños habría pasado al suburbio y a la campaña, para retornar con distinto nombre al ambiente aristocrático de la época de la Revolución de Mayo, donde incorporó a su juego vivo, una especie de Vals con enlace de parejas. Los primeros Cielitos fueron cantados, eran la expresión colectiva, el lenguaje de los hombres libres que inauguraron en la Patria una nueva época. La letra de los Cielitos era la misma que circulaba en los salones, reuniones de fogones, campamentos o pulperías, con una atmósfera de carácter popular, y de motivo patriótico. Bartolomé Hidalgo es considerado como el autor de la mayoría de los Cielitos.


El Cielito fue llevado por los solados a la Provincia Oriental (actual Uruguay), mientras que el Ejército del Norte, cuando estuvo al mando de Manuel Belgrano, lo llevó a las provincias del Norte y Alto Perú (Bolivia). En 1817 la banda de los batallones 8 y 11 (compuestos por africanos y afroargentinos) del General San Martín, lo llevaron a Mendoza y Chile. Con posterioridad llegó también a Perú y Paraguay, aunque los datos son menos precisos. Es muy sabido que algunos bailes criollos requieren el concurso de músicos cantores, pero en otros tiempos cantaban también los bailarines y los espectadores coreaban el estribillo. Eso ocurría con el Cielito, que de los salones pasó al teatro. En los escenarios se bailaba, ya sea como parte de la acción o al finalizar el espectáculo. El primer texto del Cielito se publicó en 1813, la primera versión musical fue escrita en 1816 y la primera descripción coreográfica, en 1818. Domingo Faustino Sarmiento se refiere al Cielito en el “Facundo” (1846), diciendo que era una danza del gusto del gaucho, y que le recordaba al Jaleo español. Uno de los Cielitos que ha llegado hasta nuestros días es el “Cielito de la Libertad”, dedicado a José de San Martín. Su decadencia fue irregular. En Buenos Aires disminuyó su culto hacia 1830 y resurgió hacia 1845. Decreció nuevamente al promediar el siglo y solo como recuerdo de grata significación histórica, se bailaba hasta 1870 o 1880 en algunas casas antiguas de la ciudad. En la campaña languideció gradualmente desde 1860 a 1890 y fue desplazado por las danzas de ciclo en que las parejas bailaban enlazadas (Mazurcas, Polkas, Habaneras, etc.)







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