Batuque (Cabo Verde)


 

Batuque (Batuku o Batuk en creole caboverdiano) es un género musical, un patrimonio cultural y también un género de danza originario de Cabo Verde. Como género musical, el Batuque se caracteriza por tener un tempo moderado, un compás de 6/8 o 3/4, y tradicionalmente es únicamente melódico, es decir, ser únicamente cantado, sin acompañamiento polifónico.

Comparado con otros géneros musicales en Cabo Verde, el Batuque se estructura en torno a canto-respuesta, y es el único que presenta un polirritmo. De hecho, analizando el ritmo se descubre que se trata de una superposición de un ritmo de tres tiempos sobre un ritmo de dos tiempos. En su forma tradicional, el Batuque se organiza como si se tratara de un crescendo orquestal. Tiene dos movimientos (si se les puede llamar así). Antiguamente la introducción de la pieza musical se hacía con el instrumento cimboa (cordófono de la familia del laúd), que aportaba la línea melódica básica, pero actualmente su uso está prácticamente extinto. El primer movimiento se llama, en creole, galion. En este movimiento, uno de los intérpretes (llamado batukaderas) realiza un ritmo polirítmico, mientras que los demás ejecutan un ritmo de dos tiempos, aplaudiendo o golpeando una tela. El cantante solista (llamado kantadera proféta) canta una melopeia que pronto es repetida (llamada ronka baxon) al unísono por los cantantes restantes (llamados kantaderas di kunpanha). Estos versos, refranes improvisados, que abordan diferentes temas cotidianos, desde elogios a determinadas personalidades hasta la crítica social, se denominan finason. Esta estructura canción-respuesta continúa hasta el segundo movimiento. El segundo movimiento se llama txabéta. Este movimiento corresponde a un clímax orquestal, en el que todos los músicos interpretan el mismo ritmo al unísono, y todos los cantantes interpretan el mismo verso al unísono, funcionando como un coro. Modernamente, el Batuque ha sido compuesto de manera diferente por compositores recientes.
La música se basa en un soporte polifónico (secuencia de acordes) y tiene una estructura similar a otros géneros musicales caboverdianos, en los que las estrofas musicales se alternan con un estribillo. Como danza, el Batuque tradicional se desarrolla según un ritual preciso. En una sesión de Batuque se organiza un grupo de intérpretes (casi siempre sólo mujeres), con un solista y un coro que realiza la función de respuesta, en un escenario llamado terreru. Este escenario no tiene por qué ser un lugar concreto, puede ser un patio trasero o el exterior, en una plaza pública, por ejemplo. La pieza musical comienza con los intérpretes (que pueden ser batukaderas y kantaderas o no) realizando el primer movimiento, mientras uno de los intérpretes se dirige hacia el interior del círculo para realizar la danza. En este primer movimiento, la danza se realiza únicamente con la oscilación del cuerpo, siendo el movimiento alterno de las piernas marcando el fuerte compás del ritmo. En el segundo movimiento, mientras interpretan el ritmo y el canto al unísono, quien está bailando cambia de pasos. En este caso, la danza (llamada ku tornu) se realiza con un balanceo de caderas, que se consigue mediante una flexión rápida de las rodillas, siguiendo el ritmo. Cuando termina la pieza musical, la intérprete que estaba bailando se marcha, llega otra que la reemplaza y comienza una nueva pieza musical. Estas interpretaciones pueden prolongarse durante horas. El vestuario usado por las artistas incluye una camisa corta blanca sin mangas que deja el ombligo expuesto y, además, un pantalón blanco hasta la rodilla. En ciertos casos también pueden actuar hombres y el traje que usan es similar al que usa la mujer.
La expresión musical-coreográfica Batuque se encuentra en la isla de Santiago, con características estándar, desde el siglo XVIII, siendo probablemente el género más antiguo de Cabo Verde. La referencia más antigua encontrada es una prohibición fechada en septiembre de 1772, firmada por el entonces gobernador Joaquim Salema de Saldanha Lobo: “Las zambunas causan desórdenes nocturnos con tal exceso que se vuelven escandalosos para Dios, y perturbadoras para las Leyes y para el público, principalmente como consecuencia de la intemperancia de quienes se permiten olvidarlas. (...) Las sesiones suelen involucrar a personas que son desconocidas, o que no pertenecen a ninguna familia”. Actualmente sólo se puede encontrar en la isla de Santiago (Islas de Sotavento), y es en la localidad de Tarrafal donde se vive con mayor intensidad este género musical. Sin embargo, hay pruebas de que alguna vez existió en todas las islas de Cabo Verde. Según Carlos Gonçalves, el Batuque no sería un género musical transpuesto del continente africano. Sería la adaptación de alguna danza africana, que luego habría desarrollado características propias en Cabo Verde. Durante la colonización portuguesa, el Batuque fue considerado “perjudicial para las buenas costumbres”, siendo denominado con los términos “música cafre” y “música africana”. Hostilizado por la administración colonial y la Iglesia, fue durante la política del Estado Novo cuando esta represión fue más fuerte.
El Batuque fue prohibido en los centros urbanos y quedó moribundo a partir de la década de 1950. Tras la independencia hubo interés por el resurgimiento de determinados géneros musicales, empezando a ser valorados junto a otras tradiciones populares. En los años 90 el Batuque tuvo un verdadero renacimiento, con jóvenes compositores como Orlando Pantera, Tcheka, Vadú, etc., realizando trabajos de investigación y dándole una nueva forma al género, siendo interpretado también por jóvenes cantantes como Lura, Mayra Andrade, Nancy Vieira, etc.). A partir de los años 90, la información sobre este género como representación artística de Cabo Verde se encuentra frecuentemente en la prensa y otras fuentes, en la programación oficial de eventos culturales en el extranjero, como: Expo 92, en Sevilla, España; el Festival of American Folklife, del Smithsonian Institution, y en Washington DC, en 1995; y la Expo Lisboa, en 1998, son ejemplos. hasta que fue reconocido como Patrimonio Cultural e Inmaterial (PCI) de Cabo Verde. Antiguamente el Batuque tenía un significado social. Se realizaba en días santos, en determinadas ocasiones ceremoniales, en fiestas, antes y durante las bodas. Hay estudiosos que especulan que los movimientos de la danza evocan el acto sexual, y el objetivo sería promover la fertilidad de la novia. Hoy en día, el Batuque ha perdido su significado original. Se transformó en un espectáculo escénico y se representa en actos oficiales, en fiestas o es utilizado por determinados grupos para dar un ejemplo del folklore caboverdiano.

 

 

Fuentes:

 

• Danceask.net

• Pt.wikipedia.org

 





























































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