Ekpe (Camerún)

 

 

La danza Ekpe no es una simple performance artística, sino el aspecto visible y vibrante de una de las instituciones más antiguas y poderosas de África Occidental: la Sociedad Secreta Ekpe (Ngbe). Originaria de los Ejagham en la región fronteriza entre Nigeria y Camerún, y adoptada y adaptada por los Efik, Ibibio, y otras comunidades del Delta del Níger, Ekpe ha ejercido una influencia inmensa sobre la vida social, política, económica y espiritual de estos pueblos durante siglos. La danza es el medio a través del cual el poder místico de Ekpe se manifiesta, se comunica y se reafirma ante la comunidad.

Para comprender la danza, es crucial entender la sociedad de la que emana. Ekpe, cuyo nombre se traduce comúnmente como “Leopardo” (animal reverenciado por su fuerza, astucia y misterio), es una sociedad iniciática y jerárquica a la que solo pueden unirse los hombres. Funciona como un gobierno paralelo, un sistema de justicia, una institución religiosa y un banco. Su influencia histórica es tan profunda que se la ha descrito como la fuerza impulsora detrás de la antigua ciudad-estado de Calabar (actual Calabar, Nigeria), un importante centro de comercio de esclavos y, más tarde, de aceite de palma.

La sociedad Ekpe se estructura en grados o “pasos” (grades), a los que los miembros ascienden pagando cuotas sustanciales y sometiéndose a rituales de iniciación. Cada grado confiere mayor conocimiento, autoridad y acceso a secretos. Los grados más altos poseen el verdadero poder judicial y político de la sociedad.

El poder de Ekpe reside en su creencia en la existencia de un espíritu del bosque, el “Ekpe” o “Ngbe” mismo, que es invisible, omnisciente y omnipresente. Los miembros de la sociedad actúan como intermediarios de este espíritu, y sus decisiones son consideradas la voluntad de Ekpe. La “voz” de Ekpe, un sonido distintivo producido por un instrumento de fricción (a menudo un tronco hueco y una vara o cuerda), es temido y respetado, ya que representa la autoridad inquebrantable de la sociedad.

La danza Ekpe es, por lo tanto, una representación dramatizada de este poder espiritual y terrenal, una manifestación visible de lo que normalmente permanece oculto.

Los orígenes de la Sociedad Ekpe se sitúan entre los Ejagham, un grupo étnico que habita en la región fronteriza montañosa entre Nigeria y Camerún. Desde allí, la sociedad se expandió a otros grupos, especialmente a los Efik de Calabar (cuyo territorio es principalmente costero) y, en menor medida, a los Ibibio e Igbo adyacentes. Esta expansión no fue por conquista, sino por la compra de grados Ekpe por parte de las comunidades vecinas, que veían en ella un modelo exitoso de gobernanza, regulación social y acumulación de riqueza.

La adopción por parte de los Efik de Calabar fue particularmente significativa. A partir del siglo XVIII, Calabar se convirtió en un centro neurálgico del comercio transatlántico de esclavos. La sociedad Ekpe jugó un papel crucial en este comercio, no solo regulando las transacciones y aplicando leyes comerciales, sino también utilizando su sistema de “crédito” (basado en el pago de deudas a través de grados Ekpe) para facilitar las operaciones. La danza Ekpe, en este contexto, no solo era una expresión ritual, sino también una demostración de poder económico y político ante los comerciantes europeos y los africanos locales.

Históricamente, Ekpe era la principal autoridad legislativa y judicial en muchas comunidades. Proponía leyes, administraba la justicia, resolvía disputas, cobraba deudas e incluso tenía la potestad de condenar a muerte. Su poder era absoluto y se mantenía a través del miedo y el respeto que inspiraba el espíritu Ekpe y sus “voces” invisibles. La danza era una forma de exhibir públicamente esta autoridad, castigar a los infractores o celebrar la promulgación de nuevas leyes.

Durante la era colonial, el poder de Ekpe fue desafiado por las administraciones británicas y alemanas, que veían a estas sociedades secretas como una amenaza a su autoridad. Se intentó suprimir sus actividades, pero Ekpe persistió, a menudo operando de manera más discreta o adaptándose a las nuevas realidades, manteniendo su influencia en los asuntos locales y religiosos. Tras la independencia, Ekpe ha continuado desempeñando un papel en la preservación de la tradición y la cultura, aunque su poder político explícito ha disminuido.

La danza Ekpe no es una coreografía fija para el entretenimiento; es un ritual complejo y un performance que varía en sus detalles según el grado de Ekpe que se esté celebrando, la ocasión y el subgrupo étnico. Sin embargo, comparte elementos comunes que lo hacen inconfundible.

