Pangalay (Filipinas)
Filipinas se diferencia de otras naciones asiáticas. Es el único país predominantemente católico y en el que el inglés es uno de los dos idiomas oficiales. Además, los filipinos han sido informados culturalmente, primero, por una mentalidad colonial y, más tarde, por el deseo de establecer una “herencia cultural” revisada que les permita emerger como un Estado-nación moderno con una identidad filipina única e independiente.
En este contexto
nacionalizador, las danzas de la región se han convertido en herramientas
patrimoniales, es decir, funcionan como instrumentos que apoyan la construcción
ideológica de una cultura filipina como “rica y diversa”. La danza tradicional Pangalay
es una forma de baile cautivador y fascinante que tiene un gran significado
cultural en Filipinas. Originario del pueblo Tausug del archipiélago de Sulu y
también interpretado por el pueblo Bajau en Sabah, es una parte integral del
rico patrimonio cultural de la región. El Pangalay se realiza típicamente durante
bodas y otras ocasiones festivas, brindando alegría y celebración a la
comunidad. Hay varias versiones de Pangalay, incluido el Pangasik,
que es interpretado específicamente por hombres, y el Pangiluk, interpretado
tanto por hombres como por mujeres. Cada versión muestra pasos y movimientos
únicos que reflejan la diversidad cultural de las danzas tradicionales
filipinas. El Pangalay está profundamente influenciado por el concepto
preislámico y budista de los ángeles celestiales, que es evidente en la naturaleza
elegante y etérea de la danza. También comparte similitudes con las danzas
balinesas y tailandesas, lo que destaca la interconexión de las diferentes
formas de danza tradicional en el sudeste asiático. La historia del Pangalay
se remonta a las danzas tradicionales de Mindanao, que muestran la profunda
herencia cultural de Filipinas. Esta forma de danza se originó en el pueblo
Tausug del archipiélago de Sulu y también la realizan los Bajau en Sabah,
Malasia. Los movimientos de la danza se caracterizan por intrincados
movimientos de manos y brazos, que retratan gracia, elegancia y narración de
historias.
Estos movimientos suelen ir acompañados del uso de garras de metal
llamadas janggay, que realzan el atractivo visual de la danza y crean sonidos
rítmicos. El rico patrimonio cultural del Pangalay está siendo preservado por
grupos culturales dedicados como Ingat Kapandayan Performing Arts del
Notre Dame of Jolo College. Se esfuerzan por transmitir las tradiciones y
técnicas del Pangalay a las generaciones más jóvenes, asegurando su
presencia continua en el tejido cultural del país. Uno de los aspectos clave del
Pangalay
es centrarse en aislar diferentes partes del cuerpo y ejecutar movimientos
precisos. Los artistas mueven sus brazos y manos en un movimiento ondulatorio,
que recuerda el suave balanceo del océano. Cada movimiento es deliberado e
intencional, y los bailarines muestran su flexibilidad y control. Además de los
movimientos de manos y brazos, el Pangalay también implica un complejo
juego de pies. Los bailarines muestran agilidad y gracia mientras se mueven por
la pista, mostrando su capacidad para equilibrar y cambiar el peso con
facilidad. Los diferentes pasos y movimientos del Pangalay son: • Movimientos
ondulantes de brazos: los artistas
crean movimientos fluidos con sus brazos, asemejándose al suave balanceo del
océano. • Gestos precisos con las manos: los bailarines usan sus manos para
crear gestos intrincados y delicados, enfatizando la belleza y delicadeza de
los movimientos. • Juego de piernas: el juego de pies ágil es una parte
integral del Pangalay, y los bailarines muestran su capacidad para equilibrar
y cambiar el peso con gracia.
• Movimientos corporales aislados: los artistas
aíslan diferentes partes del cuerpo para ejecutar movimientos precisos,
mostrando flexibilidad y control. Como puede verse, el Pangalay no es sólo una
danza sino una forma de expresión artística que resalta el rico patrimonio
cultural de Filipinas. Los intrincados pasos y movimientos, junto con el uso de
música e instrumentos tradicionales, crean una actuación fascinante que cautiva
al público. La danza Pangalay tiene un gran significado
en la cultura filipina y desempeña un papel central en celebraciones y eventos
tradicionales. Es una forma de danza que se ha transmitido de generación en
generación, preservando la rica herencia cultural del pueblo Tausug del
archipiélago de Sulu en Filipinas. Los intrincados movimientos de manos y
brazos, acompañados por el uso de janggay, simbolizan la conexión entre los
humanos y los seres celestiales. La danza está profundamente arraigada en los
conceptos preislámicos y budistas de ángeles y espíritus divinos, y encarna un
sentido de gracia y belleza. “Pangalay es más que un simple baile;
es una forma de conectarnos con nuestros antepasados y mantener vivas
nuestras tradiciones”, dice María Santos, bailarina Pangalay
de la comunidad Tausug. “Cuando interpretamos Pangalay, sentimos un
sentimiento de orgullo y pertenencia. Es nuestra forma de honrar nuestro
patrimonio cultural”. La danza Pangalay se realiza a menudo durante
bodas, festivales de la cosecha y otras ocasiones festivas.
Es una celebración
de la vida, el amor y la abundancia. La música tradicional, interpretada con
instrumentos como el kulintangan, el gandang, el agong y el gabang. Estos
instrumentos crean un fondo rítmico y melódico que realza la belleza y la
gracia de la danza. El kulintangan es un conjunto de pequeños gongs que
producen tonos vibrantes y resonantes. El gandang es un tambor de dos cabezas,
mientras que el agong es un gran gong de latón. El gabang, en cambio, es un
xilófono de bambú. La combinación de estos instrumentos crea un sonido único y
fascinante que complementa los movimientos de los bailarines. Los animados
ritmos del kulintangan y gandang proporcionan un ritmo fuerte a seguir por los
bailarines, mientras que los tonos resonantes del agong y los tonos melódicos
del gabang añaden profundidad y riqueza a la música. El acompañamiento musical
crea el ambiente y la atmósfera para la danza Pangalay, transportando
al público al corazón de la cultura y las tradiciones filipinas. La música
tradicional que se toca durante el Pangalay agrega una capa de
autenticidad y profundidad a la danza. Crea una sinergia entre los movimientos
de los bailarines y los sonidos de los instrumentos, dando como resultado una
actuación verdaderamente cautivadora.
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