Ohangla (Kenia)
El Ohangla es un estilo de música y danza tradicional de la
comunidad Luo en Kenia. Tradicionalmente se lo utiliza para ceremonias
seculares como matrimonios, nacimiento de gemelos o el entierro de un adulto. A
esta última ceremonia se la llama Tero Buru (literalmente “llevar las cenizas”
en lengua Luo), debido a que las mujeres se cubren el cuerpo de cenizas. Esto
tiene por efecto acompañar el paso de la muerte.
Este rito puede parecer violento por el hecho que en el entierro de un hombre adulto, los hombres cruzan el pueblo montados sobre toros, vistiendo su ropaje guerrero tradicional, simulando el empalamiento de un hipotético enemigo, y finaliza con la introducción de los toros en casa del difunto. Las danzas realizadas por mujeres (sin importar que el difunto sea un hombre o una mujer), se efectúan para espantar a los malos espíritus de la casa. Los instrumentos tradicionales son el bunde, el oruru, el oporo, el ajauw, y para los matrimonios y nacimiento de gemelos, el nyatiti. Tanto jóvenes como ancianos de la tribu Luo, así como de otros pueblos, han abrazado al Ohangla con gran pasión. No es sorprendente oír a una persona de la tribu Kikuyu tarareando canciones de este género. Tampoco falta nunca en entretenimientos o acontecimientos importantes en Kenia. El Ohangla tradicional no podía ser utilizado para entretener a mujeres o novias aunque en la actualidad se lo emplea para el entretenimiento común, tanto en reuniones rurales como en fiestas de boda.
Este rito puede parecer violento por el hecho que en el entierro de un hombre adulto, los hombres cruzan el pueblo montados sobre toros, vistiendo su ropaje guerrero tradicional, simulando el empalamiento de un hipotético enemigo, y finaliza con la introducción de los toros en casa del difunto. Las danzas realizadas por mujeres (sin importar que el difunto sea un hombre o una mujer), se efectúan para espantar a los malos espíritus de la casa. Los instrumentos tradicionales son el bunde, el oruru, el oporo, el ajauw, y para los matrimonios y nacimiento de gemelos, el nyatiti. Tanto jóvenes como ancianos de la tribu Luo, así como de otros pueblos, han abrazado al Ohangla con gran pasión. No es sorprendente oír a una persona de la tribu Kikuyu tarareando canciones de este género. Tampoco falta nunca en entretenimientos o acontecimientos importantes en Kenia. El Ohangla tradicional no podía ser utilizado para entretener a mujeres o novias aunque en la actualidad se lo emplea para el entretenimiento común, tanto en reuniones rurales como en fiestas de boda.
En el pasado la música Ohangla tenía que ver principalmente con movimientos
enérgicos de caderas, bailes provocativos, letras obscenas y la ingesta de
changaa, una bebida alcohólica ilícita, que consumían entre admiradores y
músicos. El Ohangla original era de ritmo muy rápido y sus letras comunicaban
mensajes vulgares. Por este motivo, los principales locales bailables solían
prohibir la música Ohangla a principios de la década de 1980. Para esa misma
época, el entonces jefe del distrito de West Alego, Peter Osowo, prohibió la
interpretación del Ohangla en su jurisdicción, debido a que una de sus mujeres
se fugó con su amante, un músico Ohangla. Pero el género ha renacido en los
últimos años. Mientras que en el pasado, la música la disfrutaban sólo hombres
y mujeres de la comunidad Luo, hoy en día este género cuyos ritmos y melodías
han sido adaptados a instrumentos modernos por músicos de diferentes grupos
étnicos y tribus. Los temas de las canciones generalmente giran alrededor del
amor o el peligro del Sida, mientras que otros músicos simplemente inmortalizan
a la gente prominente de la sociedad. Aunque varios artistas veteranos, como Oduor
Odhiato y Jack Nyadundo mantengan viva la llama de la música original,
muchos otros han hecho una carrera exitosa. Entre las nuevas figuras se
destacan Tony Nyadundo, Odongo Mayaka, Odhis Les Les y Otieno
Luoka. El mayor problema del Ohangla no es sólo la piratería, sino que
los músicos se imitan unos a otros. Debido a esto, las discográficas intentan
que los músicos diversifiquen sus ritmos, ya que el estilo se ha hecho muy
monótono.
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