Los danzarines de Ekpe son miembros iniciados de la sociedad. Solo aquellos que han ascendido a ciertos grados tienen permitido participar en la danza con las máscaras más importantes o en los rituales más sagrados. Su participación es una demostración de su estatus y su conexión con el poder de Ekpe. A menudo, los danzarines están poseídos o se cree que están habitados por el espíritu Ekpe.

El aspecto más llamativo de la danza Ekpe es el uso de máscaras elaboradas y trajes intrincados. Estas máscaras no son solo disfraces; son la encarnación visible del espíritu Ekpe.

• Máscaras de cabeza: Pueden ser talladas en madera, a menudo con rasgos animales (leopardo, antílope, etc.) o humanos estilizados, y cubiertas con pigmentos vibrantes. En algunos casos, se usan máscaras de rostro (como las okum o mboko) que se caracterizan por sus ojos protuberantes y expresiones intensas.

• Trajes de cuerpo completo: El danzarín está completamente cubierto, a menudo con un traje hecho de tela densamente tejida, rafia o una red de fibras. Los patrones pueden ser geométricos o imitar el pelaje del leopardo. Estos trajes borran la identidad humana del danzarín, permitiendo que el espíritu Ekpe se manifieste a través de él.

• Adornos: Los trajes pueden adornarse con campanillas, sonajeros, conchas de caurí, plumas o espejos, que realzan el movimiento y la luz.

• Garras y colas: A menudo, los trajes incorporan garras o colas de leopardo, o elementos que simulan estos atributos felinos, reforzando la conexión con el animal tótem.

Cada tipo de máscara y traje corresponde a un grado específico dentro de la sociedad Ekpe y a un tipo particular de manifestación del espíritu. Algunos trajes son tan densos y pesados que los danzarines deben ser ayudados a moverse.

La música es esencial para la danza Ekpe, creando una atmósfera de misterio, poder y reverencia. Es rítmica, compleja y puede ser hipnótica.

Se utilizan diferentes tipos y tamaños de tambores (como el okom o el ufieb), que son el corazón de la música Ekpe. Los ritmos son intrincados y polirrítmicos, marcando el pulso de la danza y los cambios en la intensidad. Los tambores son tocados con las manos o con palos.

• Tambor de fricción (Ngbe/Ekpe drum): Este es el instrumento más sagrado y distintivo, y su sonido es la “voz” del espíritu Ekpe. Generalmente es un tronco hueco sobre el que se frota una vara o una cuerda resinosa, produciendo un rugido gutural y resonante que se asemeja al gruñido o bramido de un leopardo. Su sonido infunde respeto y temor.

• Gongs de madera o metal: Utilizados para añadir toques rítmicos o señalar el inicio y el final de ciertas fases de la danza.

• Sonajeros y campanas: Atados a los tobillos o manos de los danzarines, o agitados por los músicos, añaden capas de sonido y ritmo al movimiento.

• Cantos y gritos rituales: Los músicos y miembros de la sociedad Ekpe que no danzan entonan cantos y gritos rituales que invocan al espíritu, narran historias o refuerzan el mensaje de la ceremonia. Las letras suelen ser esotéricas y solo son plenamente comprendidas por los iniciados de alto grado.

Los movimientos en la danza Ekpe son variados, pero generalmente se caracterizan por su fuerza, disciplina y simbolismo. Los danzarines suelen moverse en un paso rítmico, arrastrando o golpeando los pies, mientras el cuerpo se mantiene erguido, pero con un ligero balanceo. Los brazos se mueven en patrones específicos, a veces extendiéndose o girando, y el torso puede inclinarse o contraerse. Las máscaras y los trajes voluminosos a menudo realizan giros lentos y majestuosos o rápidos y frenéticos, creando un efecto visual poderoso.

Los danzarines manipulan la máscara para acentuar sus características, a menudo inclinando la cabeza o girando para mostrar la expresión facial del espíritu.

Aunque es una danza ritual, los danzarines pueden interactuar con el público, a menudo acercándose a ellos con movimientos amenazantes o protectores, reafirmando la presencia de Ekpe.

La danza a menudo implica procesiones a través de la comunidad, llevando el poder de Ekpe a todos los rincones del pueblo.

La atmósfera es solemne y a la vez electrizante, combinando el misterio de lo sagrado con la vitalidad de la expresión comunitaria.

La danza Ekpe es una de las expresiones culturales más poderosas y enigmáticas de África Occidental. Es el vehículo a través del cual la venerable Sociedad Secreta Ekpe manifiesta su autoridad, imparte justicia y conecta a la comunidad con el mundo espiritual y sus ancestros.

 

 

Fuentes:

 

• Challawariverhomes.com

• Rexclarkeadventures.com

• Ngembassy.info

 

 

 

 



































 

 

 






















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