El Caballito (Guatemala)


El Caballito es una de las tradiciones emblemáticas del departamento guatemalteco del Petén. Consiste en un baile realizado por una sola persona que se introduce en una armazón en forma de caballo y que sostiene con ambas manos durante el baile, sobresaliendo sobre la cintura hacia arriba simulando al jinete, mientras que sus piernas se convierten en las del Caballito.
El conjunto da la idea de un jinete montando un caballo muy adornado que se mueve al ritmo de la música. El baile del Caballito se realiza en las fiestas patronales del municipio de Petén y otros acontecimientos como las Fiestas Patrias. También es conocido como baile del Caballito de Tata Vicente. Se ha vuelto tradición que el Caballito acompañe a la Chatona en las fiestas, aunque algunas veces también se ve a los moros. El Caballito puede estar formado de palillos y bejucos (lianas secas), cubierto de piel de vaca o en algunos casos de piel de venado. Está adornado con flecos de papel de colores o borlas de lana, y encima del Caballito se colocan unas piernas hechas de papel blanco y botas negras con espuelas, que simulan las piernas del jinete. El armazón puede tener unas agarraderas o fajas en forma de tirantes para que el danzante pueda sostener al Caballito mientras baila. No se conoce el lugar específico donde surgió esta tradición. Algunos afirman que fue en San Juan de Dios, otros mencionan a San Andrés y también se afirma que nació en Ixpayac, todos lugares de Petén. Los jinetes del Caballito se distinguen por sus diversas habilidades en el baile. Uno de los mejores bailadores fue Sóstenes Pinelo Zetina. Actualmente lo es Neftalí Peche, quien forma parte del grupo juvenil Pro Rescate de las Tradiciones de Petén.
El Caballito identifica a un caballo morcillo (caballo de color negro con tonos rojizos), el cual Hernán Cortés dejó a los itzaes para que lo cuidaran. Los itzaes eran un pueblo maya originarios del Petén, que en su lenguaje se llamaba Noh Petén o “Gran Isla”. Los itzaes fueron los fundadores de Chichén Itzá hacia el año 525. Según cronistas españoles, el caballito que Cortés dejara a los nativos murió porque estaba herido y no recibió una alimentación adecuada. El segundo Ah Kaan Ek (gobernante maya), se responsabilizó del animal, pero cuando murió mandó a fabricar una estatua de madera con la figura del caballo. Con el fin de pacificar a través de la cristianización al valiente e indómito pueblo de los itzaes, los frailes españoles Órbita y Fuensalida, llegaron a la isla de Noh Petén (hoy Flores), en el año 1618, cuando el gobernante era el tercer Ah Kaan Ek. En un templo o cúes, los frailes encontraron un caballo de piedra, Tzimín Chac (Caballo de Trueno o Rayo), que era adorado por los nativos, por lo cual los frailes lo destruyeron. Los relatos de los españoles refieren que los itzaes confundían al caballo con el jinete. Esto es falso ya que los itzaes le rindieron culto a los caballos sin jinete. Más adelante en el tiempo, durante la celebración del Santo Patrono, la Marimba pasaba delante de la casa de un señor conocido como Tata Vicente, quien salía al frente de la vivienda,  y mientras los marimberos interpretaban una pieza especial, el Tata Vicente bailaba su Caballito hasta más no poder. Luego el desfile seguía por el resto de la aldea. Esa bailada del Caballito se fue haciendo año tras año hasta que el anciano ya no lo pudo realizar, entonces se encargó a otro vecino para que ejecutara el Baile del Caballito de Tata Vicente, nombre con el que ya se conocía.






0 comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...