Canto a Cappella
Entre los muchos estilos musicales que existen hoy en día, se destaca uno un tanto especial: el Canto a Cappella. Se trata de una obra musical en la que los conjuntos musicales cantan sin acompañamiento instrumental.
Por lo tanto, solo se escucha la voz y así se pueden crear
melodías originales sin la necesidad de instrumentos. Los conjuntos vocales a
Cappella son muy antiguos y siempre han tenido como objetivo crear una
polifonía, así como una armonía sinfónica entre los cantantes de una coral o de
un coro para crear un ritmo continuo, aunque no haya ningún tipo de
acompañamiento musical. La historia del Canto a Cappella se remonta tan
atrás que es imposible dar una fecha concreta. Simplemente se sabe que el canto
sin acompañamiento instrumental se habría creado en Mesopotamia en el año 2.000
a. C., pero es una de las pocas pistas que se tiene para conocer la antigüedad
de la práctica de las polifonías sin sonido de fondo. Esta técnica de música
tan ancestral no es algo nuevo y, de hecho, se siguen empleando en la
actualidad. Sin embargo, la canción a Cappella que conocemos hoy en día
tiene su origen en los cantos religiosos. De hecho, etimológicamente, “alla
cappella” significa “en la capilla”: estos cantos, por lo general, los cantaban
las masas. En ese momento se utilizaban los instrumentos presentes en la
capilla para acompañar el canto, como el órgano. Sin embargo, durante el primer
milenio del cristianismo, se hizo una música a Cappella sin
instrumentos. Esto se aplica también a los ritos ortodoxos bizantinos en los
que los cantos eran exclusivamente sin instrumentos. Los Cantos Gregorianos son
buenos ejemplos de canciones a Cappella sobre temas religiosos. Muchas
comunidades religiosas decidieron que los cantos debían ser impecablemente a Cappella.
Entre ellos, los amish, menonitas u otras comunidades anabaptistas. Entre los
judíos, por otro lado, nada prohibía el uso de instrumentos durante los cantos,
excepto en sábado. La tradición del canto a Cappella, por lo tanto, proviene
de Europa y especialmente de los países alrededor del Mar Báltico, pero se
desarrolló rápidamente en el Nuevo Mundo y alcanzó su apogeo en los Estados
Unidos a partir del siglo XIX, primero, a través de la religión y, después, a
través de otras formas. Fue durante el siglo XV cuando el Canto a Cappella de las
iglesias se desarrolló más en Europa en forma de polifonías, es decir, mediante
la combinación de varias partes cantadas al mismo tiempo. En el siglo XVI, el Canto
a Cappella fue reemplazado gradualmente por la Cantata, que sí estaba
acompañada por instrumentos. Entre los compositores famosos, se pueden citar a Juan
Hidalgo, José Marín, Juan Serqueira de Lima y Sebastián
Durón, quienes crearon música polifónica a Cappella. Luego vino la
moda del Madrigal, una forma de canto sin instrumentos que se canta
entre 2 y 8 personas.
El Madrigal acompañó el arte de la
canción a cappella desde el Renacimiento hasta el Barroco. En el siglo XIX,
también se desarrolló un cierto estilo de canción a Cappella en las iglesias:
las Escolanías,
que es un coro, especialmente de niños, que canta en la parroquia bajo la
dirección del clero local. Hay muchos de ellos en el contexto de la iglesia
católica. Hoy en día, el término se ha quedado obsoleto. El Canto
a Cappella se desarrolló enormemente en los Estados Unidos. Fue gracias
a Peter
Christian Lutkin, decano de la Northwestern University School of Music,
que el primer coro a Cappella vio la luz en el país de la
libertad porque fundó en 1906 el Northwestern A Cappella Choir, que
entonces era la primera organización permanente de este tipo en Norteamérica. Después,
nacieron muchos coros en universidades estadounidenses, a menudo en conexión
con iglesias adjuntas a estas instituciones. Un buen ejemplo es el Saint Olaf
College, que ha tenido la tradición de cantar a Cappella desde 1911, pero
también el Concordia College, el Augustana College o incluso el Luther College.
En los años 30, se desarrolló una nueva forma de canción a Cappella, la el Barbershop:
una forma de canción sin instrumento en la que cuatro voces cantan en armonía.
Este tipo de canción está fuertemente inspirada en las prácticas del sur de los
Estados Unidos y nació gracias a los barberos que cantaban mientras recibían a
sus clientes. Después del Barbershop, fue el turno del Doo-Wop
que también nació en los Estados Unidos: esta práctica de Canto a Cappella que se
desarrolló en la década de 1940 nació de las juventudes afroamericana de las
grandes ciudades situadas en la costa Este del país. Las canciones de Doo-Wop
se centran principalmente en el amor y obviamente no requieren ningún
instrumento. En nuestra época, las iglesias consideran que el Canto
a Cappella ya no es una obligación y que agregar instrumentos a las
canciones religiosas no está en contra de los principios bíblicos. Por lo
tanto, todavía se usa en varias comunidades religiosas, pero ya no es una
limitación importante.
El interés por la música a Cappella ha crecido
ampliamente en nuestros días gracias a la radio, la televisión e Internet.
Muchas obras contemporáneas (series en general) han utilizado el estilo del Canto
a Cappella, haciéndolo más moderno y atractivo. Entre ellos, aparecieron
“Glee”
(con el grupo Warblers), “The Sing Off” y “Pitch
Perfect”. El objetivo ya no es cantar música clásica de antaño a Cappella,
sino adaptar canciones de Pop, Rock, Blues,
Folk
o incluso Hip-Hop a una canción a Cappella. Al usar varios cantantes
como “instrumentos” (especialmente con la técnica del beatbox), se puede recrear
una melodía popular a Cappella de una manera moderna. En
otro registro, el Gospel es también una forma de canto a cappella sin acompañamiento
de instrumentos que todavía se puede escuchar en las iglesias estadounidenses. En
nuestro tiempo, varios grupos graban discos de música a Cappella y muchos
artistas usan este estilo en sus canciones. Muchos grupos musicales perpetúan
la tradición de cantar sin instrumentos. Entre los más famosos, podemos citar a
The
Voca People, que es un grupo israelí activo desde 2008, o Rajaton,
en Finlandia, Qw4rtz, en Canadá o Van Canto en Alemania (un grupo de Metal
a Cappella). Como es obvio, la tradición de la música a Cappella
es aún mayor en los Estados Unidos y la cantidad de grupos y artistas solistas
que se encuentran allí es mucho mayor. Entre ellos: The Blanks, Naturally
7, Voiceplay, Take 6, Pentatonix, Home
Free, Voctave, Peter Hollens, Bobby McFerrin, etc. También podemos añadir a la lista que muchos
artistas contemporáneos usan la canción a cappella en sus títulos de manera
puntual o repetida, ya sea para una parte de su canción o para una simple
mención.
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