Chapetones (El Salvador)
La danza de los Chapetones, en el municipio de Panchimalco, es una representación cultural única del territorio de El Salvador. La danza los Chapetones es ampliamente reconocida en El Salvador por sus elementos característicos de sátira, Asimismo, es un elemento de identidad local, pero muy poco se sabe sobre sus orígenes, su implantación, así como, su desarrollo musical, rítmico y dancístico.
En consecuencia,
es necesario determinar estos elementos históricos, sociales y culturales que
de fuerza al elemento que cohesiona e identifica a la comunidad del municipio,
al mismo tiempo evidencie su arraigo histórico y clarifique sus orígenes. Por
su valor histórico reconocido, la danza tiene interpretaciones libres
realizadas por el Ballet Folklórico Nacional de El Salvador, con arreglos y
variaciones particulares del director de la danza y el director musical,
acortando y estilizando los movimientos de los bailarines. Otros grupos que
interpretan folklore salvadoreño hacen lo mismo, haciendo variaciones libres de
la danza original. A pesar de ser una danza fuertemente simbólica y de un
reconocimiento validado como folklore puro del municipio de Panchimalco, con cercanía
de la capital de El Salvador, al momento carece de estudios fuertes alrededor
de los elementos simbólicos y su influencia cultural de identidad de los
habitantes del municipio. La danza tiene lugar en la celebración de la Santa
Cruz de Roma del 12 al 14 de septiembre y el 7 de octubre, en honor de la
Virgen del Rosario. Asimismo, se representa a inicios del mes de mayo durante
la Procesión de las Palmas para darle más realce a este evento. La expresión
mostrada en mayo se contextualiza en los eventos culturales desarrollados para
la Cofradía de las Palmas de Panchimalco, la cual consiste en dos procesiones
en la que se exhiben coloridas palmas adornadas con flores.
Las procesiones son
de la Virgen de Concepción y de la Virgen del Rosario, las cuales son
fusionadas frente a la Iglesia Santa Cruz de Roma. Igualmente, la danza de los Chapetones
tiene su homóloga representada en el distrito de Huaylas en Perú, en honor a la
Virgen María y Santa Isabel, del 7 al 9 de julio. El sincretismo es un término
empleado en antropología cultural y en estudios de religión comparada para
referirse a la hibridación o amalgama de dos o más tradiciones culturales.
Comúnmente se entiende que estas uniones no guardan una coherencia sustancial.
También se utiliza en alusión a la cultura o la religión para resaltar su
carácter de fusión y asimilación de elementos diferentes. Estos elementos a
destacar, es la comprensión de la danza y la música; su ritualidad y la
penetración cultural de estos elementos para introducirnos de esta manera al
sincretismo salvadoreño, resultando en una danza bufa, o danza de resistencia
como han gustado en llamar la teoría decolonial. La influencia de todos los
elementos que se observan en la danza mostrada, es notoriamente expresada en el
montaje de la coreografía, diálogos y argumentos o parlamentos. En la melodía
de la danza de los Chapetones, el sincretismo está presente en la utilización de
instrumentos musicales propiamente criollos, como la guitarra traída al
territorio de las colonias instauradas en América por los españoles, y la
mandolina y violín, ambos de origen italiano. De reciente uso ha sido la
introducción de instrumentos sonoros de cuerdas como la “Chanchona”,
instrumento musical versionado localmente y ligeramente más pequeño en comparación
del contrabajo europeo.
El instrumento es conocido en otros países de distintas
maneras, muy utilizado en la música vernácula mexicana y colombiana. El
instrumento también es identificado como “Tololoche o Chicoteado”. Sin embargo,
al uso de los instrumentos musicales de la danza, no se integran instrumentos
propiamente autóctonos que sean parte del uso de la música prehispánica
salvadoreña. Tampoco se integran elementos sonoros propios como la monodia
india primitiva, ni ningún otro instrumento de percusión, muy utilizado en la
música prehispánica o de rasgos indígenas. Los Chapetones, también es
conocido como “Baile de Educados” y es una representación satírica de un
casamiento de españoles o criollos, no se sabe o se tiene dato sobre el origen
exacto de la representación, pero si se compara con el origen de las danzas
coloniales en El Salvador, puede estar vinculada con el origen de los Historiantes,
o Danza
de Moros y Cristianos. Incluso durante la representación de las
festividades suelen desfilar juntos, en la procesión central de cada festividad
litúrgica. Ambas danzas comparten escenarios, y en algunos casos recientes,
como evidencia la imagen en anexo, suelen tener similitudes de vestuario,
especialmente el del rol femenino asignado a la “prometida” y su “madre” que
acompaña en la danza. La danza tiene un “argumento” y una coreografía
marcadamente elegante y altiva. Este elemento es importante por cada bailarín
el resguardo de la altivez y cabeza erguida, como signo de elegancia,
acentuando la “gracia” de los personajes por el atavío que acompaña la
comparsa.
La coreografía gira en torno a la simulación de una boda de dos
personajes ficticios “doña Lucrecia de Castilla y don Tomás Reynol”, en otras
referencias aparece como Tomas Rainier, con la intención de establecer una
alianza entre dos países España y Turquía. En dicha boda participan 12
cancilleres o embajadores de distintos países que pueden ser Argentina,
Guatemala, México, Colombia, entre otros, además de otros personajes como el
cura, la misma novia y otros. Los personajes son llamados “caballeros”
ataviados con camisa blanca, corbata, chaleco y paraguas. Es importante que el
atavío sea grande para su personaje, y que la vestimenta sea la siguiente:
Sombrero de copa alta, traje negro con levita o doble cola, pañuelo en solapa,
billetes pegados al traje y lentes oscuros. Los personajes femeninos casi
siempre son interpretados por hombres, algunos personajes masculinos por
mujeres. El intercambio de los roles de género es importante para el componente
satírico de la danza, así como el uso continuado de beber alcohol, para agregar
gracia a la danza. Todavía hace 10 años los integrantes de la danza se exigían
beber alcohol previo a la interpretación, con la finalidad de aumentar las
posibilidades de causar emoción en las personas. La danza se compone de seis
melodías: Paso doble, Repartición, Contradanza, Son de la niña o pañuelado y
Bellas mengalas del rey don León.
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