Lo que comenzó en EEUU en los años 70 como una
lucha afroamericana en contra del racismo, hoy en día es una de las culturas
más extendida en todo el planeta. A mediados de los 70 emergió el Hip-Hop
en EEUU como una expresión artística que se hizo eco de las luchas en contra
del racismo y del sexismo.
En Argentina, la cultura Hip-Hop se asomó en la época de los
80 en Morón (zona oeste del conurbano bonaerense) de la mano de artistas como Roma,
Jazzy
Mel, My Disck y DJ Hollywood. Ellos fomentaron sus
cuatro elementos: Graffiti (pintadas de letras o dibujos), Rap (base funk con
batería y letra), Break dance (baile) y DJ (música instrumental). Esta irrupción
fue una ayuda para los chicos y chicas de las barriadas suburbanas (también
llamadas “gheto”) que necesitaban a gritos expresar las carencias de su vida.
El Estado en cambio, la desconocía como cultura y los miraba despectivamente
como un grupo de adolescentes en la esquina o en las plazas. También ignoraba
la riqueza cultural del Hip-Hop, que se nutre de disciplinas
como la gimnasia, la acrobacia, las artes marciales (como el Capoeira), la
literatura, el arte contemporáneo, etc. Como en sus orígenes, una historia de
lucha cotidiana contra la opresión del Estado, y de su policía. Hacia 1991, la
revista 13/20 lanzó un colorido disco compilado de las mejores bandas de la
época, que incluía a Charly García, Los Fabulosos Cadillacs, Ratones
Paranoicos, entre otros. Entre ellos se asomaba un ignoto conjunto,
cuyo peculiar estilo resultaba inclasificable para el resto de los grupos: Adolfos
Rap. En la escena muy pocos tenían idea de qué era el Rap, salvo
artistas que fueron clave en el género como Jazzy Mel. Algunos
miembros de los Adolfos Rap formaron parte de los primeros Bboy (bailarines)
argentinos. Al igual que en otros países del continente, la década del 80 fue
vital para fundar las bases del Hip-Hop en Argentina. Existe un
documental denominado “El juego”, de 1998, que rastrea toda esa etapa inicial.
En 1987, el multifacético Charly García, en su disco “Parte
de la religión”, incluyó el tema “El Rap de las hormigas”,
interpretada junto a Os Paralamas do Suceso. Hacia
finales de los 80 y principios de los 90, el programa juvenil Feliz Domingo
incluyó entre sus prendas, un concurso de Rap, dando así más visibilidad al
género.
Luego de una etapa de ostracismo, el Rap se hizo más difundido
con la aparición de artistas como Actitud María Marta, Fuerte
Apache e Illya Kuryaki and the Valderramas. Estos últimos, si bien
fueron criticados por no apegarse en forma estricta al estilo, tuvieron varios
hits que pusieron al Rap y al Hip-Hop en un lugar hasta
entonces inédito en la música argentina. También por esos años irrumpieron
bandas como el Sindicato Argentino de Hip-Hop, La Organización, Geo
Ramma y la banda underground Tumbas. En 1997 se grabó el primer
compilado de artistas argentinos llamado “Nación Hip-Hop”, que incluyó al Sindicato
Argentino de Hip-Hop, Tumbas, Super-a, Bola
8, Encontra del Hombre, y otros. Con el grupo La Organización, se
produjo una revolución para lo que se escuchaba en ese entonces. Con un estilo
más Hardcore, dejando de lado lo neutro y utilizando el dialecto argentino,
beats menos Funk y más underground. En los últimos tiempos una de las
figuras más destacadas es XXL Irione, que sorprende, para
quien no lo conoce, que los videos de su canal oficial de YouTube tengan más de
100 millones de reproducciones. Tienen varios videos editados, todos ellos
reproducidos en cantidades descomunales, y sin una gran discográfica que los
respalde, todo autogestionado, sus canciones hablan de la cultura del trabajo,
combaten la droga y la violencia y reivindican la fuerza de la música como
motor de cambio. Hace mucho tiempo, el Hip-Hop en Argentina, dejó de ser
una cuestión de unos pocos y pasó a ser un fenómeno de masas. Que los medios no
lo vean, no es culpa del Rap ni de sus cultores. Cuando se
habla de Rap se engloba en él al Hip-Hop y al Trap, vertientes a la que
tal vez resulte complicado diferenciar, pero que forman parte de una misma
movida. El constante crecimiento de este movimiento se vio reflejado en los
enfrentamientos de Freestyle en las estaciones de tren y las competencias cada
vez más multitudinarias en el Parque Rivadavia. Hacia el nuevo milenio, el Rap
finalmente desistiría en la necesidad de la aprobación paternal del Rock
y comenzaría a tomar autoconciencia, incluso rescatando parte de su propio
pasado y el legado de sus pioneros locales. Hoy en día podemos disfrutar de un Hip-Hop
que expresa la diversidad y las luchas por la emancipación, demostrando así
que, este estilo musical que se inició hace más de 40 años, a pesar de los
intentos de comercializarla, dio a luz a un movimiento artístico que se plantea
luchar en contra de las opresiones socioculturales que el sistema creó.
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