¿Por qué Blue?
¿Por qué se elige el nombre de un color para denominar un estilo musical?, ¿por qué Blues, (azul)? El azul es uno de los colores primarios, transmite tranquilidad y simboliza sentimientos profundos y duraderos en el tiempo.
Se asocia a lo divino por ser el color del cielo, y a lo eterno e
infinito, de nuevo por el cielo y por el mar. Pero también es el color de los
trabajadores, lo práctico, lo cotidiano. Además, se vincula de forma directa
con la nostalgia y la tristeza. Cada una de estas peculiaridades del color
azul, pueden aplicarse al género musical que lleva su nombre. Respecto al
origen de su denominación, algunos historiadores encuentran una de las primeras
referencias a la palabra Blue en el siglo XVIII, cuando se utilizaba como
alusión despectiva hacia los códigos morales y hacia aquellos que los
observaban con mayor rigor, usualmente vestidos con calcetas azules. Blue
también aparece como adjetivo asociado al sustantivo devils, demonios, en la
Bretaña del siglo XVIII. La expresión “demonios azules” parece hacer referencia
a las intensas alucinaciones visuales que pueden acompañar al consumo severo de
alcohol. Con el paso del tiempo, la frase habría perdido la segunda palabra,
conservándose la primera para significar un estado íntimo de agitación o de
depresión. A finales del siglo XVIII, vuelve a aparecer la expresión Blue
Devils, en este caso en un ambiente teatral. El 24 de abril de 1798 se estrenó
en el Theater Royal, Covent Garden, la farsa titulada "Blue Devils: a
farce in one act", escrita por George Colman, dramaturgo y escritor inglés
cuyas comedias son una curiosa mezcla de ingenioso humor y sentimentalismo. A
lo largo del siglo XVIII, el término Blues se asociaba al consumo de alcohol y
la palabra blue era sinónimo de “borracho”. La expresión blue laws aparece
registrada por primera vez en la edición del 3 de marzo de 1755 del New York
Mercury.
Las blue laws, también conocidas como Sunday laws, fueron diseñadas
para prohibir o restringir las actividades en domingo por razones religiosas.
En concreto, promovían la observancia de un día de descanso y prohibían el
consumo y la venta de alcohol durante ese día. En el siglo XIX, el Blues se
mantuvo asociado a los estados depresivos producidos por el consumo excesivo de
alcohol y el término era utilizado como un eufemismo para el delirium tremens.
Considerado de esta forma, la música popular del momento era ofrecida como
remedio para superar esos estados. Una canción de 1879, "Billy’s
Request" con letra de Billy Rich y composición de W.F. Wellman Jr., ambos
miembros del grupo San Francisco Minstrels, exhibía en su cubierta de promoción
la frase “A cure to the Blues” (Una cura para el blues). Este es uno de los
primeros ejemplos que, de forma explícita, asocia a la música la idea de
sanación para el blues. Sin embargo,
esta conexión no se manifiesta en la canción misma; "Billy’s Request" es
un vals convencional en el estilo de los salones de baile de la época,
musicalmente no contiene ningún elemento que pueda sugerir una relación con el
idioma del Blues.
A principios del siglo XX, las referencias a la función
sanadora de la música se fueron haciendo más común hasta establecerse con
fuerza en la cultura popular. Un ejemplo típico se encuentra en un anuncio de
1904 para Cecilian Player Pianos, en el que se promocionan sus pianos en
los siguientes términos: “Diversión para ti, diversión para tus amigos y
vecinos. Disipación del Blues, la puerta para poner una
amplia sonrisa en tu cara…”. La noción de la música en general como una cura
para el Blues, parece que adquirió un carácter más específico cuando se
empieza a utilizar la propia música de Blues como cura para el Blues.
La primera referencia a esta idea, la podemos encontrar en 1908, en un trabajo
para piano titulado "I Got The Blues", escrita y
publicada en New Orleans por Anthony Maggio, de origen italiano y
profesor local de piano, propietario de un almacén de música. Esta canción
constituye un hito en la historia del Blues ya que es la primera vez que
utiliza la palabra en el título de una canción, y la primera vez que se utiliza
la secuencia de 12 compases clásica del género. Durante una entrevista en
diciembre de 1955, Maggio reconocía que se había inspirado en un músico que había
escuchado en un dique en 1907. Lo describía como un negro muy viejo que tocaba
tres únicas notas en una guitarra.
El título en la portada de la canción
anuncia que el trabajo estaba “respetuosamente dedicado a aquellos que tienen
el Blues”. La implicación de esta dedicatoria es que la música – en este caso,
se trata de un Ragtime – curará el Blues del artista al interpretarlo y
el del oyente al escucharlo. En la cultura popular de la década de 1910 estaba
asimilada la idea de que la música de Blues era terapéutica, lo cual se
hace evidente en las palabras de W.C. Handy: “La música de Blues fue creada
para ahuyentar la tristeza”. Por tanto, parece que el origen del
término Blues surge relacionado con los estados de ánimo melancólicos
y, posteriormente, se va constituyendo en su propia cura. Esto también sugiere
una posible explicación para la naturaleza dual de esta música, esa dualidad
entre el bien y el mal, entre la religión y el diablo, lo sagrado y lo profano
tan arraigada en algunos de los primeros bluesmen. Volviendo a su denominación,
cuando se conocen un poco los antecedentes históricos de los hombres y mujeres
que crearon el Blues, no sorprende que el término elegido sea el mismo que
designa el color azul, sinónimo de melancolía y tristeza. Así, al igual que el
color azul, el Blues queda vinculado desde sus orígenes al sentimiento de
nostalgia de aquellos que se vieron obligados a abandonar su tierra y su
cultura, y a la tristeza de tener que afrontar una existencia cargada de
penalidades.
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